José Manuel Llaneza ha fallecido este jueves a los 74 años de edad. Nacido en la localidad valenciana de Puçol en 1948, el hasta ahora vicepresidente del Villarreal Club de Fútbol ha dedicado al club las tres últimas décadas de su vida, formando parte del consejo de administración desde 1993 y facilitando la llegada de Fernando Roig a la entidad cuatro años más tarde, en 1997. Junto con el actual presidente, Llaneza construyó los cimientos de un equipo que durante su periodo ha pasado de Segunda División a ser campeón de Europa y consolidarse entre los grandes del mundo del fútbol.

Llaneza ha perdido la vida poco después de que lo hiciera su esposa, Encarna Carceller Martínez, fallecida el pasado mes de septiembre. El vicepresidente del club amarillo, uno de los principales artífices de la envidiable trayectoria del Submarino las últimas décadas, combatía una leucemia que le obligó a ser hospitalizado a comienzos de este 2022. Pese a que la pasión por el fútbol y en concreto por el Villarreal le ha llevado a presenciar varios encuentros del equipo de sus amores y a recibir merecidos homenajes, finalmente la enfermedad ha acabado con su vida para dolor y consternación de sus seres queridos y en definitiva de los miles de aficionados y simpatizantes ‘groguets’, que ahora lloran su irreparable pérdida.

Mucho más que un vicepresidente

José Manuel Llaneza recibió el pasado mes de mayo la Medalla de Oro de Vila-real junto a dos vila-realenses ilustres como Pau Torres y Sebastián Mora, demostrando que pese a nacer en Puçol después de tantos años de abnegada trayectoria se había ganado por méritos propios todo el cariño de la ciudad de acogida y de la provincia de Castellón, donde apoyó a un sinfín de clubs y disciplinas deportivas. Todos los partidos políticos se pusieron de acuerdo entonces para otorgar este reconocimiento a un hombre que ha hecho tanto para internacionalizar el nombre de Vila-real y del Villarreal.

Más allá de los reconocimientos institucionales, el vicepresidente era una persona muy querida por los aficionados, que no ocultaron su sincera emoción al verle de nuevo en el Estadio de la Cerámica después de superar una primera hospitalización por la maldita leucemia. La grada se puso en pie entonces para recibir con todos los honores al arquitecto del gran Villarreal.

Una trayectoria inmaculada

José Manuel Llaneza fue feliz en el Villarreal e hizo felices a miles de seguidores que han disfrutado de un sinfín de gestas con él como protagonista. Desde el ascenso en Compostela hasta el título de la Europa League en Gdansk son muchos los éxitos que se han podido disfrutar gracias en buena parte a la gestión y dedicación del ya eterno vicepresidente.

Como dijo Llaneza en más de una ocasión, pese a haber firmado a futbolistas de primer nivel internacional, su mejor fichaje no lo hizo para el césped sino para el palco, fue Fernando Roig, pues facilitó la llegada del actual propietario, que se fructificó el jueves 15 de mayo de 1997 en el salón del Restaurante Avenida 41 de Vila-real. Llaneza fue un hombre clave en el traspaso de poderes entre el entonces presidente Pascual Font de Mora, obligado a apartarse entonces por salud, y el actual. A buen seguro, si preguntamos hoy a Fernando Roig por el hombre más importante en la construcción del club también señalará el nombre de José Manuel Llaneza.

Desde Mediterráneo nos sumamos al duelo que están pasando sus hijos José Manuel, Ángel, Cristina y Mª del Mar; sus nietos Jose, Carmen, Pablo y Álvaro; sus hijos políticos, sus hermanos, cuñados, primos, sobrinos y demás familiares. Descanse en paz.