Fútbol

Carlota Planas: la niña que fingió ser un chico para jugar a fútbol

La joven barcelonesa es agente de mujeres futbolistas y cofundadora de la agencia de fútbol femenino Unik Sports Management

Carlota Planas.

Carlota Planas. / XAVIER GONZÁLEZ

Begoña González

Carlota Planas (Barcelona, 1992) ha dedicado toda vida al fútbol. A un lado y otro del banquillo. Lo que empezó como una pasión irracional por el deporte rey que la obligó incluso a fingir ser un chico para poder jugar cuando era una niña, se ha convertido ahora en su profesión, pero no como ella esperaba. Las vueltas que ha dado su vida, metafórica y literalmente, la convirtieron en la primera mujer codirectora de una agencia de representación de mujeres futbolistas: Unik Sports Management.

Su currículum está lleno de títulos acompañados del adjetivo “primera” y entró el año pasado en la lista Forbes de menores de 30. Carlota es un rostro conocido para muchas jugadoras de primer nivel y, desde hace poco, tras empezar a formar parte del equipo técnico asesor del equipo Xbuyer en la ‘Queens League’, para mucha más gente.

Si bien la liga de fútbol femenino en España se disputa ininterrumpidamente desde 1988, no hace tanto tiempo que ha iniciado un proceso de desarrollo real y ha dado pasos firmes hacia delante. Hasta ahora, y todavía en muchos casos actualmente, las mujeres lo han tenido complicado en este deporte. Primero como jugadora, después como periodista y ahora, como agente, Carlota sigue apostando por ellas.

Recuerda siempre varias anécdotas. “Te lo cuento rápido que no quiero hacerme repetitiva”, asegura sonriente al inicio de la entrevista. Se la ve espabilada, un torbellino que no se rinde fácilmente. Se intuye que lo es desde niña. Cuando era pequeña y vivía en Portugal decidió cortarse el pelo y hacerse llamar ‘Carlos’ para poder jugar su primer gran torneo de fútbol escolar. Su equipo ganó y ella, en ese momento él, recibió el premio al mejor jugador. Tras recibirlo, anunció que era una chica, y el público quedó sobresaltado. “En Portugal todavía no era algo tan aceptado como aquí, la mentalidad respecto a las mujeres futbolistas era un poco más cerrada”, explica la agente.

El 'boom' del femenino

El ‘boom’ del fútbol femenino es un fenómeno reciente. La lucha por la profesionalización de la profesión, la asistencia de público a los partidos y el interés creciente de marcas y publicistas de contar con ellas para vender sus productos son parte de la clave. El papel de mujeres como Carlota, otra de ellas. “Cuando empecé en esto hace seis años, no podía seguir a las jugadoras, por mucho interés que tuviera, no había retransmisiones por televisión. Ahora es más fácil que te llegue información de la competición femenina, aunque no la sigas”, explica.

El panorama ha cambiado mucho en los últimos años, Carlota lo resume en una anécdota que ocurrió con una de sus jugadoras. “Esta futbolista jugaba en primera división, era internacional con la selección y me pidió unas botas. Todas las marcas se negaron. Hoy en día, esta misma jugadora tiene, no solo botas, sino también uno de los contratos con uno de los ‘fees’ más altos de España”, explica. La clave está en las oportunidades.

"¿Qué me va a contar a mí?"

Conseguir esas oportunidades no sido fácil. “Sabía que tendría que demostrar mucho más que mis compañeros para llegar al mismo lugar”, asegura. “Al principio de mi carrera, me sentaba en una mesa a negociar con hombres que yo veía que me miraban pensando: ‘es mujer, es joven… ¿Qué me va a contar a mí?’”, rememora. Ahora, es una de las agentes más respetadas tanto por las propias jugadoras como por los clubes. “Por mi forma de ser a mí eso me alentó pero puede que a otras mujeres les hiciera replantearse si de verdad valía la pena estar en ese mundo”, reflexiona.

Carlota no duda ni un segundo que elegiría una y mil veces lo que hace. “Nunca he hecho mi trabajo por dinero”, asegura. “Quienes me conocen saben que cualquier propuesta que se me ofrezca para dar visibilidad al fútbol femenino la voy a aceptar”, añade. Recientemente, ha entrado a formar parte de uno de los proyectos más disruptivos de este deporte: la 'Queens League'. “Va a ser una excelente forma de acercar el producto a gente que no suele consumirlo. Luego ya si se quedan será porque les guste pero al menos tendrán la oportunidad de conocerlo”, zanja.

“No es solo un acto de responsabilidad social, el fútbol femenino hay que impulsarlo porque también genera beneficios”, asegura. Lo tiene claro, es cuestión de matemáticas. “Si planteas que el fútbol es cosa de hombres, dejas de lado al 51% de la población. Ya no solo éticamente, económicamente estás excluyendo a muchas potenciales consumidoras”, asevera. 

Suscríbete para seguir leyendo