TENIS | MASTERS 1.000 SHANGHÁI

Machac revienta el improvisado homenaje de Alcaraz a Nadal y lo elimina de Shanghái

El checo revienta a Alcaraz a base de ganadores y frustra las opciones de ver una semifinal del murciano contra Sinner

Tomas Machac, en Shangái.

Tomas Machac, en Shangái. / ALEX PLAVEVSKI

Iba a ser un partido más de los muchos que ya ha jugado, y más que le quedan por delante, Carlos Alcaraz en su tan precoz como exitosa carrera. No es cosa menor el jugar por entrar en las semifinales de un Masters 1.000, pero es cierto que para un tipo que con 21 años ya cuenta en su palmarés con cuatro grandes, una cita como la de este jueves ante Thomas Machac se despacha, ya sea ganando o perdiendo, como fue el caso (6-4; 7-5), con un cierto aire funcionarial.

Pero no, esta vez no fue uno más por mucho que en un principio estaba destinado a ello. Y no lo fue porque, inevitablemente, todo saltó por los aires cuando apenas una hora antes de que Alcaraz saltara a la pista central de Shanghái, Rafa Nadal anunción su decisión de retirarse definitivamente del tenis. En ese momento, el cariz del partido de Carlitos viró de faena de aliño, de otro día en la oficina, a improvisado intento de homenaje, que no, al mejor deportista español de la historia.

A partir de ese momento, poco importaba la parte deportiva. Pero resultó que, esa se reviró contra Alcaraz, heredero de facto y por méritos propios del balear. Pero esta vez no pudo seguir su estela, tiempo habrá, y ganar como tantas veces lo hizo él: remontando y sufriendo. Cayó ante un tenista que, con poco que perder, se destapó llevando al extremo su mejor versión: un bombardero al que este jueves, en el cara o cruz que juega habitualmente salió ganando.

Sacando ganadores como si ni sintiera ni padeciera, Machac machacó, valga la redundancia, a Alcaraz a base de garrotazos. Y lo llevó cerca del límite, robándole el primer set en un tie-break casi perfecto en el que no concedió absolutamente nada. Le entraba todo al checo, que ya avisó el día previo que creía en sus opciones de ganar al número dos. Y se reafirmó, dejando claro que lo del primer parcial no era casualidad, rompiendo el servicio de Alcaraz de inicio en el segundo y llevándole al filo del abismo.

Carlos Alcaraz en Tomas Machac.

Carlos Alcaraz en Tomas Machac. / EFE

Pero ahí, cara a cara con el precipicio, reaccionó el murciano. A la séptima opción de rotura del partido, por fin quebró. Tenía que aprovechar todo lo que buenamente pudiera Alcaraz, que se puso firme y evitó regalar nada. Si le ganaban, que fuera porque Machac era capaz de mantener ese nivel de iluminación durante dos sets. Algo complicado, que no suele pasar en buenos tenistas como el checo, que todavía no llegan a muy buenos aunque sí están en esa pasarela..

Machac es, por tanto, uno de ello. y lo demostró. Sintió que la opción de ganar era real, y tembló. Pero no se deshizo, se templó y con el partido camino de otra muerte súbita, volvió a quebrar a Alcaraz. Y ahí, con su saque, ya no concedió nada. Parecía escrito que, en un día así, Alcaraz estaría destinado a ganar a lo Nadal, remontando. Pero Machac no entendía de homenajes.

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