Derrota en Dinamarca sin reproche alguno. Sin nada en juego, con la ausencia de varios de sus jugadores más importantes (Shermadini, Cavanaugh, Buttgerfield y Sergio Rodríguez) y frente a un rival que quiso apurar sus pocas opciones de clasificación, el Iberostar Tenerife sucumbió de forma clara en su visita al Bakken Bears. Un resultado negativo hasta cierto punto previsible ya que los aurinegros, con el liderato de grupo ya amarrado, tenían más que perder –en forma de posible lesión– que ganar. Y ante la ausencia de la imperiosidad de sacar adelante este compromiso, ayer se vio a un Canarias diferente y sin la mordiente de costumbre.

Sin demasiado fondo de armario (viajaron 10 profesionales) y con varias de sus piezas lejos de su mejor forma, el plantel de Txus Vidorreta acabó también presa de una cierta relajación mental. Esa que le impidió mostrar un mejor balance defensivo que abortara las continuas contras a placer a su adversario (22 puntos al contragolpe), la misma que en otras circunstancias hubiera evitado que los locales anotaran nada menos que 48 tantos en la pintura, y esa que también hubiese llevado a marcas más férreas, tanto para dificultar penetraciones como para molestar más ostensiblemente los lanzamientos exteriores. Defectos a todas luces ayer lógicos para un equipo al que no se le podía exigir más allá de lo que mostró hasta el minuto 15 (30-29), y que saca como mejor lectura del choque las reapariciones, tras lesión, de Santi Yusta y Georgios Bogris.

Le bastó al Iberostar de entrada con la superioridad interior y la visión de juego de Fran Guerra, y con el acierto de sus exteriores (anotaron de tres Salin, Fitipaldo y Dani Díez en dos ocasiones) para llevar la delantera en el electrónico (12-16). A la misma vez los aurinegros lograron atar en corto a QJ Peterson, máximo anotador del cuadro danés pero que no pudo convertir un solo punto en todo el primer cuarto. Sin embargo, los laguneros se toparon con una inesperada vía de agua en la figura de Jukic, capaz de producir desde el exterior, posteando a Salin y también en penetración para irse hasta los 11 puntos en solo ocho minutos (16-18). Pese al control total de su rebote (ni una sola captura ofensiva de los locales en el acto inicial cuando promediaron 16 en los cinco partidos anteriores), algunas intermitencias ofensivas impidieron al cuadro canarista mantener la delantera al final del primer periodo (20-20).

Ya con la segunda unidad en pista (incluidas las reapariciones de Yusta y Bogris), el Iberostar acusó unas flojas prestaciones en el tiro exterior (hasta el acierto de Yusta fueron seis triples seguidos errados, pese a ser la mayoría liberados), un par de pérdidas seguidas de Fitipaldo, el despertar de Peterson y, sobre todo, un balance defensivo que dejó mucho que desear (28-25). Pese a aguantar con un par de acciones interiores (30-29), la vuelta a cancha de Jukic (cinco puntos seguidos), la insistencia de los locales por pescar en las segundas opciones (tres para producir cuatro puntos) y hasta tres errores seguidos de los isleños bajo el aro obraron un 9-0 que disparó a los locales hasta el 39-30.

La entrada en pista de Guerra (11 puntos al descanso) puso fin a los malos minutos ofensivos del cuadro lagunero (39-34), pero entre una rigurosa falta en ataque señalada sobre Sulejmanovic, y una mala defensa final (dejando solo en la esquina a Laerke para el triple), el Canarias se fue al intermedio ocho abajo (42-34).

Con varias acciones interiores sin la presión defensiva necesaria (canastas de Stephens y Diouf), el cuadro local elevó su ventaja hasta los 12 puntos (46-34) a la vuelta de vestuarios, si bien el Iberostar reaccionó gracias a su acierto exterior, con dos triples de Doornekamp, un tercero de Huertas y otro más de Díez para volver a meterse en el encuentro (55-50). Sin embargo, con más piernas y tensión, el bando local sacó tajada de varias penetraciones (canasta de Peterson y 2+1 de Evans) para abrir de nuevo brecha (60-50).

A trompicones, y muchas veces tirando de clase, el cuadro de Txus Vidorreta puso el gancho para mantener vivas sus opciones de victoria (60-54 y 62-56) a pesar de un par de malas acciones –triple errado y la enésima mala transición defensiva– en ambos lados de la pista justo antes de terminar el tercer acto (65-56). Pese a mantener a su adversario por debajo de su media reboteadora (siete capturas ofensivas para otros tantos puntos se segunda opción), los 36 puntos que recibió dentro de la pintura en los tres primeros cuartos fueron un dato más que sintomático de la ausencia de la chispa necesaria en el bando canarista.

Se mantuvo la tendencia del encuentro en los minutos iniciales del cuarto periodo, lo que solo le dio al bando aurinegro para situarse a siete tantos (69-62). Sin que llegara el necesario punto de inflexión, un nuevo bajón en la transición defensiva (con contras locales de hasta de 3x0) y la inspiración del Bakken Bears desde el 6,75 (triples de Diouf, Ongwae, Jukic y Peterson) terminaron de romper el choque en favor del bando local (88-70). Y es que el equipo danés siguió corriendo (22 puntos a la contra) y jugando por encima del aro a placer. Sin nada en disputa, y pese a los aciertos exteriores de López y Brnovic (88-76), el Iberostar se rindió a la lógica, terminó de bajar los brazos y encajó una derrota tan abultada (96-78) como intrascendente. El domingo, ya sin excusas, toca el Manresa.