Con el regusto de no poder alcanzar la final en el que ha sido su mejor temporada liguera, el Lenovo Tenerife sí tendrá reconocimiento en diferido a su gran campaña en la Liga Endesa 20/21. Y es que la tercera posición en la que concluirán este ejercicio permitirá a los aurinegros volver a disputar la Supercopa Endesa 2021, tal y como hicieran ya el pasado mes de septiembre en la condición de anfitriones. Esta vez, lo harán, básicamente, por méritos propios.

Sin embargo el premio gordo para el baloncesto isleño podría llegar en forma de sede. Y es que en las últimas semanas se han entablado conversaciones entre las partes implicadas (Liga ACB e instituciones isleñas) para que el Santiago Martín vuelva a albergar el torneo con el que se abre oficialmente cada curso. La presencia de Joan Roca (director deportivo y de competición del organismo cestista) en la Isla con motivo de la disputa del Lenovo Tenerife-Barça del pasado miércoles permitió que las conversaciones dieran un cierto avance.

Desde el momento en el que la Supercopa Endesa de 2020 se tuvo que celebrar sin presencia de aficionados en las gradas del Santiago Martín, la propia ACB admitió estar en deuda con Tenerife de cara a futuros eventos. Las autoridades locales, con el Cabildo a la cabeza, también querían sacarse una espina clavada a causa del covid. Y dado que el aforo del recinto de Los Majuelos le descarta para ser sede de una Copa del Rey, la repetición de una Supercopa en la Isla parecía la moneda de pago más factible.

En un primer momento parecía Burgos el mejor posicionado para ser la sede de 2021, pero en las últimas fechas Tenerife ha tomado la delantera para repetir. Lo normal, y a expensas de que en una próxima asamblea se confirmen las fechas del ejercicio 21/22, es que esta Supercopa se celebre en una franja del calendario muy similar a la de 2020, esto es, el 11 o 12 de septiembre, o a lo sumo una semana más tarde. El hecho de haber abierto ya al público los recintos de la ACB hace factible que dentro de tres meses el Santiago Martín pueda albergar una gran presencia de aficionados.

Pero independientemente de si el Canarias repite o no como anfitrión, los de Txus Vidorreta volverán a estar entre los cuatro conjuntos que sean protagonistas del arranque del curso. Así lo dicen los criterios de selección impuestos por la ACB desde el año pasado. De esta manera, se reserva una plaza al campeón de la Liga Endesa (Madrid o Barça), otra al campeón de la Copa del Rey (Barça), una tercera al ganador de la anterior Supercopa (Real Madrid), y la cuarta para el anfitrión (ciudad o comunidad autónoma).

Dado que por méritos solo el Madrid y el Barça tendrían plaza asegurada, la vacante –al margen del anfitrión– sería completada con el subcampeón de la Liga Endesa (también Madrid o Barça) y ya luego, con el tercer clasificado de dicha competición, en este caso el Lenovo Tenerife. Si el cuadro canarista ejerciera finalmente como local, en la nómina de participantes entraría el Valencia Basket, cuarto en la presente campaña.

Un sobresfuerzo que merece la pena

La presencia del Canarias en la Supercopa 2021 significará, por descontado, al reconocimiento a la gran temporada firmada en estos meses pasados. Pero también será para el cuadro isleño la necesidad de un sobresfuerzo a la hora de llegar en las mejores condiciones posibles a esa cita inicial del curso. Eso implicará, por ejemplo, iniciar algo antes la pretemporada, y aunque el club aurinegro no sería de los más damnificados, si Brasil logra clasificarse para los Juegos de Tokio, su base Marce Huertas podría llegar tras un enorme desgaste. En casos como este se puede aplicar aquello de que sarna con gusto no pica.