Sin premio, pero sin reproches. El Lenovo Tenerife ha caído eliminado en semifinales de la Copa del Rey tras perder por 85-79 frente a un Real Madrid al que ha tenido contra las cuerdas durante más de 25 minutos. Gracias a unos primeros 15 minutos primorosos el bando aurinegro ha dispuesto de una renta de hasta 18 puntos (22-40), pero la reacción blanca antes del descanso (40-46) y la intensidad defensiva de los de Laso ya en a segunda mitad ha colapsado por completo al cuadro isleño, huérfano de su mejor arma, el tiro exterior. 

Pese a encajar un parcial de 13-0 que le llevó a estar 64-59, el Canarias no bajó los brazos y llegó en clara disposición de luchar por la victoria (71-70), pero ahí los triples de Deck y Causeur (acabaron con 18 tatos cada uno) definieron la contienda (79-72) pese al esfuerzo final de Doornekamp (81-77). Huertas, con 22 puntos y cinco rebotes, fue el mejor de los canaristas, mientras que Fran Guerra (suplió el pobre encuentro de Shermadini) aportó 15 puntos y Bruno Fitipaldo colaboró con otros 13.  

Su insistencia para cargar el rebote ofensivo evitó la más mínima duda de entrada en el cuadro lagunero, que con paciencia en la circulación (triples de Fitipaldo y Doornekamp) y valentía yendo hacia canasta (2+1 de Guerra en la continuación) sumó de tres en sus primeros ataques (3-9). A ello añadió el conjunto isleño la determinación de Guerra para postear a Tavares y la de Cavanaugh para mirar el aro en llegada (9-13). Solo unas ayudas interiores algo largas permitieron al Madrid sumar desde el perímetro, y luego también en alguna que otra transición canarista un poco lenta (11-13).

Tres malos ataques consecutivos no descompusieron al Lenovo Tenerife, que supo ser sólido atrás, tanto en el cinco contra cinco como en la marca personal sobre Deck en el poste bajo, donde los blancos se empeñaron en meter balones. Mediado el primer cuarto, la entrada de Huertas dio otra velocidad a los isleños, que que el brasileño supo resolver con su clásico tiro cuando le negaron la continuación a su pívot, y además salir a la carrera cuando pudo hacerlo (11-19). 

Pero el Lenovo se topó con el primer problema serio de choque, la segunda falta de Shermadini en el minuto 8. Ahí sufrieron los de Vidorreta debajo de los dos aros (19-21), más todavía cuando Guerra también cometió su segunda falta (12'). Al técnico canarista no le quedó otra que jugar con cinco pequeños pero ahí, en la adversidad, fue cuando se vio al mejor Canarias. Los laguneros pusieron en escena más piernas para evitar que el Madrid corriera y también una mayor garra (liderada por Sulejmanovic) para ir todos a una en el rebote defensivo. 

Estabilizado el contratiempo, el Lenovo Tenerife volvió a atacar como le gusta, largo y con inteligencia. Se explica así como los aurinegros encontraron en las dos esquinas a Cavanaugh para sendos triples, y que obtuvieran recompensa (en otro triple de Fitipaldo) tras el rechace ofensivo peleado por Sule. Multiplicados atrás, los isleños tocaron techo con otros tres puntos de Bruno y un libre de Huertas para el 22-40 tras la técnica a Laso (16'). El Canarias había firmado cuarto y medio soberbio, e incluso tuvo bola (triple de fitipaldo) para irse al +21.

El Madrid, sin embargo, encontró en Llull y Tavares a su tabla de salvación. El pívot intimidó con dos tapones seguidos y el balear tiró de verticalidad varias veces para anotar debajo del aro. El cuadro blanco logró salir de entre las cuerdas jugando a campo abierto (28-40) y aunque Fitipaldo amagó con meter el choque en un intercambio de canastas que pareció beneficioso para los isleños (30-44), el Lenovo perdió casi por completo su fluidez ofensiva y sufrió la impronta interior de Deck primero y la producción exterior madridista después. Así, los triples de Rudy y Causeur, el segundo de ellos para cerrar el cuarto, dejaron la renta canarista en solo seis puntos (40-46). Botín más que deseado antes del choque, pero que supo a poco a tenor del primoroso arranque canarista.

A la vuelta de vestuarios, Buterfield con un trile en la primera bola que tocó, y hasta tres acciones interiores de Guerra (superior a Tavares cada vez que logró sellarlo en el poste bajo, y más rápido que él en la continuacion), parecieron devolver el tempo de partido al Lenovo Tenerife (46-55), que con dos canastas más de Huertas alcanzó el ecuador del tercer cuarto con una sustanciosa renta (51-59).

Sin embargo, ahí cambió todo. El Real Madrid endureció varios puntos su defensa, amparado en la intimidación de Tavares y la actividad exterior de Causeur, principal culpable del cortocircuito de los bases canaristas. El Lenovo no encontró nunca a sus tiradores en las esquinas, fue incapaz de desbordar, ni tampoco produjo en el interior, básicamente porque cualquier intento fue abortado por la presencia del poste caboverdiano banco. En bonus (5/6 el Madrid en el cuarto), el Canarias vio como con su rosario de pérdidas (seis en el tercer cuarto) su rival corrió más que nunca llevando el partido donde más le convino. Encajó así el conjunto lagunero un parcial de 13-0 con el que su rival tomó la delantera por primera vez en todo el partido (64-59). Solo un 2+1 de Huertas tras el enésimo tiro apurado de los isleños dio algo de aire al Canarias antes de los diez minutos finales (65-62).

Con otras dos pérdidas, huérfano de situaciones claras de tiro y un triple liberado errado por Yusta, el Canarias no pudo cambiar la dinámica de un encuentro que cada vez se le torció más (67-62). Logró al menos el cuadro de Vidorreta, en medio de los errores en los dos aros, no irse del choque (71-70), pero ahí dos triples seguidos de los de Laso (79-72) le pusieron la puntilla a un Lenovo Tenerife que, pese a un triple de Doornekamp (81-77) no fue capaz de dar con la tecla para invertir el marcador en los minutos finales. Cabeza alta para los aurinegros a pesar de la derrota.

Rueda de prensa de Pablo Laso y Txus Vidorreta