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Un reto casi inhumano

El increíble desafío de correr por el Everest

Miguel Heras triunfa en la décima edición de la Everest Trail Race, una carrera a pie de seis etapas, con 170 kilómetros y un desnivel acumulado de 26.000 metros | Los participantes debían llevar encima toda la ropa que iban a utilizar y solo se podían asear una vez al día con un cubo de agua caliente y una pastilla de jabón

Miguel Heras, en pleno esfuerzo, por los alrededores del Everest. EVEREST TRAIL RACE / IAN CORLESS

Los pies, mejor no mirarlos, y si hay un poco de suerte, un poquito, no se pide más, hasta será posible lavar, aunque solo sea remojar, la ropa de competición. A 4.000 metros de altitud y pisando terreno del Himalaya nada parece fácil. Y mucho menos para Miguel Heras, ganador de la décima edición de la Everest Trail Race.

Cuentan desde Nepal que uno de los mejores instantes del día es cuando el corredor, liberado de miradas indiscretas, se coloca detrás de una mampara y allí se asea, porque lo de ducharse ya son palabras mayores, con el cubo de agua caliente y una pastilla de jabón, obsequio de la organización.

Solo 35 personas se han atrevido este año con el desafío. Los que no van patrocinados desembolsan entre 2.900 y 3.800 euros -dependiendo del transporte aéreo escogido- para estar seis días corriendo alrededor del Everest. Otros preferirán pasar unos días de vacaciones bajo una palmera caribeña, pero los que sienten la llamada de la cordillera más impactante del planeta se colocan toda la ropa que les cabe en la mochila -sin pasarse, que luego hay que correr, o como mínimo andar- y se preparan para afrontar 170 kilómetros, en seis etapas, con un desnivel total de 26.000 metros y una altitud máxima de 4.104 metros. Así es el reto que este martes ha ganado Miguel Heras, uno de los más consumados corredores de montaña españoles y que es el hermano menor de Roberto, cuatro veces ganador, como ciclista, de la Vuelta.

Otros ejemplos

Posiblemente, al menos como prueba por etapas, la Everest Trail Race, sea la carrera de montaña más dura del planeta. Otras, como la Ultratrail del Mont Blanc, gozan de mayor prestigio internacional. Pero la prueba alpina, aunque tenga 170 kilómetros, que los más rápidos hacen en menos de un día y otra mayoría emplea dos jornadas, se realiza en una sola etapa.

Luego está el caso particular del Maratón de Sables. Allí, en el Sáhara marroquí, todavía son más exigentes puesto que los participantes deben ser autosuficientes en todo, incluida la comida, que en el Nepal reciben en los avituallamientos, con servicio de desayuno y cena en los campamentos. Sin embargo, Sables no puede estar considerada como una carrera de montaña.

Un catalán, Jordi Abad, toda una vida entre montes, es el creador de la carrera nepalí que solo cuenta con dos victorias extranjeras, incluyendo la lograda por Heras. En 2018, un catalán de Platja d’Aro, Jordi Gamito, ahora tercero, se convirtió en el primer participante no nepalí que conseguía la victoria, que en el apartado femenino se apuntó la atleta local Phurwa Sherpa, en un reto que contó con 11 participantes españoles, entre ellos Maigualida Ojeda, la única mujer del grupo, octava de la general.

Cada día se recorría del orden de los 25 a 30 kilómetros con subidas igual de pronunciadas que las bajadas rondando siempre los 3.000 metros de desnivel, una salvajada, traducido al lenguaje coloquial. De ahí, que ese pequeño baño con el cubo de agua caliente y el jabón casi superase la satisfacción de cruzar la línea de meta, más allá de la posición y tiempo conseguidos.

Una firma en la montaña

Heras, de 47 años, lleva varias décadas impresionando como corredor de montaña aunque la bici no se le daba tampoco mal, siguiendo el ejemplo de su hermano Roberto. Es el último vencedor de la Ultra Pirineu.

La mayoría de carreras de montaña españolas cuentan con su firma, ya sea como vencedor u ocupante del podio. Cuando Kilian Jornet (35 años) empezó, Heras ya llevaba un tiempo corriendo por la montaña siempre compitiendo con otro mito de esta especialidad, Tòfol Castanyer. Y no ha parado para seguir ganando y superando desafíos como ha ocurrido ahora en el Everest.

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