Internamente está igual de dolido que la plantilla por no haber alcanzado la final. Con perspectiva Félix Hernández sabe que el Lenovo Tenerife ha salido reforzado de la Copa del Rey como clara alternativa al dominio de los grandes. Por eso, aunque sin abandonar la prudencia habitual, cree que su equipo acabará jugando el partido decisivo.

¿Solo unas horas después de la derrota en semifinales, ¿cuáles son las sensaciones de Félix Hernández de esta Copa del Rey de Madrid?

Pues buenas, buenas. Me quedo con que un montón de gente que no es del Canarias coincide en lo mismo, en que hemos venido para quedarnos. Que competimos al mismo nivel de los grandes, sabiendo quiénes son unos y quiénes son otros. Perder contra el Madrid de esa forma, estando la mayor parte del encuentro por delante y viendo que el rival se tiene que exprimir al máximo para ganar, te deja grandes sensaciones. Estoy muy satisfecho.

Con esas tres semifinales en las cinco últimas copas, ¿se puede considerar que el Canarias ya está entre los grandes?

No somos nosotros los que debemos decir eso, pero las estadísticas hablan de que en los últimos años estamos ahí. Y estamos merecidamente, aunque por presupuesto ese no sea nuestro sitio natural. Por eso no podemos creer que somos como ellos; sí competirles de tú a tú, pero sabiendo quiénes somos.

Supongo que será un orgullo para usted, como presidente, ver como muchos hablan maravillas sobre el baloncesto que hace el Lenovo Tenerife...

Sí, sí. Tanto a nivel deportivo como en el plano institucional. Esta ha sido una Copa de ruborizarnos, ya que todo el mundo habla de nuestro juego, pero también resalta que hayamos conseguido un patrocinador en plena pandemia para seguir creciendo, o de nuestra gestión económica. La verdad que es una satisfacción que todo el mundo lo diga, pero eso no nos puede desviar del camino trazado para que todo se eche a perder.

¿Con qué imagen se han quedado los responsables de Lenovo en esta Copa?

Están contentísimos. Ya el primer día no se lo creían y en semifinales disfrutaron muchísimo. No se imaginaban que pudiéramos dar esa imagen contra el Real Madrid y pensaban que íbamos a perder de una manera muy amplia. Las sensaciones fueron muy buenas.

¿Qué le faltó al Canarias el sábado para poderse meter en la final?

Más que faltarnos algo es qué le sobró al Madrid respecto a nosotros. Ellos se aplicaron mucho, mostrando su físico, su altura... Si nosotros no hubiéramos empezado tan bien seguramente el resultado final habría sido de una diferencia mayor. Estamos jugando muy bien al baloncesto y por eso el resultado fue tan ajustado. Creo que el sábado, salvo al Madrid y al Barça, le hubiéramos ganado a cualquier otro equipo.

De todas formas, la defensa del Real Madrid en la segunda parte subió mucho su intensidad...

Claro, claro. Si no ponen esa intensidad pienso que hubiéramos ganado. Hay muchas manos que no se pitan en un lado de la cancha, pero en el otro sí. Por ejemplo, hubo dos acciones seguidas al final, un saque de fondo que era nuestro y una falta a Marcelinho en una penetración, que nos podían haber puesto a un punto en ese momento, pero... De todas formas, el arbitraje en general estuvo bien, aunque siempre haya pequeños detalles en los que podemos salir perjudicados. Son acciones que lógicamente miramos con lupa, pero me quedo con que estamos siendo capaces de competir contra los grandes.

¿En el minuto 16, con su equipo 18 arriba, llegó a imaginarse ya jugando la final?

No, no, para nada. En ese momento estaba pensando en los 20 puntos de ventaja que tuvo el Unicaja contra el Barça. Estos equipos grandes tienen muchos recursos, sobre todo físicos. Además, en las semifinales vimos al mejor Tavares de los últimos tiempos, el de su versión más determinante, y eso es algo que se nota. Y aún así llegamos con opciones al final. Son de esas derrotas que no las sufres ni acabas mal porque sabes que has hecho todo lo posible pero al final tu rival ha sido mejor.

¿No se le queda la impresión de que el CB Canarias no pudo aprovechar una oportunidad que a lo mejor es única? ¿O directamente no cree que sea única?

Debemos ser conscientes, como ya han dicho algunos, que ya llegar a las semifinales es a lo más que podemos aspirar los equipos a terrenales. Algún día podría darse una sorpresa, que casi fue ayer [por el sábado], por lo que estoy convencido de que alguna otra oportunidad tendremos seguro.

Precisamente Vidorreta dijo tras el partido que él seguirá perseverando para tratar de meter al equipo en una final de Copa...

Sí, sí, nosotros seguiremos insistiendo, aunque cada vez será más complicado porque el resto de clubes también irán mejorando, como el Burgos, el Gran Canaria, el Valencia, el Unicaja... Pero no podemos rendirnos y decir que como se fue esta oportunidad ya no tendremos ninguna más porque seguro que se nos presentará.

También dijo el entrenador que ahora se pone como propósito el tratar de acabar la fase regular entre los cuatro primeros y luchar por el título de la Basketball Champions League...

Sí, sí. Ese es el reto que se han puesto los técnicos y los jugadores y me parece genial porque quiere decir que somos ambiciosos. Nosotros como club queremos seguir creciendo partido a partido pero sin marcarnos un objetivo claro deportivo, sobre todo para luego no crear desazón y frustración en los aficionados. Pero está claro que nos encanta muchísimo que el equipo se ponga esas metas.

Estos días se le ha visto en el palco junto al presidente de la ACB, Antonio Martín. ¿Pudo hablar de la posibilidad de repetir un gran evento en la Isla próximamente para compensar que la Supercopa de septiembre no tuvo público?

No hablamos de eso, no, pero está claro que cada vez que surge el tema de organizar un evento estamos a la expectativa. Sí hablamos, junto a Jorge Garbajosa, de otros temas, como el crecimiento del club, de Fran Guerra, del baloncesto en general...