El Sweet 16 de la Basketball Champions League arranca con buen pie para el Lenovo Tenerife. De nuevo, y tal y como ocurriera el domingo en Santiago contra el Obradoiro, el conjunto lagunero ha firmado una sobresaliente segunda mitad (parcial de 28-45) para doblegar con comodidad al Igokea bosnio (82-62). Se repusieron los laguneros a un arranque irregular (10-4), llegaron a tener 15 de renta mediado el segundo cuarto (21-36) y aunque el conjunto local amagó con meterse de lleno en el choque (34-37) antes de los dos últimos cuartos, la velocidad de crucero de los aurinegros acabó decantando la balanza.

A nivel individual Gio Shermadini marcó diferencias bajo los aros para acabar con 17 puntos, a lo que añadió cuatro rebotes, cinco asistencias y dos robos para 23 de valoración, mientras que Sasu Salin, con 19 puntos, resultó clave para desatascar un mal inicio desde el perímetro. Huertas, con 12 puntos (y seis asistencias); y Cavanaugh, con los mismos tantos (más seis rebotes), fueron los otros jugadores canaristas en dobles dígitos.

Le costó entrar en calor a los canaristas, imprecisos en medio del juego de alta velocidad propuesto por su rival. Sufrieron algunos minutos los isleños, que se vieron huérfanos de aportación exterior (0/5 en triples) y tampoco encontraron referentes dentro, toda vez que cada vez que Fran Guerra recibió dentro era objeto de ayudas. Con el Igokea corriendo cada vez que pudo el Lenovo se vio 10-4 abajo (5').

Pero todo cambió con las primeras rotaciones. Salin rompió con la sequía desde el arco tras una buena circulación (10-7), si bien fue Shermadini el que resultó realmente diferencial. El georgiano anotó dos libres, repartió dos asistencias (Cavanaugh bajo el aro y triple de Rodríguez) y volvió a anotar bajo el aro para colocar por delante a los suyos (15-16). El impulso se mantuvo con un nuevo triple de Rodríguez y una canasta de Huertas para el 15-21.

El segundo acelerón aurinegro lo protagonizó el citado Salin, que participó activamente en siete puntos consecutivos del Lenovo: canasta tras rebotear su propio fallo, tres libres y asistencia a la carrera para Cavanaugh. El parcial alcanzó un 5-23 y obligó a Dragan Bajic a pedir tiempo para frenar el vendaval canarista (17-30).

Pese a que Jovanovic sacó de entre las cuerdas al Igokea gracias a su movilidad interior, el Lenovo alcanzó su máxima diferencia con un triple de Huertas (21-36). Sin embargo, el choque volvió a dar otro giro radical, esta vez por un aspecto extradeportivo, la caída del LED publicitario frente al banquillo canarista que tuvo el encuentro parado varios minutos.

Ahí el Canarias se enfrió, errando tiros relativamente cómodos, como una contra o dos triples liberados de Cavanaugh desde las esquinas, si bien su desacierto tuvo una respuesta similar en el otro aro. Pero lejos de aprovechar la oportunidad perdida por el Igokea, el cuadro lagunero no despertó. Se atascó ante la zona local, no logró encontrar situaciones claras para Shermadini ni Guerra, pero sobre todo se mostraron demasiado blandos detrás.

Reeditando deficiencias del arranque del curso, el Canarias no estuvo sólido en la pintura. Permitió que el cuadro bosnio se moviera con soltura cerca de aro y además le dejó hacer daño en el rebote ofensivo. El resultado numérico, 26 puntos al descanso del Igokea dentro de la pintura, 10 de ellos fruto de las segundas opciones, un total de siete en los dos primeros cuartos.

Sin ser capaz de anotar ni una sola canasta en juego (y solo un tiro libre fruto de una técnica al entrenador local) a lo largo de más de seis minutos, el Canarias encajó un parcial de 13-1 que no solo le impidió dejar encarrilado el encuentro (como amagó con hacerlo en el 21-36) sino que vio como su rival se metió de lleno en el partido (34-37), con el añadido del despertar de Clemmons, bien atado durante 19 minutos antes de anotar el triple que acercó a su equipo.

Un inteligente ataque sobre la zona bosnia (con canasta de Shermadini) y un triple de Salin parecieron dar aire a la vuelta de vestuarios (36-42) a los isleños, que sin embargo no fueron capaces de cerrar su particular sangría en el rebote de su aro, concediendo otras cuatro segundas opciones en menos de tres minutos y medio (40-42).

Un triple a la desesperada de Fitipaldo y un nuevo golpe de autoridad de Shermadini (2+1, otra canasta y asistencia para el triple de Salin) volvieron a permitir a los de Vidorreta pegar un pequeño estirón (46-53), que tuvo su continuidad con un triple desde la esquina de Doornekamp para el +8 (48-56). Pese a que los locales se agarraron al partido a base de una mayor actividad y empuje interiores (52-56), tres acciones seguidas de Fitipaldo devolvieron los ocho de renta para el Lenovo justo antes del cuarto final (52-60).

Con un quinteto pequeño (dos bases y Salin de tres), el Canarias aumentó su intensidad atrás (solo concedió dos rebotes ofensivos en este periodo final) y le dio una marcha más a sus ataques, una situación en la que Cavanaugh fue el más beneficiado (54-66), ayudado también por un Guerra no muy acertado en ataque, pero que sí sacó del partido a Carmichael (antideportiva y técnica). Fabricó así el Lenovo un parcial de 2-14 con el que se disparó hasta el 54-70 con poco más de cinco minutos por delante. Lejos de reeditar la pájara del segundo cuarto, el conjunto lagunero amplió incluso su renta para acabar venciendo por 20 puntos en su primera y trascendental victoria de la segunda fase continental.