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Omar Mascarell Futbolista tinerfeño del Elche CF

«Ramis fue quien hizo el informe por el que me fichó el Madrid»

«Los que desprecian la Bundesliga no tienen ni idea: organización ideal, campos llenos y un crecimiento imparable»

Omar Mascarell, junto a Griezmann en un partido de esta temporada entre Elche y Atlético de Madrid. Pablo Morano (efe)

Ayer acabó una temporada brillante para el teguestero Omar Mascarell, con más de 30 comparecencias oficiales en el Elche y a un nivel altísimo. Hoy, hace balance.

¿Cuánto de satisfecho con la temporada de su regreso a España?

La verdad es que mucho, muy satisfecho. Sabíamos de la dificultad que tenía esta temporada y habernos salvado a dos jornadas del final es un éxito rotundo para todos nosotros.

Omar Mascarell, junto a Griezmann en un partido de esta temporada entre Elche y Atlético de Madrid.

¿Cómo se ha sentido este año?

Las sensaciones han sido buenas. Mi primera opción era volver a mi país, a España, y el Elche me abrió las puertas desde el primer día. Y todo lo que imaginé, pues se ha cumplido. Así que muy feliz porque todo lo que busqué, se ha hecho realidad. Me han tratado como a uno más en esta familia y eso se los agradezco un montón.

Y se nota que ha disfrutado.

Una de las cosas que más me ha sorprendido es el buen rollo que ha habido todo el año y la cercanía con la afición. Hasta en los momentos más difíciles nos han apoyado y en todas las etapas de esta temporada ha habido calma, que es algo crucial para conseguir los objetivos.

¿Qué hará en el futuro? Al parecer, tanto entrenador como director deportivo quieren su continuidad.

Hablar de futuro en el fútbol actual es muy difícil. Aquí soy feliz y estoy muy cómodo, el trato ha sido buenísimo y me siento muy querido por la afición, así como por los compañeros y por el club. He tenido continuidad, que es lo que quería, y veremos qué pasa. En el fútbol no hay nada seguro, pero la intención [de ellos] está ahí.

A sus 29 años, puede presumir de haber hecho casi de todo: probó fortuna en Inglaterra, llegó a ser capitán del Schalke...

Me siento muy orgulloso de la carrera que he hecho. Cuando era pequeño, ni por asomo me imaginaba que iba a jugar en tantos equipos. Eso me ha servido de mucho: para madurar, para adquirir cultura, aprender idiomas, vivir en países diferentes... Nunca me he cerrado las puertas a salir y creo que eso ha sido fundamental para enriquecer mucho mi trayectoria.

¿Y qué es lo que más le ha costado para consolidarse?

El año que peor lo pasé fue en Inglaterra. Llegué con 21 años a la Championship, que es una liga muy física y muy dura. Yo salía del Madrid, donde todo era jugar con el balón y ser protagonistas; y me vi de repente con un estilo diferente, un idioma nuevo y un sinfín de hábitos desconocidos. Lo pasé fatal. Me encerraba en casa, no salía... hasta que un día dije: «hasta aquí llegamos». Fue ahí cuando me empecé a tomar las cosas de otra manera y llegó un momento en el que todo ya fue sobre ruedas.

¿Y en Alemania? ¿Ser capitán de un histórico como el Schalke 04 es lo más grande que le ha pasado?

Eso, y ganar un título con el Eintracht. En cuanto a la capitanía, fue algo inesperado totalmente. En aquel momento estábamos muy bien y me sentía una pieza clave en el equipo. Sucedió que en el mercado de verano, el Bayern de Munich fichó a nuestro portero y el club dijo: si se va a ir en verano, no puede ser capitán en el Schalke. Los dirigentes del club se reunieron y en febrero me dijeron: «Estamos seguros de que lo vas a hacer bien».

¿Y entonces?

Les pregunté: «¿pero ser capitán?». Y me vi en una situación completamente inesperada, sin controlar del todo el idioma y asumiendo una responsabilidad que no era la mía, incluso teniendo que defender los intereses del club en reuniones con la directiva. Pero supe defenderme y estoy orgulloso de cómo lo hice.

¿Cree que se minusvalora la Bundesliga?

Yo me río cuando escucho comentarios peyorativos. Simplemente pienso que quien los haga, no tiene ni idea de lo que es la Bundesliga, cómo se juega y a qué nivel están los equipos. Alemania lleva creciendo una barbaridad en los últimos años. Es verdad que el Bayern lleva mucho tiempo quedando campeón y es difícil quitarles el puesto, pero la organización es increíble, no hay fallos de nada, tienes el calendario diseñado de antemano, los campos llenos... Basta con sentarse a ver un partido para comprobar la evolución que está teniendo el campeonato. Y para quien aún dude, le recuerdo quién acaba de proclamarse campeón de la Europa League.

Hablaba antes de las dificultades que halló para adaptarse en Inglaterra. Y en Alemania, ¿cómo hizo?

Tuve suerte, porque llegué primero a una ciudad como Frankfurt, que acoge a todo el mundo de maravilla. Además, nosotros en nuestro equipo teníamos hasta 22 nacionalidades diferentes. Teníamos un grupo increíble, con gente de todas las partes del mundo. Y en cuanto al fútbol, era mucho de idas y venidas; así que necesité un proceso de adaptación. Pero una vez lo coges, el estilo es un disfrute total.

Y usted que lo ha jugado, ¿no percibe que es el fútbol alemán totalmente diferente al que se estila en España?

Estoy de acuerdo contigo. La alemana es una liga muy física, con partidos locos, de contraataque... Ahí vas ganando 2-0 y al rato te puedes ver perdiendo 2-3 sin que le extrañe a nadie. Los equipos van a atacar, sin miedo, con todo y a pecho descubierto. Eso es lo que hace tan bonita la Bundesliga.

Y ahora que ya ha jugado hasta en tres países diferentes, ¿con quién le hizo más ilusión coincidir sobre un estadio de fútbol?

Mi primer año me enfrenté a uno de mis ídolos, Xabi Alonso, que era mi referente por demarcación y porque había coincidido con él en el Castilla. Pero también fue especial ver de cerca a Thiago, que es pura calidad y talento; y por supuesto a Lewandowski. Me siento un privilegiado por haber estado en un mismo campo de fútbol que ellos.

¿Y no hubo un momento en que tuviese que cambiar el chip para adaptarse a la dictadura del físico que impera ahora en Alemania?

Pero la hay en todos lados. Ahí sí puedo contarte una anécdota, y fue en Inglaterra. Firmo el contrato y al día siguiente se entrenaba. Me coge el míster y me dice: «oye, tú cuando acabes te vas al gimnasio». Pues el primer día nada más acabar solo estaba soñando con coger la ducha y la cama. Pero había que ponerse fuerte porque si no, no te ibas a comer nada. El físico es imprescindible en Inglaterra. Y en Alemania, lo mismo. Los jugadores se cuidan mucho más que antes y si no lo haces, te pasan por encima. Es así. Hay compañeros que cuentan que antaño incluso había jugadores que fumaban o bebían. Hoy eso lo veo inviable. Las 24 horas del día tienes que estar viviendo para tu cuerpo y para tu mente.

Habla de la importancia de la cabeza. ¿Es un pensamiento que quizá no había antes y sí se ha instalado definitivamente en el fútbol y en la sociedad actual?

Cuidar la mente es crucial. Si llevas una vida normal, de rutinas, en la que vas con ganas y con entusiasmo a entrenar... todo es más fácil. Si de mente vas libre, todo sale. Es algo que he notado mucho este año, a diferencia del anterior, donde lo pasé psicológicamente mal con el descenso del Schalke. Fue salir de allí, llegar a Elche y sentirme como en casa. Diría que la cabeza es ya tan importante como el físico, pero la experiencia me ha demostrado que no. Que la cabeza es todavía más importante. La mente influye un 70% y lo demás un 30, así de claro.

Hablemos de la temporada que acabó ayer. ¿El enfrentamiento con otro teguestero como Pedri fue uno de los momentos más especiales?

Fue tremendo. Imagínate: nos conocemos de toda la vida, nuestras familias se conocen... Al fin y al cabo, en Tegueste todos somos vecinos. Y que nos vieran por la tele, enfrentándonos entre nosotros, fue algo increíble para el municipio entero.

¿De Pedri está todo escrito? ¿O cualquier cosa que digamos corre el riesgo de quedarse pequeña?

Yo sabía que iba a ser bueno. Eso lo tenía clarísimo, porque la calidad se nota. Para los que estamos acostumbrados a ver partidos, cuando vas a uno de infantiles o cadetes, quién es bueno y quién es muy bueno lo detectas. Pero si alguien me dice que se esperaba lo de Pedri, para mí que miente. Ha roto todos los esquemas, cada día nos demuestra algo nuevo y no se le puede poner techo. Tiene tanto fútbol en sus botas, que llegará donde quiera. Este niño está hecho para darnos alegrías y para triunfar.

Y usted que le conoce en las distancias cortas, ¿qué nos puede decir de su convivencia con el éxito?

Él lo lleva bien. Al final, le ha llegado todo de golpe. Ha pasado de ser un niño que jugaba y se divertía en juveniles, a tener la responsabilidad de ser la estrella de un equipo de repercusión mundial. Lo lleva bien porque es un chico con la cabeza bien estructurada, una buena familia, un buen entorno... Pero salir a la calle y que te conozca todo el mundo, imagino que eso es normal por la figura de repercusión internacional que Pedri es; pero para una persona de su edad, imagino que nadie está preparado para eso. Pero eso la gente no lo ve.

¿A qué se refiere?

A que la imagen que se tiene de los futbolistas profesionales es un poco engañosa. La gente cree que todo es fácil, que todo es disfrute. Y para nada es así. Por supuesto que es un sueño para el que muchos luchamos, y luego no todo el mundo lleva. Pero la carrera de futbolista implica muchas renuncias, también el camino hasta llegar... o no hacerlo. Ser futbolista supone que con 16 años, mientras todos tus vecinos están en la fiesta del pueblo, tú estás durmiendo a las diez de la noche; que si tus amigos hacen un viaje en verano, tú no puedes; y luego hay que adquirir unos altos índices de responsabilidad a edades muy tempranas. Por no hablar de días malos en los que tienes que comportarte con normalidad, o de las lesiones. No todo es como la gente cree que es.

¿Y lo tiene más difícil el futbolista canario para llegar?

La premisa básica para llegar es la ilusión, la voluntad, querer la pelota, disfrutar con este deporte. Ahora bien, ¿que es difícil? Sí, es muy difícil. Además, desde las Islas es complicado salir. Hace falta que haya personas e instituciones que ayuden, que las futuras generaciones tengan un trampolín... Pero la calidad que hay en Canarias y que tienen los futbolistas canarios, en pocos sitios la he visto.

Evidentemente ayudaría que el Tenerife subiera.

Y ojalá lo haga. Ya el playoff está asegurado. Y puede jugar mejor o peor, pero compite siempre y no se le puede reprochar nada. Tiene un entrenador que es buen entrenador, y lo digo porque lo conozco. Yo sería uno de los que se alegría mucho por su éxito.

¿Cuándo coincidió con Ramis?

Yo había llegado al Madrid porque me vieron en un torneo de comunidades autónomas. Y cuando me incorporo y tengo que hacer las pruebas, el entrenador es Ramis. Por eso le tengo un cariño especial. Creo que él fue una de las personas que dio el buen visto y dio un buen informe para que el Madrid me firmara.

¿Y cómo era?

Hablábamos mucho porque sabía que yo era de Tenerife y él había jugado en el club. Me hizo sentir bien en todo momento, con un trato muy cariñoso. Como entrenador lo tuve poco, durante un torneo en Hungría en juveniles de primer año; y se ha visto que en los equipos donde ha estado, ha cumplido. Malo no puede ser.

Y ahora que hablamos de su etapa en el Real Madrid ¿cómo fue debutar con Mourinho?

Debutar en el Bernabéu es tremendo. Ese estadio es el que más me ha impresionado. Además, debuté el mismo día que otro tinerfeño: Maikel Mesa. Y en cuanto al día a día, todo es más normal de lo que pueda creerse. El del Madrid es un vestuario más, donde se habla de todo tipo de cosas: de ropas, de coches, de fútbol... Es un grupo de personas normal y corriente, solo que son muy conocidos.

En cuanto a su futuro, Mascarell se propone «seguir disfrutando».

«Tengo 29 años y creo que me quedan muchas temporadas por delante. Ojalá sean todas como ésta, en la que he disfrutado mucho. Si es aquí en el Elche, perfecto; si no, será en otro lado. Pero sigo con la ilusión de un niño y sin ponerme límites».

El cruce con Pedri, «muy especial»

Omar Mascarell conserva un sinfín de camisetas de amigos y compañeros, entre ellos «muy especial» la de su vecino Pedri, con quien jugó esta temporada un partido «entre vecinos del mismo pueblo que tuvo mucha repercusión» en su Tegueste natal. «Lo de este municipio es como para estudiarlo: están saliendo muchas figuras», bromea Omar. Al más alto nivel están el atleta Simón Siverio, el modelo Carlos Gómez y por supuesto Pedri, «que rompe moldes».

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