Supercopa de España

El Barça juega con fuego sin quemarse

Los blaugrana se clasifican para la final de la Supercopa de España, tras vencer al Betis en los penaltis

El Barça celebra un gol en la tanda de penaltis contra el Betis en la semifinal de la Supercopa de España

El Barça celebra un gol en la tanda de penaltis contra el Betis en la semifinal de la Supercopa de España / Javi Ferrándiz

El Barça emula al Madrid y se clasifica para la final de la Supercopa de España después de sobreponerse al Betis en la tanda de penaltis. El Betis igualó el tanto inicial de Lewandowski con uno de Fekir. Ansu adelantó a los blaugrana al inicio de la prórroga, pero Loren volvió a situar el empate para sentenciar el encuentro en los lanzamientos de pena máxima, donde la moneda cayó de cara para los culés. Habrá clásico en la superfinal de Arabia.

Tal y como sucedió en la primera semifinal entre Real Madrid y Betis, la afición desplazada al King Fahd Stadium estuvo claramente volcada con un equipo. Las camisetas del conjunto blanco dieron paso a las blaugrana, mientras que los abucheos dirigidos a los 'chés' fueron dirigidos a los sevillanos. Rozando la irrespetuosidad.

Xavi agitó el árbol con cuatro cambios respecto al último partido de Liga frente al Atlético de Madrid a domicilio. Sergi Roberto y Jordi Alba regresaron a los laterales, De Jong al pivote y Lewandowski -sancionado en la competición doméstica- en la punta del ataque, en detrimento de Christensen, Balde, Busquets y Ansu Fati. Además, volvieron a coincidir Dembélé y Raphinha en un once titular casi tres meses después, la última ocasión en que brasileño y francés ocuparon los extremos ofensivos de inicio fue en el clásico contra el Real Madrid.

El Barça empezó el encuentro asediando al Betis con un ritmo eléctrico y muy vertical. Los balones le llovían a Lewandowski, pero el polaco inició el encuentro con la mirilla desviada. Mientras tanto, la grada recordaba al astro argentino con cánticos de "Messi, Messi, Messi". La ciudad de Riad nunca llegó a ver al '10' vestido de blaugrana en sus estadios.

Desmoronados...

Kounde bien le debe una cena a Araujo. El galo erró incomprensiblemente en la salida de balón, Fekir se benefició del cuero, se deshizo de Ter Stegen, pero el uruguayo llegó a tiempo para enviar el cuero a córner. Esta salvada insufló confianza a los blaugrana y acto después el balón se coló en la portería de Bravo.

Centro de Raphinha desde la derecha y Pedri emuló a Sergi Roberto en el 6-1 frente al PSG en los octavos de la Champions League de 2017, suspendiéndose en el aire para rematar el esférico. Todo el equipo celebró el tanto, pero el linier señaló fuera de juego del brasileño. Milimétrico sería excesivo. Le sobró un número de pie para estar en posición reglamentaria.

Esta decisión arbitral dio alas al Betis y hundió anímicamente a un Barça que iba lanzado. Ter Stegen obró el primer milagro salvando un cabezazo de Pezzella de córner y Sergi Roberto llegó antes que Rodri para evitar que los béticos abrieran la lata en Riad tras un magistral pase de Luiz Henrique, el más activo de los verdiblancos.

... pero resucitados

El temple de Pedri. Capaz de parar el juego cuando las prisas acostumbran a apoderarse de la mayoría de mortales. Levantó la cabeza y envió un pase teledirigido hacia Dembélé en la salida de balón. El galo se marchó de Ruibal y asistió a Lewandowski, que a la primera no, pero a la segunda sí, anotó el primero de la noche para teñir las gradas del King Fahd Stadium de banderas azulgranas. El polaco rompió, así, su mayor sequía goleadora desde que es blaugrana: cuatro partidos sin ver puerta.

Toda resurreción va acompañada de un milagro, pero Ter Stegen firmó el tercero de la noche en tan solo 45 minutos. Mantuvo el candado en su portería a un trallazo de Rodri y puso una mano de acero a disparo de Luiz Henrique con la que los béticos ya cantaban el empate justo antes del descanso.

Doble jarro de agua

El segundo tiempo tuvo un par de marchas menos y el voltaje de los primeros 45 minutos se vio reducido considerablemente. El Barça apenas puso en peligro la portería de Bravo y estuvo jugando con fuego. Tanto, que se acabó quemando.

Los blaugrana no remataron el partido y le dieron una vida extra al Betis que no desaprovechó. Falta de contundencia defensiva en el área y Fekir pescó un balón para colarlo por el palo corto de Ter Stegen para desatar el delirio del equipo verdiblanco.

Si eso no era suficiente, la decepción fue doble para los de Xavi. Lewandowski volvió a mojar, pero el gatillazo dejó a todos helados. Fuera de juego de Ferran Torres en la acción previa al tanto del polaco. Nuevamente, a remar a contracorriente y otra semifinal que se fue a la próroga.

Dos piezas de museo y moneda al aire

Solo se habían disputado dos minutos cuando Ansu firmó una auténtica obra de arte. Falta lateral servida por Marcos Alonso, la muralla bética rechaza el cuero, pero le cae al '10' del Barça para enganchar una volea antológica con la pierna izquierda. La réplica, no obstante, llegó por parte del Betis con un golazo de tacón de Loren colándose el cuero por el único resquicio que existía.

El partido siguió el mismo camino que la primera semifinal y se decidió desde la tanda de penaltis. Juanmi y Carvalho se disfrazaron de Cömert y Gayà, enviando al Barça a la final de la Supercopa de España, jugándose el título contra el Real Madrid el domingo a partir de las 20:00 hora española.