POLÉMICA EN EL FÚTBOL ESPAÑOL

Los expertos hablan del caso Vinicius: "España no es racista, pero sí tiene comportamientos racistas"

Estos comportamientos van en aumento en los últimos años, sobre todo desde la pandemia, por culpa de las redes sociales, el anonimato y la impunidad

Vinicius Júnior ante el Valencia C.F.

Vinicius Júnior ante el Valencia C.F. / EP

Laia Bonals

"España no es un país racista, pero sí tiene comportamientos racistas". El enésimo ejemplo pasa por Mestalla, donde este lunes Vinicius fue la víctima de un nuevo caso de racismo en el fútbol español. Estos comportamientos van en aumento en los últimos años, sobre todo desde la pandemia, por culpa de las redes sociales, el anonimato y la impunidad de los infractores ante instituciones que no actúan con contundencia.

El fútbol español se enfrenta una vez más a su lado más oscuro. Y, tanto dentro como fuera de sus fronteras, el mundo fútbol se ha volcado con Vinicius Junior y su lucha contra el racismo en LaLiga.

El jugador brasileño del Real Madrid ha recibido centenares de muestras de apoyo por parte de grandes personalidades de los terrenos de juego y de fuera de ellos. Sus compañeros de equipo quisieron dejar en sus redes sociales un mensaje de apoyo hacia el delantero, igual que lo hicieron compañeros de profesión como Kylian Mbappé, Ronaldo Nazario, Neymar, Rio Ferdinand o Balde en el comunicado que hizo Vinicius en Instagram.

La FIFA y su presidente, Gianni Infantino, también dejaron su mensaje en sus redes sociales. "Toda nuestra solidaridad con Vinicius. No hay lugar para el racismo en el fútbol ni en la sociedad. Los acontecimientos ocurridos durante el partido entre el Valencia y el Real Madrid demuestran lo crucial de esta lucha".

Una maldita tradición

"Pero, ¿por qué se dan estos casos con Vinicius y no con Rodrigo, que también es negro?", se pregunta Alberto Edjogo, exfultbolistas y comentaris de DAZN. "Pues porque todas estas situaciones nacen de un conflicto. Vinicius es una amenaza futbolísticamente hablando, con sus goles y sus regates. Él se mete en todos los charcos, exterioriza todas sus emociones, y a la afición rival eso puede no gustarle. Comportamientos como lo suyos se pueden interpretar como faltas de respeto".

El mundo del fútbol va a su aire y "hay bastante indolencia institucional con el racismo", sentencia Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia y miembro del Observatorio de la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia al Deporte, que forma parte de la Comisión Antiviolencia del Consejo Superior de Deportes. El caso Vinicius es un ejemplo más, reclama, ya que nos encontramos en un clima donde "es una denuncia tras otra durante años".

Valencia CF - Real Madrid

Una imagen de Vinicius ante el Valencia CF. / EP

"Después del covid, advertimos que habíamos detectado mucha actividad de los ultras y que, cuando volvieran a empezar las competiciones, las gradas se llenarían de gente con estos tipos de comportamientos. Aunque griten muchos aficionados, la vanguardia suelen ser los grupos ultras, que acaban influyendo al resto de aficionados. Los ultras se han reorganizado con las redes sociales. Y ahora están disfrutando con el anonimato. Ellos se comunican, se calientan, dan las consignas... Están perfectamente coordinados. No es una suma de 300 individuos independientes, son organizaciones de 300 sujetos", analiza Ibarra.

En el estadio, barra libre de insultos

Pese a esta reiteración de casos, sobre todo en las pasadas temporadas, el número total es menor que a inicios de siglo. Así lo recuerda Edjogo de su etapa de jugador: "Lo viví cuando yo jugaba en los años 2000 lo veía en campos de segunda y tercera, y ahora la cosa ha aflojado bastante. No sé si es porque existen móviles con cámara y te pillan rápido o si es porque es más habitual tener alguien en tu entorno racionalizado. Es cierto que el ritmo ha bajado, pero cuando pasa, te pillan mejor".

"La gente intenta justificar unos gritos de mono, porque un tío es un maleducado en el campo. Yo no me lo trago", crítica Edjogo. Hay vasos comunicantes entre fútbol y sociedad, eso es indudable. La gente que convive en la sociedad es la que llena cada fin de semana las gradas de los estadios, por eso querer atribuir estos comportamientos al deporte y no a los individuos es "ridículo", según el exfutbolista. "Es un problema social, no del fútbol. Un estadio es un oasis para la gente maleducada. Puedes hacer de todo, está permitido. Son cosas que tú no harías en el día a día. Tú cuando vas al mercado no puedes insultar al de la parada, pero en un campo sí que puedes".

Un estadio es un oasis para la gente maleducada

El derecho al insulto no existe y, en este caso, daña a Vinicius por racismo. "Mientras no tengamos este problema resuelto, no solo habrá problemas en el fútbol, sino que nos lo llevaremos a casa, al trabajo y a la vida cotidiana", radiografía y recuerda que solo una denuncia de los casos de racismo en el futbol de los últimos meses ha tenido recorrido jurídico: la del caso de Iñaki Williams en el RCDE Stadium.

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