Sin excesiva brillantez, con algo de intermitencia y pese a tener un discreto día en el tiro exterior (8/22), al Lenovo Tenerife le dio de sobra algunos erreones para tumbar sin agobios al colista Acunsa GBC. Una salida en tromba que le permitió situarse con 25-9 en apenas seis minutos, otro parcial de 10-0 cuando más apretó su rival (38-36) y una segunda notable puesta en escena tras el intermedio (60-43) fueron más que suficientes para que el cuadro canarista superara a su rival y sumara así su vigesimoséptimo triunfo del curso.

Un nuevo resultado positivo en un escenario casi perfecto, ya que Vidorreta pudo rotar a su plantel, con solo tres jugadores por encima de los 20 minutos. Casi un lujo a estas alturas de la temporada y con lo que está por llegar en las próximas semanas. Con Shermadini una vez más en plan imperial, solo algunos altibajos impidieron al cuadro lagunero firmar unos números de escándalo. Aún así, los isleños se quedaron al borde de la centena (repartiendo 29 asistencias y yéndose a los 66 puntos en la pintura); y atrás, salvo un intervalo concreto (entre los minutos 7 y el 17) en el que encajaron un parcial de 13-27, solo recibieron 42 puntos en los restantes tres cuartos.

La salida canarista fue fulgurante, con situaciones muy cómodas -casi insultantes- debajo del aro, tanto por trabajo propio de Shermadini, tras robos (Salin y Fitipaldo) y contras, e incluso en saque de fondo. Así, en poco más de tres minutos los aurinegros se pusieron con 13-0 en una racha que ni Nicola pudo frenar con un tiempo muerto. Con Shermadini en modo asistente (para los triples de Fitipaldo y Doornekamp) y siendo casi imparable dentro de la zona, la renta local creció hasta el 25-9 (7’). El partido pudo haberse acabado demasiado pronto.

Quizá liberado de presión el Acunsa, y ayudado por alguna defensa muy blanda de los locales (sobre todo Guerra a la hora de tapar el tiro) con la puesta en escena de las rotaciones, el encuentro cambió de tendencia. Los donostiarras comenzaron a meter desde el arco (2-10) y aunque el Lenovo mantuvo cierta puntería en la anotación hasta el final del primer acto (32-21), no evitaron que su oponente fabricara un 7-21 que dejó en anécdota el desigual arranque de la contienda (34-32).

La inesperada reacción del Acunsa colapsó a los aurinegros, ya sin la puntería del inicio (1/9 en tiros de campo, errando varios triples liberados) y con un balance defensivo más que deficiente que permitió, varias veces, correr a placer a su adversario. Así, el GBC alargó su buen momento para agarrarse con todo al duelo (38-36). Fueron la garra de Sulejmanovic a ambos lados de la cancha, la aportación bajo el aro de Rodríguez, y la vuelta a escena de Fitipaldo y de un imperial Shermadini (14+6 para 22 de valoración en el intermedio) los factores que devolvieron al Lenovo (10-0 y 16 puntos en cuatro minutos) a una situación algo más previsible poco antes del descanso (48-36).

Sin el apremio de los minutos previos, la puesta escena aurinegra del tercer cuarto se aproximó a la del inicio del duelo, esta vez capitalizada por ocho puntos seguidos de Shermadini (60-43). Corriendo alguna que otra vez y respondiendo con solvencia y sin apenas problema al intercambio de canastas en el que se metió el duelo, el Lenovo mantuvo una considerable ventaja: 71-55 tras 2+1 de Guerra). Esta vez con la sensación de que ya no habría reacción rival... por mucho que el Canarias se empeñara en no meter una desde el perímetro: 0/5 en el cuarto y 4/16 en total hasta ese momento.

Con un +18 de colchón, los 10 minutos finales apenas tuvieron historia, si bien, y como si de un ciclo se tratara, el encuentro se acercó a sus prestaciones del segundo periodo, con un Canarias espeso en ataque y un Acunsa atinado desde el perímetro (80-65, 35’). Situación momentánea porque el final (pese a un mal perder de Radoncic) fue más que plácido para los aurinegros (90-67, 37’), que dan otro paso más en su propósito de acabar terceros la fase regular.