Este Iberostar no entiende de imposibles ni de muros infranqueables. Como si no fuera ya suficiente con el magnífico balance de 9-1 con el que saldó sus 10 primeros encuentros, el conjunto lagunero pasó ayer de nivel. Y lo hizo ganando en La Fonteta, la única pista que en la era moderna se le resistía como visitante. Ante un rival de Euroliga, un Valencia Basket eufórico tras haber tumbado sobre la bocina al Maccabi. Y sabiendo reponerse de un tibio inicio y de una reacción local que dejó contra las cuerdas a los isleños ya dentro del cuarto final (74-62, 32’).

Un triunfo, el de ayer domingo, labrado con sacrificio y saber estar. Sabiendo equilibrar el discreto día en ataque de Shermadini y Cavanaugh, y paliando la ausencia de puntos de un Salin que llegaba a Valencia en un momento dulce. Los aurinegros se volvieron a encomendar, entre otros factores, a otra lección de baloncesto de sus bases (38 puntos y 11 asistencias entre Huertas y Fitipaldo), y al oficio de Doornekamp y Sulejmanovic. Pero sobre todo el conjunto de Txus Vidorreta dio continuidad a la recuperación de una de sus mayores señas de identidad, el acierto en el tiro de tres. Esa fiabilidad más que notable (13/24) que le dio aire en el inicio, que lo agarró al duelo en el tercer cuarto, y que lo sacó de entre las cuerdas (con un 5/7) en los minutos finales. Factor diferencial, solo uno más eso sí, que explica el maravilloso arranque liguero de los laguneros.

Dejó mucho que desear, la puesta en escena del Iberostar, que vio como el Valencia hizo daño en el rebote ofensivo y anotó con demasiada facilidad. En el otro lado de la pista Fitipaldo estuvo incómodo con la marca de Puerto, pero sobre todo los canaristas acusaron su mala puntería, con tres malos tiros de Shermadini y un triple de Butterfield que se fue al canto del tablero (7-0).

Al rescate salió Doornekamp, primero con un trabajo oscuro y luego dando lustre a su muñeca desde el 6,75. Ese arreón del canadiense dio vidilla al resto. Cavanaugh contuvo bien a Labeyrie, Fitipaldo también se atrevió desde el arco y Shermadini, de regreso a cancha, terminó de certificar un parcial de 2-15 (9-15, 8’). Más reconocible, el Iberostar empezó a mover el balón con más confianza, criterio y paciencia, buscando situaciones bajo el aro (canasta de Sulejmanovic) o apurando el extra pass para el triple con el que Doornekamp (ya 11 puntos) cerró el primer acto (16-22).

Aunque Prepelic supo sacar ventajas de sus emparejamientos con los pequeños canaristas, Shermadini ya había empezado a producir apoyado precisamente por Huertas y Fitipaldo para que el Iberostar alcanzara rentas de hasta nueve puntos (21-30, 23-32 y 25-34). El conjunto de Txus Vidorreta estaba cerrando su aro (los locales no supieron de segundas opciones durante más de diez minutos), pero en cambio un par de malas decisiones en ataque con sus respectivas pérdidas, y la irrupción de San Emeterio en el bando local dejó la renta aurinegra en la mínima expresión (32-34).

Lejos de complicarse, los tinerfeños no perdieron el norte y se agarraron a los minutos más completos (delante y detrás) de Butterfield como canarista, y al control del juego de Huertas para llegar en franquicia al descanso (38-42). A la vuelta de vestuarios fue el propio brasileño y un par de triples desde la esquina de Sulejmanovic los que sostuvieron a los isleños (50-53) durante la mitad del acto. Sin embargo, entre la presión muy arriba de los taronjas, la movilidad interior de Labeyrie y los triples de Prepelic, el partido cambió de signo.

Después de más de 20 minutos el Valencia mandó de nuevo en el electrónico (58-55) sacando tajada de un festín exterior al que se sumó Vives en dos ocasiones: 5/7 en el periodo cuando hasta el descanso el registro local se quedó en un 4/14. Sin poder atar en corto a su oponente el Iberostar vio como su completo trabajo se había ido por el sumidero (60-68). El arreón local se prolongó incluso hasta el inicio del acto final para dispararse hasta el +12 (74-62).

En situaciones normales y por inercia, todo hubiera apuntado a un triunfo cómodo de los locales, pero con este Iberostar Tenerife delante todo es posible. Así lo avisaron Shermadini y Fitipaldo (74-69). No le sirvió a Ponsarnau pedir tiempo, porque el conjunto canarista ya había entrado en trance creyendo en sus posibilidades. Más intenso atrás y con mayor presencia en los dos rebotes, el Canarias tiró de su dulce momento desde el 6,75 para darle la vuelta a la tortilla (77-80, 36’).

Llegado el momento de la verdad el Iberostar ya iba lanzado. Aguantó un par de acometidas del Valencia (81-82), volvió a golpear desde fuera (Butterfield y Doornekamp para el 81-88), y aunque no estuvo del todo certero en el libre (81-90) y el Valencia realizó una última intentona por medio de Prepelic (86-90), hizo valer la sangre fría de sus bases (dos libres de Fitipaldo y tres de Huertas) para rubricar un parcial de 15-33 y certificar una victoria de relumbrón. En un feudo vetado desde su regreso a la élite, el Iberostar logró ayer lo único que se le venía resistiendo a un inicio de curso de ensueño, tumbar, y con autoridad, a un grande.

Ficha técnica

89.- Valencia Basket (16+22+30+21): Vives (12), Puerto (-), Kalinic (6), Labeyrie (11), Dubljevic (5) -cinco titular- Prepelic (20), Van Rossom (9), Tobey (6), San Emeterio (14), Williams (-) y Hermannsson (6).

95.- Iberostar Tenerife (22+20+18+35): Fitipaldo (16), Butterfield (10), Doornekamp (17) Cavanaugh (5), Shermadini (13) -cinco titular- Huertas (22), Salin (-), Rodríguez () Sulejmanovic (10) y Guerra (2).

Árbitros: Peruga, Manuel y Mendoza. Sin eliminados.

Incidencias: partido correspondiente a la duodécima jornada de la fase regular de la Liga Endesa disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis a puerta cerrada por las restricciones contra la expansión del coronavirus.

UnoXUno

Marce Huertas 3

Certero a la hora de mirar a canasta cuando no pudo asistir en el pick and roll, y también en los libres finales. Sufrió con la defensa presionante del Valencia, pero pudo dar siete asistencias, y lo más significativo: solo perdió un balón.

Bruno Fitipaldo 2

El uruguayo también padeció la presión rival, pero aportó en todos los registros. No estuvo quizá tan solvente como de costumbre en las asistencias, pero fue fiable desde el perímetro.

Spencer Butterfield 2

Su arranque fue muy flojo, pero su segunda aparición fue notable (cuatro libres y aplicación atrás), y la tercera con dos triples, sobresaliente

Aaron Doornekamp 3

Fue el que dio la chispa al equipo para la primera reacción, con 11 puntos en el cuarto inicial. Luego se fajó atrás y ayudó en el rebote antes de aportar seis puntos claves para la remontada final.

Tyler Cavanaugh 1

Más gris que en sus últimos encuentros, sostuvo bien de entrada a Labeyrie, si bien le costó tener presencia de cara al aro. En el momento clave ayudó debajo del aro y con un triple desde la esquina.

Gio Shermadini 1

Arrancó errático, con malos tiros ante la defensa de Dubljevic. Luego fue mejorando sensaciones y aportó atrás y puntos importantes justo cuando el equipo había tocado fondo.

Fran Guerra 1

Intermitente. Dio equilibrio en su primera aparición, pero no sumó como en otras ocasiones y atrás tuvo algún despiste que otro. En un día discreto de Shermadini el equipo necesitaba su mejor versión. Aún así cumplió y evitó que Dubljevic produjera.

Sasu Salin 1

No fue su mejor día. Empezó desde el banco, poco habitual en él, y cuando salió a cancha pudo aportar muy poco. Erró sus tres lanzamientos, algunos de ellos liberados, y atrás sufrió para hacer frente a los mejores momentos desde el exterior de Klemen Prepelic. 

Sergio Rodríguez 1

Trabajo oscuro un día más. Disfrutó de menos minutos de los habituales, y no miró al aro. Sí se vació atrás, aunque solo pudo aportar un rebote. Mientras jugó, el equipo hizo +8.

Emir Sulejmanovic 2

No estuvo del todo certero para frenar a Labeyrie en la segunda parte. Sin embargo, fue su partido más completo en ataque como canarista. Anotó cerca del aro y también los dos triples que intentó. Además ayudó como de costumbre en el rebote. Como en los últimos partidos Álex López fue el único jugador de la rotación que no tuvo minutos.