La temporada pasada el Lenovo Tenerife vio cómo, en el Santiago Martín, se le escapaba el triunfo frente al Baskonia en el último suspiro. En aquella ocasión los aurinegros fueron casi siempre a remolque, sabiendo sufrir y llegando en disposición de luchar por la victoria. Ayer, la historia resultó prácticamente un calco, aunque a la inversa. Fue el cuadro lagunero el que llevó casi siempre la iniciativa en el electrónico (máxima renta de 11 puntos y casi 29 minutos por delante) frente a un adversario que nunca bajó los brazos y que afrontó con vida el momento de la verdad. Ahí, en ese suspiro final, fue cuando el equipo canarista no logró revertir una historia que va camino de convertirse en maldición, toda vez que la de anoche es la sexta derrota consecutiva del CB Canarias contra el Baskonia.

Casi hasta el minuto y medio final fue el Lenovo el que marcó los tiempos. Aguantó cada uno de los envites de su rival, al que pudo mirar a los ojos gracias a una gran actividad defensiva y –pese a no tener un gran día desde el perímetro– su inteligencia en ataque. Así, los de Vidorreta llegaron a disponer de un 74-69 a 4’38” de la conclusión. El curso pasado, en el mismo momento, el electrónico marcaba un 72-67. Entre Jekiri (el curso anterior lo hizo Fall) y Henry (a la postre anotador de la canasta de la victoria en ambos duelos) obraron la remontada alavesa. Anoche, con 79-81, el Canarias atacó para ganar con 29 segundos de margen. Al igual que hizo el ejercicio pasado con 78-79. Y como en aquel partido, la ofensiva canarista fue a trompicones. Salin dispuso de un triple que escupió el aro, aunque en el rebote el balón acabó en las manos de Huertas. El 27 de octubre de 2019 el paulista falló desde el 6,75 la canasta del triunfo. Esta vez, y en mismo aro que un curso atrás, tampoco acertó en un lanzamiento relativamente franco desde el perímetro. Cruel desenlace para el brasileño y, en general, para un equipo que mereció tumbar al cuadro de Dusko Ivanovic.

Tiró de entrada el Lenovo de la movilidad de Salin ante Giedraitis, y su conexión con Guerra, de nuevo titular. Entre los dos se combinaron para hacer los primeros siete puntos de los locales (7-5), que también tuvieron un buen argumento en varias circulaciones pacientes (11-7). El cuadro lagunero esquivó cualquier susto inicial, pero en cambio evitó que su rival hiciera daño desde el perímetro (4/5) para un parcial de 0-9 (11-16). Además, con la entrada en pista de Shermadini, los laguneros se atascaron por momentos en ataque ante las ayudas interiores de los visitantes.

Pero la espesura canarista apenas duró unos momentos, ya que con la dirección de Huertas el Lenovo comenzó a producir de manera colectiva. Doornekamp insistió desde la esquina, Yusta sacó lustre a su capacidad física en el dos, Shermadini comenzó a encontrarse cómodo dentro (2+1 ante Diop) y Sulejmanovic puso de manifiesto su innata capacidad para rebotear y además anotar desde la esquina. Así lograron los locales un 11-2 (22-18) que tuvo continuidad en el arranque del segundo periodo con la clásica bombita de Huertas y otros dos chispazos de calidad (triple y penetración por fuerza) de Yusta.

El estirón tinerfeño llegó hasta el 18-2 para un 29-18 (13’). Sustanciosa renta labrada no solo por el acierto ofensivo de los de Vidorreta, sino también gracias a una actividad defensiva superlativa. En el uno contra uno, en los cambios y en las ayudas, llevando al Baskonia a varias posesiones al límite de los 24. Los aurinegros evitaron el daño en el interior, e igualmente anularon la productividad exterior de su oponente (1/1 en triples en el segundo acto), que durante un buen rato solo produjo desde el 4,60 (9/9 en el periodo) para reducir diferencias (31-27).

Un triple de Vildoza (33-30) terminó de estabilizar el duelo, que ya se movió hasta la bocina final en un intercambio de golpes. Gracias a una continua reedición de su esfuerzo defensivo, el Lenovo no se descompuso ante el empuje rival. Delante, certero desde el 4,60 (6/6 en este acto) y con la vuelta de Doornekamp a su mejor versión ofensiva (dos libres, triple y asistencia), los isleños mantuvieron intacta su corta renta (40-34). Sin haber firmado una primera parte soberbia (42-38), los aurinegros se vaciaron atrás y minimizaron errores delante (cuatro pérdidas al descanso y seis al final) para creer en el triunfo.

Se mantuvo el toma y daca a la vuelta de vestuarios, y aunque el Lenovo se agarró a los puntos de Doornekamp y Shermadini (47-43 y 49-45), no pudo atar en corto a un soberbio Vildoza (siete tantos seguidos) ni impedir que se repitiera la producción inicial de los visitantes desde el perímetro. Así, con los triples de Polonara y Raiestie, el Baskonia recuperó la delantera 16 minutos después (50-51). Trance delicado para el Lenovo, que además vio como su caudal ofensivo se secó por momentos. Ya fuera por no dar con situaciones claras de tiro (Jekiri contuvo bien a Shermadini) o directamente por falta de acierto. Ahí, los de Vidorreta volvieron a multiplicarse en las ayudas defensivas de los pequeños, que con muchas manos equilibraron los errores de ambos conjuntos en los dos lados de la cancha.

Esa chispa atrás le dio algo de clarividencia a los laguneros en medio de tantos ataques a trompicones, y primero con Fitipaldo y luego con la superioridad interior de Guerra (ante la ausencia de un cinco puro en el cuadro vitoriano) los locales volvieron a pegar un pequeño estirón (59-54). Pero como ocurriera en el epílogo del segundo acto, el Baskonia también apretó atrás (dos tapones de Polonara) y se mostró infalible desde el 4,60 (6/6) para dejar de nuevo el partido en un pañuelo. La guerra táctica afrontó su última batalla en tablas.

Y nada cambió en el cuarto periodo, ya que cualquier acelerón de uno de los equipos era inmediatamente respondido por el otro. Así, Ivanovic cortó de raíz, con un tiempo muerto, el 6-2 de los locales en menos de dos minutos (67-62) del que salió el Baskonia con dos canastas de Jekiri (67-66). Volvió a sumar el Lenovo con un triple de Salin y una canasta de Cavanaugh (74-69), pero entre Peters y Giedraitis los visitantes volvieron a tomar la delantera (74-76) en un partido en el que cada fallo fue cada vez más penalizado. Fitipaldo convirtió de tres, pero la conexión Henry-Jekiri fabricó un 2+1 (77-79). Gio puso las tablas antes de que erraran Henry y Cavanaugh, aunque con 29 segundos por jugarse el base galo no falló entrando hasta la cocina (79-81). El Lenovo decidió jugar largo y aunque la pizarra para el triple de Salin no salió, el finés dispuso de un tiro que se fue al hierro. En el rebote, Huertas también la tuvo, pero como en el duelo del curso pasado, el aro le dio la espalda al brasileño.