Solo dos puntos y tres rebotes (para 1,8 de valoración) fue la pobre aportación de Dino Radoncic como jugador canarista el pasado curso. El parón por la pandemia y las ansias del alero no jugaron a favor del montenegrino en el tramo final del ejercicio 19/20. Luego, en el mercado, al canterano de Barça y Madrid le costó resolver su futuro. Por fin el Zaragoza apostó por él con un contrato de cuatro años, el primero de ellos en forma de cesión al Gipuzkoa para disponer de minutos.

Pero lo cierto es que el arranque de curso se mantuvo en la misma dinámica perniciosa de los meses anteriores. Aquella que le hizo perder protagonismo en el Murcia y pasar sin pena ni gloria por el Canarias. Sus 3,75 puntos, 4,25 rebotes y 3,5 de valoración en casi 21 minutos de media que firmó en los cuatro primeros partidos acrecentaron las dudas sobre si Radoncic realmente tenía o no calidad para continuar en la ACB.

Sin embargo, desde ese momento Dino dio un giro de 180 grados en su producción para convertirse en un pilar fundamental del Gipuzkoa. Y así lo ratifican sus números, ya que en 12 de sus 13 encuentros más recientes ha acabado en dobles dígitos de anotación y también de valoración para unas medias de 12,84 puntos, 5,92 rebotes y 15 créditos en más de 31 minutos por encuentro. Guarismos todavía mejores si solo se tienen en cuenta los dos últimos meses (nueve partidos) de competición: 14,33 puntos, 6,77 rebotes, 2 asistencias y 1,55 robos para 16,55 de valoración.

Una mejora que ha situado a Radoncic en algunas posiciones de privilegio en las estadísticas del curso. Así, Dino es el sexto Jugador de Formación mejor valorado, solo superado por Mirotic, Tavares, Tyson Pérez, López-Aróstegui y Brizuela. Además, es séptimo en rebotes defensivos (4,1), decimocuarto en robos (1,4) y el quinto que más minutos disputa (28’42” por partido). Impronta que apunta a ser todavía mayor a corto plazo. No tanto por su ya más que evidente adaptación al Gipuzkoa, sino sobre todo por la necesidad de asumir más protagonismo ante la grave lesión de Jaime Echenique, hasta la fecha el mejor de los donostiarras. Ya habitual en el cuatro en toda la primera vuelta, sin el pívot colombiano Dino deberá multiplicarse aún más cerca del aro. Hacerlo para reivindicarse contra el Iberostar será, sin duda, una de sus grandes motivaciones.

La ‘venganza’ rara vez se consuma

Con una situación muy delicada en la tabla, Radoncic y el Gipuzkoa –el equipo que menos anota en la ACB con 70,9 de media– buscan un casi imposible frente a un Canarias desatado en ataque. Empresa todavía más complicada si se rebuscan en los antecedentes de los ex. Y es que en los últimos años solo dos jugadores han logrado la victoria cuando se han medido por primera vez al Canarias tras vestir la elástica aurinegra. Lo logró Aaron Doornekamp en la 17/18 con el Valencia (67-70) haciendo cinco puntos, tres rebotes y cuatro asistencias), y luego (18/19) Fran Vázquez con el Zaragoza (86-88) aportando ocho puntos y un rebote.

Algunos pudieron desquitarse con actuaciones individuales notables, pero solo a medias ya que su equipo sucumbió. Le sucedió a McFadden con el Joventut (12 puntos), a Bassas con el Burgos (12) a Niang (16 de valoración) y a Borg (13 puntos) con el Betis, a Brussino con el Zaragoza (16 tantos), a Gillet con el Fuenla (14 puntos y seis rebotes), y hace nada a Gielo con el Andorra (18+6). Richotti, San Miguel, Beirán, Abromaitis, Suárez, Vasileiadis y Tobey pasaron más desapercibidos. Mañana, en Donosti, el Iberostar tratará de que repita lo que se ha convertido casi en tradición.