Un propósito de órdago para arrancar el año. Después de haber acabado 2020 a la grande –con dos victorias y la certificación de ser cabeza de serie en la Copa del Rey– el Iberostar Tenerife afronta otro reto mayúsculo para iniciar 2021: tratar de tumbar al Real Madrid. Una empresa de máxima complejidad pero que reportaría a los isleños no pocos beneficios. Por un lado, tumbar, tras un buen tiempo de resultados esquivos, a uno de los grandes cocos de la competición; por el otro, certificar ante toda la España baloncestística su cartel de equipo revelación del presente ejercicio. Y, como añadido, el premio de auparse al liderato –si bien de forma provisional ya que el propio Madrid ha jugado un partido menos– de la Liga Endesa con solo una jornada para llegar al ecuador de la competición.

Precedentes y potencial económico de ambos clubes al margen, la de esta tarde podría entenderse como una situación propicia para que el Iberostar Tenerife pudiera hacer saltar la banca. Llegan los isleños con la moral por las nubes tras haber logrado el triunfo en ocho de sus últimos nueve encuentros ligueros, sin excesivo desgaste físico al haber rotado a todo su roster contra el Estudiantes y, sobre todo, con una plantilla cada vez más armada y engrasada tras el regreso a la actividad de Dani Díez y, especialmente, Santi Yusta. Superados también los problemas físicos que dejaron fuera de combate un tiempo a Doornekamp y Fitipaldo, Txus Vidorreta tiene a su disposición un plantel de absolutas garantías para mirar a la cara a cualquier adversario. La producción de los bases, el factor desequilibrante que juega Shermadini y el acierto en el tiro de tres son virtudes a las que se añade ahora una mayor presencia física en varias posiciones, especialmente el tres y el cuatro.

Contra el Madrid todas estas cualidades las deben poner los isleños sobre la mesa. Es el mínimo exigible pese a que el cuadro de Pablo Laso –tal y como le viene sucediendo al Iberostar– parece vivir en un continuo estado de reinvención para solventar todos los problemas que le surgen en su plantilla. Actuales líderes de la ACB y segundos en la Euroliga tras seis victorias seguidas, los blancos parecen estar esquivando dichos contratiempos. Primero la programada marcha de Campazzo, y luego la lesión de larga duración de Anthony Randolph, cuyo sustituto Alex Tyus (ex del Galatasaray) todavía no debutará este sábado.

Sin Llull ni Deck

Esta tarde el Iberostar Tenerife deberá morder más si cabe para intentar que los blancos sí noten sus dos más recientes reveses: las lesiones sufridas el martes en Euroliga por Sergio Llull y Gaby Deck. El primero estaba asumiendo en la dirección los galones de Campazzo, mientras que el argentino parcheaba con solvencia la posición de cuatro ante la ausencia de Randolph. Sin ellos, Txus Vidorreta querrá incidir en los puntos débiles de los merengues... si es que los hay. Y es que pese a todos estos problemas el Real Madrid se presentará en el Santiago Martín con 11 jugadores profesionales de primer nivel. Muestra inequívoca de que su arsenal no tiene fin. Razón para que la motivación canarista se mantenga en las cotas más elevadas en su deseo de hacer realidad la enésima alegría de la temporada.

Shermadini-Tavares, duelo en las alturas

Uno de los grandes atractivos del choque será el duelo que dirimirán debajo de los aros Gio Shermadini y Edy Tavares. Cara a cara entre dos de los mejores pívots de la competición. El aurinegro llega a este compromiso como el jugador más valorado de la ACB (22,6), el cuarto que más puntos mete (16,3), el que más canastas de dos mete (5,6) y el segundo que más tiros libres anota (5,2). Delante, el caboverdiano, segundo en rebotes (7,3), líder en tapones (2,3), tercero en mates (1,4) y segundo en el +/- (13,7). A favor del georgiano, su regularidad este curso y lo bien que se le ha dado habitualmente el Real Madrid, ya sea desde su etapa con el Andorra, luego con el Unicaja y también con el Iberostar. En su último choque liguero se fue hasta los 20 puntos, siete rebotes y dos asistencias para 26 de valoración. El pívot blanco, por su parte, no tiene en el Canarias su mejor presa: 4 puntos, 7,3 rebotes y 7 de valoración en sus tres encuentros ligueros más recientes. Quien salga vencedor de esta pugna acortará el camino de la victoria para su equipo.