Un trabajo perfecto. El Iberostar Tenerife ha matado este miércoles dos pájaros de un tiro al vencer por 115-85 al Dinamo Sassari, una victoria que le sirve a los aurinegros para desquitarse de la derrota sufrida en tierras italianas en la primera vuelta (92-72), pero sobre todo para asegurar su pase a la fase de octavos de final de la Basketball Champions League y además hacerlo con la condición de primer clasificado de su grupo pese a que todavía reste una jornada por jugarse.

Los aurinegros se repusieron a un mal inicio (0-7) gracias a su superioridad dentro de la zona, primero con Guerra, luego con Shermadini y siempre con Cavanaugh. Unos grandes minutos desde el 6,75 en el tercer cuarto (4/5) y la enorme fiabilidad en el tiro libre (30/32) le bastaron a los laguneros para certificar una victoria con valor doble.   

Tres pérdidas, 0/3 en tiros de campo y un 0-7 en contra fue el saldo en los tres primeros minutos del duelo para un Iberostar Tenerife un tanto dormido y superado por la intensidad atrás de los italianos. Pero entre Doornakamp cargando el rebote ofensivo y la aportación interior de Guerra el cuadro lagunero no se descentró y fue estabilizádose, ayudado también por un rival que vio como le penalizaron sus excesivos contactos (con o sin balón de por medio) hasta el punto de que en apenas cuatro minutos ya había entrado en bonus.

El conjunto isleño sacó partida de su buena mano en el 4,60 (7/7 en el primer cuarto) y del estado de gracia de Guerra, que incluso se atrevió con un trile para irse a los 10 puntos en menos de seis minutos (16-11). Una mayor implicación defensiva (colectiva, en el 1x1 y hasta en el saque de fondo de su oponente), una notable circulación de balón, las primeras rotaciones con Shermadini haciendo el mismo daño dentro que Guerra, y el control del rebote de su aro confirmaron el cambio de tendencia en el choque, hasta el punto de que el Iberostar fabricó un parcial de 27-5 (27-12, 9'). Cuatro minutos y medio estuvo el Sassari sin anotar en juego. 

Arregló por completo el Iberostar su mal arranque. Detrás, pero básicamente delante, con un acierto superlativo que fue ratificado con la entrada en cancha de Huertas y Salin (36-21). Nada menos que un 13/16 en tiros de campo firmaron los de Vidorreta en ese intervalo del choque... aunque ese ciclón no les sirvió a los tinerfeños para terminar de tumbar a su oponente. Los de Pozzeco apretaron atrás alternando individual con zona y provocaron a los locales malas selecciones en el lanzamiento, sobre todo en el triple, donde los aurinegros llegaron el descanso con un pobre 3/12. 

Pudiendo correr y moviendo con fluidez cuando le tocó atacar en posicional, el Sassari firmó un parcial de 3-15 que le metió de lleno en el choque (39-36 y triple errado para empatar) frente a un Canarias en el que Doornekamp y Salin se metieron (tres cada uno) en problemas de faltas. Solo un inmaculado acierto desde el 4,60 (con 17/17 al descanso) permitió a los laguneros mantener la delantera con cierta holgura a la finalización de la primera mitad pese a la impronta de Bilan (13 puntos) cerca de canasta.

Pero fue el punto débil del Canarias en los dos cuartos iniciales, el triple, el que resultó convertirse en el sostén aurinegro a la vuelta de vestuarios contra un Sassari mucho más vertical e intenso, y que muy cerca estuvo de meter al Iberostar en su espiral de juego alocado con el que trató de reeditar lo sucedido en la primera vuelta tras el intermedio. Así, liderados por Fitipaldo (10 puntos en cinco minutos) los isleños anotaron cuatro de los cinco primeros intentos que realizaron desde el 6,75 para mantener así a buen resguardo su ventaja (66-56, 26'). Y cuando el punto de mira volvió a fallar desde el arco aparecieron Shermadini y Cavanaugh (73-58 y 79-65) para producir tras rebote ofensivo. Nada menos que 10 puntos de segunda oportunidad (19 hasta ese momento) sumaron los laguneros en un tercer acto que cerró Salin con un triple (82-67).

Una gran puesta en escena colectiva en el cuarto final (con Shermadini muy activo en la continuación y corriendo) llevó al Canarias a rubricar un parcial de 17-4 con el que sentenció, definitivamente, el encuentro (96-71) y dejando para los minutos finales una sola incógnita, el darle la vuelta al -20 (92-72) del choque en Cerdeña. Con el partido ya en su terreno y lanzado ofensivamente (con un gran 30/32 en libres), un poco de actividad defensiva le valió a los de Vidorreta para alcanzar, y de sobra, su objetivo en un choque que alcanzó su mayor renta con el alley oop final de Huertas sobre Guerra para el 115-85 definitivo.