En busca de la guinda para ponerle al pastel antes del primer parón competitivo de la temporada. Después de haber firmado un comienzo prácticamente inmaculado, sumando nueve victorias en los 10 primeros encuentros del curso y aupándose hasta la segunda plaza de la clasificación, el Iberostar Tenerife quiere pasar de nivel con otro triunfo de prestigio. Visitan los aurinegros esta tarde al Valencia Basket con la intención de romper dos barreras que les viene costando sortear. La primera, la de vencer en La Fonteta, la única cancha que los canaristas no han sido capaces de asaltar, bajo la condición de visitantes, en estos últimos nueve cursos. La segunda, vencer a un conjunto de Euroliga, otro reto que se le resiste últimamente a los de Vidorreta, casi infalibles ante los rivales terrenales de la ACB pero faltos de un paso más al frente para doblegar a los trasatlánticos de la liga.

Visita el Iberostar La Fonteta en uno de sus momentos de más fiabilidad del curso. Sobre todo a tenor de sus últimos encuentros, haciendo saltar por los aires cualquier tipo de duda ante las derrotas contra Barça y Dinamo Sassari. Y es que el conjunto lagunero parece haber dado con la solidez necesaria atrás (recuperando no pocos balones y dejando de conceder tantas segundas oportunidades a su rival) y una fluidez ofensiva delante que hacía tiempo no se le veía. La paciencia y frescura en la circulación se han traducido en una media de casi 22 asistencias entre sus duelos contra el Manresa, Gran Canaria y Galatasaray; pases de canasta que también tienen mucho que ver con el acierto desde el 6,75. De hecho, en este mismo tramo competitivo los aurinegros casi rozan el 50 por ciento de efectividad (31/64), puntería que les ha servido para situarse con el mejor guarismo provisional de la ACB: 41,2%.

El de hoy tiene todos los pronunciamientos de ser un encuentro en el que el fondo físico adquiera vital importancia en dos rotaciones sometidas a un desgaste extra a causa de las competiciones europeas. Y ahí el Iberostar podría tener las de ganar frente a un adversario que jugó Euroliga miércoles y viernes, la segunda de ellas con un esfuerzo extra para levantar un 73-79 en contra frente al Maccabi a falta de un minuto y medio para el final. Los canaristas, por su parte, ven como han tenido más descanso (jugaron el martes), pero en cambio su fondo de armario (con la lesión de Dani Díez, con Bogris que no cuenta y con Álex López que no está gozando de minutos) es ahora algo más reducido que el de los taronjas.

Un rival irregular

Tampoco sabe el Iberostar qué rival se va a encontrar esta tarde en La Fonteta, y es que si hay algo que viene caracterizando este curso al Valencia Basket es su irregularidad. Y es que los de Ponsarnau van desde su buen momento en Euroliga (6-3), donde son cuartos tras vencer esta semana a Panathinauikos y Maccabi, hasta un deficitario balance de 4-5 en ACB, que incluye dos derrotas seguidas como racha actual y tres pinchazos ya en su propia cancha. Si el Canarias logra mantener el baloncesto de las últimas dos semanas y además se topa con un contrincante al que la Euroliga le pasa factura, las posibilidades de irse al parón de selecciones con un balance de ensueño de 10-1 aumentaría considerablemente.