El CB Canarias confirmó ayer el fichaje de Tobias Borg, un base-escolta sueco de 1,84 metros y 27 años que la pasada campaña promedió 5,7 puntos, 1,7 rebotes y 1,1 asistencias para 4 créditos de valoración en casi 18 minutos por partido en las filas del Real Betis. El combo escandinavo llega para paliar la ausencia de Dejan Todorovic –aún sin fecha de regreso–, también para no forzar a una minutada a los otros dos bases (Huertas y Fitipaldo), e igualmente para contar con un efectivo más en caso de cualquier otro contratiempo inesperado.
La llegada de Borg no es la de un primer espada, sino la de un jugador de rotación. Sin alardes. Sin embargo, en la dirección deportiva canarista se repite una fórmula anterior, la de tirar de alguien que ya conoce el contexto en el que se va a mover. Y es que el sueco ya vistió de aurinegro en los últimos meses de la 17/18 a las órdenes de Katsikaris. Varios son los ejemplos de repetidores como canaristas en la historia moderna del club.
Dos de ellos son Levi Rost y Jakim Donaldson, de los grandes responsables del ascenso a la ACB y que cambiaron de aires para luego regresar a La Laguna. El alero, de hecho, vivió tres etapas en el club de San Benito. En esta lista también aparece Blagota Sekulic, que salió al Fenerbahce a mitad de la 13/14 para volver al inicio de la 14/15. También tuvo dos fases en el CB Canarias Carl English (finales de la 13/14 y arranque de la 16/17), mientras que Davin White jugó tres años seguidos en la Isla (15/18) para más tarde atender la llamada de Vidorreta por la lesión de McFadden en la 18/19.
Más recientes son otros casos, como el de Bogris, clave en el ejercicio 16/17, pero ya sin tanta fortuna en estos dos últimos cursos cuando regresó de Grecia. Mejor suerte han corrido otros dos antecedentes: Sergio Rodríguez llegó a debutar en ACB para salir y retornar el curso pasado; mientras que Aaron Doornekamp brilló en la 16/17 y tras un paso por Valencia dejó la misma impronta en su vuelta. Ahora le toca a Tobias.