Atlético de Madrid

Rodrigo de Paul, el campeón prescindible al que el Atlético no encuentra salida

Gil Marín no logra encontrarle comprador, la afición le quiere fuera, el entrenador le puso la cruz cuando le mintió y en el vestuario no creen en él por sus faltas reiteradas de compromiso

Rodrigo de Paul,, a la izquierda, celebra un gol con el Atlético de Madrid.

Rodrigo de Paul,, a la izquierda, celebra un gol con el Atlético de Madrid. / Reuters

Fermín de la Calle

El 21 de diciembre fue miércoles. Ese día Antoine Griezmann comenzó a trabajar en solitario monitorizado por los preparadores del AtléticoHabían pasado 72 horas de la final del Mundial en Qatar. El domingo 25 el francés ya trabajó con el resto del equipo, jugando contra el Elche el 29 de diciembre.

Rodrigo de Paul se midió a Griezmann en la final entre argentinos y franceses el 18 de diciembre. Pero el albiceleste se proclamó campeón y el Atlético le dio dos semanas de vacaciones. El día que el Atlético homenajeó a sus semifinalistas mundialistas en el Metropolitano, la grada dedicó unos cariñosos aplausos al portero croata Ivo Grbic, ovacionó de forma unánime a Griezmann y silbó a los tres jugadores argentinos. Pero más allá de los pitos, la afición rojiblanca coreó el nombre de Correa y abucheó con energía a De Paul.

La razón es que al llegar a Madrid, el centrocampista alegó sufrir unas molestias en los isquios que provocaron el enésimo enfado de la afición del Atlético con el jugador, porque coincidía con la difusión de un vídeo en el que se veía a De Paul en un escenario dando saltos y cargando a su pareja sin atisbo de lesión aparente. Vídeo que correspondía a una fiesta de hacía menos de una semana. El problema es que no era la primera vez que se ponía en entredicho la palabra de De Paul.

Mintió a Simeone

Mejor dicho, no era la primera vez que las imágenes desmentían a las palabras del futbolista atlético. A finales del pasado mes de septiembre, tras un parón de selecciones el Atlético jugaba ante el Sevilla un sábado. De Paul tardó en regresar dos días más que Correa y Nahuel de Estados Unidos. El jugador llamó a Simeone y pidió extender el permiso 48 horas por "motivos personales". El problema es que por la noche aparecieron en redes sociales imágenes de De Paul con su pareja, la cantante Tini Stoesselen, en la ceremonia de los premios Billboard a la música latina en Miami. El jugador no llegó a tiempo para prepararse para el partido ante el Sevilla y en el que ni siquiera estuvo convocado.

De Paul había mentido a Simeone y había dejado tirado a sus compañeros en un momento complicado para el grupo y para el club. Una más en la lista del argentino por el que el Atlético pagó 35 millones de euros por su fichaje al Udinese en verano de 2021. Acumula un año y medio con un rendimiento pobre y un compromiso nulo, como lo demuestran estos dos episodios. El jugador tiene contrato hasta el 30 de junio de 2026 y Simeone ya dio luz verde a su salida después de lo ocurrido. El problema es que no hay ofertas firmes por él. Solo ha preguntado la Juventus, que después se ha desmoronado con la salida de Agnelli y su directiva. No hay ningún interés de la Premier, donde Gil Marín le pidió a Jorge Mendes que le buscase destino. Ni siquiera tras ganar el Mundial es un jugador con mercado.

Desde que llegó a Madrid como campeón del mundo, De Paul no fue convocado ante Arenteiro, Elche ni Oviedo y no tuvo minutos ante Barça ni Almería. Antes del partido ante el Almería volvió a ser cazado de fiesta la madrugada del jueves a pesar de que el viernes siguiente tenía entrenamiento. Simeone tuvo que tirar de él ante el Valladolid tras la lesión de Marcos Llorente. Y ha jugado en Copa ante el Levante y el Madrid, y con Osasuna.

Precisamente en Pamplona De Paul se asomó a los micrófonos para tratar de ganarse a la hinchada colchonera: “La gente se expresa y cuando lo hacen siento que tienen razón. Es parte de esto. Siempre sentí el apoyo cuando la gente lo necesité. Jugar en el Metropolitano es jugar con uno más. Nos animan y no nos dejan rendirnos. Soy un agradecido a la gente, por ellos somos más grandes”. Discurso ‘tribunero’ que no compra una afición que le quiere fuera. A eso se suma que el club le sigue buscando comprador, el entrenador le puso la cruz cuando le mintió y en el vestuario no creen en él tras los numerosos episodios que ha protagonizado mostrando su falta de compromiso. Rodrigo De Paul es hoy un campeón prescindible. Un tipo que conquistó el mundo, pero no el corazón de los atléticos.