El Lenovo Tenerife ha llegado ya al Palau, donde se enfrentará al potente Barça en el tercer y definitivo asalto de la serie de semifinales de la Liga Endesa. Tras ganarse a pulso su derecho a soñar en una temporada memorable, el grupo de Txus Vidorreta afronta un reto de lo más exigente con una recompensa mayúscula: el billete para la gran final por el título de la ACB.

El Lenovo tiene ante sí una ocasión única, casi inimaginable hasta hace nada. La oportunidad de jugar la final de la Liga Endesa. Una posibilidad ganada a pulso en unos últimos meses en los que ha firmado un gran baloncesto; pero también una opción que se le presenta a los de Vidorreta gracias a una fe y un orgullo inquebrantables. Esas virtudes esgrimidas el miércoles para olvidar por completo el 112-69 encajado apenas 48 horas antes, y que le llevaron a tener los arrestos necesarios para forzar el desempate.

Esa capacidad de reacción convertida en el triunfo del 1-1 ha supuesto para los aurinegros inocularse una tremenda inyección de moral. Ese plus del que bien podría tirar de nuevo esta noche el cuadro tinerfeño para convertirlo en uno de sus mejores argumentos en el duelo del Palau. Una sensación de euforia mezclada con la del deber más que cumplido frente a un rival necesitado. Y es que precisamente esa angustia del Barça por no fallar y ver como su temporada queda liquidada solo con la Copa del Rey, es con la que deben tratar de jugar los de Vidorreta.