Pese a mandar en el electrónico durante casi 39 minutos, aunque llegó a disponer de 16 puntos de ventaja (64-48) e incluso viendo como su rival se quedó sin un importante jugador (Horton) en medio de su intento de remontada, el Lenovo Tenerife tuvo que sufrir de lo lindo para imponerse (86-78) al San Pablo Burgos y adjudicarse así el duelo inicial de los cuartos de final. Un triunfo sufrido ante un rival que nunca hincó la rodilla y en el que los de Vidorreta sacaron partido de su paciencia, bien para producir cerca del aro (18/28 en tiros de dos), o dando con una buena inversión de balón de la que los laguneros sacaron no pocos triples: 12/29 en total. Sin embargo, fue la actividad defensiva exhibida durante algunos minutos –especialmente en el arranque del tercer cuarto y en los instantes finales del choque– lo que le permitió superar finalmente a un oponente batallador. Una excelente aplicación atrás, tanto cerca del aro como en el perímetro, donde con Fitipaldo ejerciendo de obrero incansable el cuadro aurinegro desquició por completo a los grandes referentes ofensivos burgaleses: McFadden y Benite. Entre ambos solo hicieron cinco puntos.

Si el Canarias quería recuperar sus mejores señas de identidad y entrar con paso firme al playoff, no lo pudo hacer mejor de inicio, con un catch and shoot de Salin, un balón interior que Shermadini resolvió con un ganchito (5-0) y con tres tiros libres de Cavanaugh (8-3). Sin embargo, el Burgos ajustó atrás, negando el pick and roll y colapsando la circulación exterior (cinco pérdidas locales en el primer cuarto), mientras que en el otro aro sacó provecho de la movilidad de Kravic para seguir en partido (12-11). La aportación del pívot serbio la compensó Shermadini con su capacidad de resolución bajo el aro, antes de que Guerra también sumara en el poste (18-14). Solo algunas ayudas largas (triple de Salvó) y el pobre 1/6 en triples impidieron que el Lenovo llegara al final del primer acto con una mayor renta (19-14).

La primera puesta en escena de Jenkins, ya en el segundo cuarto, supuso un punto de inflexión para el Lenovo. Atrás se pegó a McFadden, y delante se atrevió con dos triples seguidos a sendas asistencias desde dentro de Guerra. La sociedad entre el escolta y el pívot se remató con un robo del primero y un mate a la contra del grancanario para que el cuadro lagunero amagara con despegarse (27-19, 13’).

Pero el arreón local, pese un triple de Fitipaldo y un alley oop de Guerra (32-25), no tuvo continuidad, ya que entre la intensidad de manos del Burgos en los 2x1 y, sobre todo, su capacidad para hacer daño en el rebote ofensivo, el partido se igualó. Los castellanos rebañaron hasta seis segundas opciones (cuatro de ellas de Salvó) en otros tantos minutos del segundo acto. Dos tras error de tiro libre (32-31). Las dificultades aurinegras aumentaron con la pegajosa marca sobre Shermadini de Salash, que también explotó su buena mano desde el perímetro (35-34).

Situación delicada que el Canarias resolvió tirando de paciencia. Y es que cuando pareció meterse en la boca del lobo en forma de penetraciones laterales, los isleños fueron capaces de invertir el balón a la perfección para dar con un tirador liberado. Así, entre Fitipaldo y Cavanaugh elevaron las prestaciones locales desde el arco a un 6/8 en este cuarto, para, al mismo tiempo, dar un paso al frente en el marcador (45-38). El Lenovo, sin embargo, volvió a pecar de la misma falta de continuidad de los minutos anteriores. Así, entre una defensa un tanto deficiente (dos libres de Salash) y una absurda pérdida en saque de fondo tras tiempo muerto que aprovechó luego Renfroe, la ventaja canarista al intermedio quedó reducida a tres exiguos puntos (45-42).

A modo de propósito de enmienda, la vuelta canarista de vestuarios fue casi inmaculada. Doornekamp anotó de tres en la primera bola del periodo, y aunque los de Vidorreta desperdiciaron un par de ataques, su actividad atrás (colectiva y en el uno contra uno) fue tan superlativa que el Burgos tardó más de cinco minutos en hacer su primera canasta en juego mientras vivió de solo cuatro tiros libres (58-48).

A la vez que se vació en su lado de la pista, en campo ofensivo el Lenovo se encomendó a la calidad de sus bases. Primero a la mano de Fitipaldo, que sacó lustre a su tiro exterior con dos triples seguidos. Y a continuación tirando de la capacidad única de definición de Huertas, que explotó la liviana defensa de McFadden para hacer cinco puntos consecutivos y servirle en bandeja a Guerra un 2+1. Con este equilibrio los laguneros alcanzaron su mayor renta hasta ese momento (64-48, 26’).

Ahí el Burgos apretó los dientes para no rendirse antes de tiempo. Lo hizo el conjunto de Joan Peñarroya con más intensidad defensiva (lo que llevó a malos tiros a los aurinegros) y también rentabilizando algún rebote ofensivo, un triple de Cook y un inusual acierto en el tiro libre (16/18). Pero solo le dio a los visitantes para colocarse a 11 (66-55) antes del mazazo que supuso perder por lesión a Horton.

Ahí, y quizá por verse ganador antes de tiempo, el Lenovo empezó a ser irreconocible. Erró tiros liberados (Sergio Rodríguez) y eligió otros muy forzados (Salin), para solo anotar una canasta (Shermadini tras rebote ofensivo) en casi cinco minutos. Escasa producción que el Burgos aprovechó para sumar con regularidad en un parcial que llegó a ser de 2-17 y con el que se colocó en franquicia por primera vez en todo el encuentro: 68-70 con poco más de cinco minutos por delante.

El Canarias se había sumergido en el fango. Casi sin darse cuenta. Pero por deméritos propios. Y la mejor manera para salir de él fue recurrir a sus mejores armas. Primero una buena circulación de balón para dar con Doornekamp y Cavanaugh liberados en el 6,75 (74-71), y luego, como no, sacando tajada de la calidad de su Dúo Dinámico. Así, Shermadini anotó dos libres, provocó un robo en un 2x1 lejos del aro y más tarde convirtió debajo de canasta. Mientras, y a la vez que Fitipaldo terminó de sacar del partido a McFadden, Huertas sentenció con dos canastas más (84-76) para amarrar el primer triunfo de la serie y acariciar ya las semifinales. Mañana, en Burgos, el Canarias puede añadir un hito a su reciente brillante historia. En el peor de los casos, el Santiago Martín aguardará el sábado para el desenlace sin red.