Nada menos que 89 puntos recibió en San Sebastián el Iberostar Tenerife de manos del que es, con mucha diferencia, el peor anotador en lo que se lleva jugado de campeonato en la ACB. Hasta ayer el Gipuzkoa promediaba menos de 71 puntos por duelo y solo una vez, la pasada jornada contra el Bilbao, había alcanzado los 80. La otra ocasión en la que superó dicho guarismo fue en el triunfo contra el Andorra (86-82), pero tras una prórroga a la que se llegó con 73-73.

En el duelo de este domingo, sin embargo, el Acunsa rebasó su tope con solvencia, merced básicamente a los 40 puntos anotados en los últimos 12 minutos de partido. Con 49-62, pero sin la chispa defensiva necesaria, el Canarias vio como su rival le anotó siete tiros consecutivos sin fallo (cinco de ellos triples) para un total de 19 tantos en apenas cuatro minutos. El inicio de una hoja de servicios que, hasta el 86-80, fue casi inmaculada para los locales: 6/8 en tiros de dos, 6/8 en triples y 7/7 en libres. En total, 37 puntos en 10 minutos y escasos segundos. No se quedó atrás el Iberostar, que desde ese 49-62 se fue hasta un 11/13 en lanzamientos de dos; sin embargo, su nulidad en el triple (0/5) y sus concesiones defensivas hasta la bocina final le penaron.

Esa grieta en el plano defensivo se hizo todavía más patente en el tiro de tres del rival canarista. Y es que en sus 17 primeros encuentros el Acunsa promediaba un escaso 31,39% de efectividad en el tiro de tres -más de 13 puntos porcentuales peor que el conjunto isleño-, y apenas 8,23 triples convertidos por encuentro. Ayer los donostiarras se fueron hasta el 12/21, un 57,14% de efectividad con el que superó, también de largo, su mejor día desde el 6,75: 40% con el 10/25 frente al San Pablo Burgos. Sin la efectividad de costumbre (7/23), el Iberostar terminó de firmar su sentencia de muerte en Donosti dejando que su rival se desmelenara como nunca hizo en toda la primera vuelta.