El playoff de cuartos de final entra en fase de resolución. El Lenovo, que viajó ayer por la mañana en un vuelo directo a Vitoria, juega hoy ya para clasificarse; San Pablo Burgos, no. Esta situación tiene varias maneras de manifestarse en los equipos. La tranquilidad del Lenovo frente a la necesidad de su rival. El efecto que tenga luego en la cancha es imposible de manejar a priori, pero la situación en la que llegan los aurinegros es envidiable. Ganar ya este segundo encuentro ahorra energías, máxime teniendo en cuenta que Vidorreta está utilizando una rotación corta. El martes no jugaron Yusta ni Alex López, y muy poco Sulejmanovic. Conviene recordar que, aunque pudiera parecer que la rivalidad de ambos equipos en sus seis partidos de esta temporada ha sido pareja, el conjunto lagunero ha ganando cinco veces a su rival de esta noche y solo ha concedido una derrota, severa pero intrascendente, además, en el Sweet16 de BCL (101-79).

El regreso al equipo local de Jasiel Rivero, que no estuvo el martes en La Laguna, con permiso de paternidad, y la baja por lesión de Horton son dos novedades importantes, un cara y cruz para Peñarroya antes de una cita en la que puede decir adiós a la temporada, aunque lo haría con el dulce sabor de boca de haber conquistado dos títulos internacionales.

En el lado canarista hay que seguir la evolución física de Bruno Fitipaldo, que acabó con un gemelo protegido con un vendaje por unas molestias en el tramo final del encuentro, aunque siguió jugando e influyendo.

El partido examina a jugadores que no tuvieron un buen día en el primero de la serie. Especialmente los amenzantes Thadd McFadden (que llegó a la serie con 22,3 puntos de media en los tres encuentros anteriores y el martes se fue sin anotar) y Vitor Benite (14/21 en triples en sus últimos cuatro duelos ACB, cuyo bagaje se quedó en 5 puntos). Estos datos son una demostración de la brillante defensa aurinegra (sobre el cuarto mejor ataque de ACB), aspecto que esta vez vuelve a ser la baza de Vidorreta, sobre la que construir después un buen ataque, protegiéndose de la capacidad de Burgos para robar balones (9,4 por partido en la temporada). Exactamente, se trata de repetir en la medida de lo posible todo lo que salió bien el martes y en lo que se basó el éxito lagunero. El Lenovo mandó durante casi todo el tiempo, aunque en la primera parte incurrió en muchas pérdidas de balón. Cada equipo tiene su margen de mejora ante la cita de esta tarde, pero si los de Vidorreta mantienen el nivel, van a disponer de opciones de lograr una clasificación que entraría a formar parte de las conquistas que el club encadena en los últimos años: sería su primer éxito como visitante en un playoff y entraría en una semifinales deLiga, también por primera vez.

Solo dos victorias fuera de casa en ‘playoff’ en los años 80

Con sus distintas denominaciones, en sus dos largas etapas históricas en la élite, el actual Lenovo Tenerife solo ha ganado dos partidos de playoff fuera de casa, ambas en la década de los 80. Ha jugado playoff diez temporadas, y acumula 16 derrotas. El primer triunfo lejos de casa fue en Granada, ante Oximesa, el 16 de abril de 1988 (85-98). La segunda y última, ante el Tenerife Número 1, en Santa Cruz, el 11 de mayo de 1989 (temporada 88/89), por 76-80.

Las 16 derrotas se han sucedido desde que cayó en Zaragoza ante el CAI, en la campaña 83/84. Un año más tarde, perdió ante el Caja de Ronda en Málaga. En la campaña 86/87 cedió en dos partidos de playoff fuera de casa ante Oximesa y frente al Joventut. El mismo año que ganaron en Albolote a Oximesa, cayeron luego, en el siguiente playoff ante el CAI en la capital maña. En la Liga 1989/90, en un playoff a cinco partidos, fue derrotado en los dos que jugó en Zaragoza. En la 90/91 sucedió lo mismo con el Manresa, doble derrota fuera. Luego encajó tres en Ferrol contra el OAR, que le costaron el descenso. En la nueva era constan dos derrotas en Málaga ante Unicaja en la 16/17 (con 2-1 en contra en la eliminatoria), y dos con el Real Madrid en la 17/18. En la 18/19 no jugó playoff y la pasada campaña se resolvió en la burbuja de Valencia.