Tenis

Dimitrov deja disfrutar a Alcaraz

El tenista murciano se reencuentra con su mejor versión, doblega al búlgaro en apenas una hora y media (6-2; 7-5) y se cita en octavos con Alexander Zverev, su rival en la final del año pasado

Alcaraz, en sesión nocturna

Alcaraz, en sesión nocturna

Daniel Gómez Alonso

Después de la tempestad, llega la calma. Si el estreno de Carlos Alcaraz en Madrid estuvo cargado de dramatismo, hasta el punto de asustar a una grada que después de un año esperando llegó a temer que fuera eliminado a las primeras de cambio, lo de este domingo fue una historia completamente diferente y mucho más plácida. Pudieron disfrutar los cerca de 12.000 espectadores que casi llenaron la Caja Mágica y en el que el número 2 empezó a recuperar sensaciones y selló su presencia en octavos de final (6-2; 7-5 en 1 hora y media). Allí le espera un viejo conocido, el alemán Alexander Zverev, al que se impuso el año pasado en la final.

"Soy una persona que aprende de lo que ha hecho mal, y había muchas cosas que mejorar con respecto al primer día. Teníamos claro que teníamos que salir a disfrutar, a desplegar el juego que sabemos hacer, jugar al ataque y sonreír, y esa ha sido la clave", respondió Alcaraz tras el choque, visiblemente más contento que el primer día.

Aparecía Dimitrov en el horizonte como un rival propicio para ello. Poco queda de aquel jugador que deslumbró en sus inicios y que llegó a ser conocido como el 'baby Federer'. Su revés a una mano, tan estético como impreciso, y la poca contundencia en el cuerpo a cuerpo que le han pesado durante toda su carrera parecían un caramelo para un Alcaraz que necesitaba coger ritmo y fluidez en la altitud de Madrid.

Lo aprovechó el murciano, que en el primer set fue un ciclón. Las bolas sencillas que el otro día se marchaban por medio metro hoy caían en la línea y la derecha, agarrotada entonces, hoy fluía y encontraba las esquinas. Apenas dio opción al saque el vigente campeón en el primer parcial, concediendo solo tres puntos a Dimitrov, y quebró en el inicio y en el cierre del set

Trato de reaccionar el búlgaro en el segundo set tirando de su mejor arma, el saque, y lo consiguió. Llegó a quebrar el servicio de Alcaraz para ponerse 2-4 arriba, pero fue un espejismo. A la primera ocasión recuperó el murciano, que no se puso nervioso y reía e interactuaba con el público. La rápida respuesta del número 2 nubló a Dimitrov, que trataba de animarse pero, sin llegar a jugar un mal tenis, no encontraba la manera de hacer daño a su rival. Y se diluyó, temblando en el saque del 5-5 y entregando el partido a un Alcaraz que suma su 25ª victoria del año y sigue su camino en Madrid.