Alemany deja al Barça en una delicada situación

El Camp Nou se cae de viejo, pero también sacudido por los golpes sísmicos que provocan sus ocupantes. La anunciada despedida de Mateu Alemany ha generado otro movimiento tectónico en las estructuras del Barça. Es la cuarta pérdida importante, sensible y sintomática de la junta que preside Joan Laporta, apenas transcurridos dos años del mandato inaugurado el 7 de marzo de 2021.

Alemany es el última salida, de momento, de una lista que inauguró Jaume Giró, quien debía ser el vicepresidente económico, antes siquiera de que tomara posesión la directiva y mientras se gestionaban los avales para entrar en el club. Le siguieron, luego, el director general Ferran Reverter en febrero de 2022, poco después del acuerdo de patrocinio con Spotify, y la del directivo responsable del Espai Barça, Jordi Llauradó, tras la concesión de las obras a Limak.

Nota tardía

La marcha de Alemany en puertas de un mercado "interesante", como dijo el propio ejecutivo el sábado, deja al Barça en una situación delicada, por más que el director del área de fútbol se haya comprometido a terminar todas sus tareas de remodelación de la plantilla. Eso decía la nota oficial emitida por el club a las diez y cuarto de la noche, apagando los ecos iniciales del triunfo sobre Osasuna que acercaba aún más la conquista de la Liga antes del empujón casi definitivo que dio la Real Sociedad al derrotar al Madrid, alejándole a 14 puntos con 15 por disputarse.

Comprar sin gastar

Una situación delicada por el peso específico de Alemany en el organigrama futbolístico y por la labor crucial que debía desempeñar este verano. Más incluso que la pasada campaña. Entonces tuvo el impulso de las distintas palancas para fichar jugadores y sortear el rígido límite salarial que impone la Liga. Ahora tendrá que remodelar la plantilla -en realidad, reforzarla para que el inminente campeón compita en Europa- jugando con altas y bajas pero con la exigencia de rebajar el gasto deportivo en casi 200 millones.

Sin Alemany, la responsabilidad recaerá en Jordi Cruyff, el segundo en el escalafón, a no ser que Laporta imponga un sustituto en la cúpula futbolística. A tenor de lo que emitía el comunicado oficial, no sería necesario por cuanto Alemany culminará el trabajo encomendado "aunque alguna se culmine en el último instante del mercado". El club abre, sin embargo, un periodo de elección para reponer la figura que pierde.

El Aston Villa bate al Barça

Se marcha Alemany por una confluencia razones, cuya espoleta es una gran oferta del Aston Villa que multiplica su sueldo en el Camp Nou, recortado inicialmente por las estrecheces económicas del Barça. El séptimo clasificado de la Premier League puede convulsionar al líder de la Liga, lo que debería despertar una reflexión de Javier Tebas como presidente del fútbol profesional español. No sólo ofreciéndole un contrato inigualable, sino la estabilidad de un proyecto en un campeonato competitivo.

La elección de Alemany por el Aston Villa viene dada por la presencia de Unai Emery en el banquillo y la de Damià Vidagany como coordinador de fútbol. Los tres coincidieron por haber pasado por el convulso Valencia de Peter Lim.

Interferencias en el Camp Nou

Emery abandonó el Villarreal en octubre para ir a Birmingham, atraído por "un proyecto a largo plazo". El Villa, entonces, solo había ganado 3 partidos en 13 jornadas y estaba a un punto del descenso. Ahora es séptimo, empatado con el Tottenham Hotspur que posee la última plaza europea de la próxima campaña. Donde, se supone, que empezaría a intervenir Alemany.

Además de la superior oferta económica, Alemany se va por las interferencias en su trabajo por parte de algunos integrantes del club. Más allá de la controversia que pudo tener con Xavi Hernández a cuenta de la estrategia a seguir para la renovación de Ousmane Dembélé en enero de 2022, el ejecutivo y el entrenador han mantenido una estrecha relación, junto con Jordi Cruyff y Òscar Hernández, el hermano de Xavi en las reuniones técnicas.

El plan para recuperar a Messi

Alemany negoció la pasada semana en nombre del Barça el plan de viabilidad que aceptaría LaLiga para los márgenes del fair play salarial que permitieran al club abordar los fichajes que pretende hacer, entre ellos la recuperación de Lionel Messi dos años después de su marcha. La marcha de Alemany coincidió con el anuncio del castigo del PSG a Messi que cierra definitivamente su estancia en París.

Las disensiones de Alemany tienen más que ver con la gestión del club en las negociaciones y los compromisos adquiridos en fichajes y bajas, un terreno que debería competer solo al cuerpo técnico. Ha habido apariciones de agentes e intermediarios inesperadas que no formaban parte del plan diseñado por la cúpula deportiva.

El ejecutivo balear se ha encontrado con varias decisiones e intervenciones que han interferido en su trabajo, lo que también le ha ayudado a tomar la decisión de terminar en el Barça. No han faltado cambios de opinión durante esta etapa -Frenkie de Jong pasó a ser ofrecido en el mercado anterior a pieza clave en esta campaña- ni renuncias que han dejado en situaciones comprometidas a Alemany, cuya duración en el club ha sido muy breve.

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