El Barça completó el pleno en una semana cargada de exigencia y con una victoria cómoda frente al Covirán Granada redondeó seis días muy positivos, en los que completó su doblete europeo (Partizan y Baskonia) y mantuvo su imbatilidad en el Palau en la Liga Endesa (110-82).

En el tercer partido de la semana para los azulgranas, Jasikevicius optó por dar descanso a piezas importantes (Laprovittola, Abrines, Sanli) y apostar por las rotaciones (Tobey, por ejemplo se estrenó en la Liga), previendo el posible cansancio acumulado. Pero el rendimiento del equipo no bajó, pese a la presencia de Nnaji, Kuric y Paulí en el titular.

Muy al contrario. Los primeros 20 minutos de los azulgranas resultaron primorosos, en especial el primer cuarto: anotó 15 de sus 19 tiros de dos y 8 de los 11 triples que intentó. Kuric, recuperado después de su traumatismo cranoencefálico, se fue a los 14 puntos, con cuatro triples sin fallos. Pero Higgins aún lo mejoró con 18 puntos, con el Barça entregado a su apuesta ofensiva. El Covirán Granada superó como pudo el chaparrón inicial (35 puntos encajados) y luego consiguió rebajar el castigo (57-42, m. 20), demostrando que su séptima posición en la Liga no es gratuita gracias al trabajo de Felicio y, sobre todo, de Bropleh (19 de sus 27 puntos finales).

Relajación defensiva

En la reanudación, un exceso de confianza y también de relajación defensiva del Barça provocó la primera bronca de Jasikevicius a sus jugadores, porque las diferencias empezaron a difuminarse. Las rotaciones también tuvieron su peso en el bajón de intensidad. Paulí (27 minutos, 7 puntos, 5 asistencias, 2 rebotes) y Nnaji (17 minutos, 11 puntos, 5 rebotes) tuvieron el favor del técnico. También Caicedo tuvo su oportunidad (10 minutos, 3 puntos) e incluso el joven Rafa Villar apareció en el tramo final.

En ese escenario tan provisional para los barcelonistas, el Covirán Granada consiguió reengancharse al partido, llevándose de nuevo el tercer parcial (21-24) jugando con mucha inteligencia gracias a las acciones interiores del exNBA brasileño Cristiano Felicio, aprovechando el estado de inspiración de Bropleh, en una de sus mejores actuaciones en el campeonato, y también la irrupción de Christian Díaz (78-66, m. 30).

Tuvo que ponerse serio el técnico azulgrana y apostar por su mejor quinteto defensivo para que el Barça recuperara la iniciativa en el partido en el último periodo. El liderazgo de Vesely en la zona en ese sentido resultó fundamental (10 puntos, 6 rebotes en 15 minutos) y el pívot checo prolongó la línea de eficacia que ya demostró el viernes ante el Baskonia, devolviéndole las hechuras a su equipo y cerrando el triunfo.