La Federación Vasca de Fútbol (FVF) mantiene la pretensión a largo plazo de contar con una selección oficial que participe en competiciones internacionales, pero por el momento congelará el proceso iniciado en 2018 para lograrlo. Según confirmó este miércoles su presidente, Javier Landeta, la FVF no acudirá la Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) para forzar su admisión en la UEFA y la FIFA.

En una comparecencia en el Parlamento vasco, Landeta reconoció que la FVF "no cumple los requisitos" exigidos por los dos organismos deportivos internacionales, por lo que sus servicios jurídicos han recomendado no formular un recurso, dado que este carecería de recorrido y estaría condenado al fracaso.

Pese a ello, el federativo vasco ha refrendado su compromiso con la oficialidad de las selecciones vascas y ha garantizado que la FVF seguirá buscando su participación en competiciones internacionales, siempre "desde el respeto a la legalidad vigente".

TRES AÑOS Y MEDIO

De este modo, el fútbol vasco cierra (al menos por el momento) un capítulo que inició formalmente durante una asamblea celebrada en Durango (Bizkaia) en diciembre de 2018. A ella estaban convocados 124 asambleístas, pero muchos de ellos no se presentaron por su rechazo al único punto del orden del día: acordar la integración directa de la FVF en UEFA y FIFA.

La propuesta, auspiciada por el Gobierno vasco formado por el PNV y el PSE, salió adelante con 43 votos a favor, ninguno en contra y una sola abstención. El entonces presidente de la institución, Luis Mari Elustondo, asumió entonces la responsabilidad de iniciar el proceso legal para cumplir con el mandato de la asamblea. Reclamó a la RFEF que facilitara el proceso de escisión, pero Luis Rubiales se negó en rotundo. Por voluntad y porque legalmente no habría podido hacerlo.

El problema, ya conocido previamente, residía en que la FVF no cumplía con los requisitos de UEFA y FIFA para ser aceptada como una federación independiente de la española y que, además, su pretensión colisionaba con el marco constitucional español. El Tribunal Constitucional ya había fallado, años antes, que las selecciones autonómicas solo pueden participar en competiciones internacional en aquellos deportes en los que no haya una federación española. Euskadi, por ejemplo, compite desde hace años en 'sokatira' o tiro de soga.

Sin recepción formal

Dos años después de esa asamblea, en diciembre de 2020, Elustondo se desplazó a Suiza junto al director de Deportes del Gobierno vasco, Jon Redondo, para registrar sus solicitudes ante UEFA y FIFA. En ambos casos, las dos instituciones evitaron realizar una recepción formal a la delegación vasca. Posteriormente, en marzo, Elustondo abandonó la presidencia y accedió a ella Landeta, quien también es director de Justicia Digital e Infraestructuras del Gobierno vasco.

En julio de 2021, el Comité Ejecutivo de la UEFA decidió rechazar la solicitud de la FVF, sin remitirla siquiera a su Congreso. Argumentó el organismo, sin darle publicidad, que la federación vasca "pertenece a la RFEF" y que no cumple los criterios de admisión "al no ser un Estado reconocido por la mayoría de la comunidad internacional, uno de los requisitos imprescindibles tras la última modificación de los estatutos, realizada a raíz de la forzosa admisión de Gibraltar.

FIFA también dice no

Tras este rechazo, el de FIFA llegó apenas unas semanas después. Y era todavía más previsible que el anterior, pues el organismo mundial exige a cualquier aspirante a federación miembro que previamente sea aceptada por su confederación correspondiente, en este caso UEFA. Sin estar en UEFA, no se puede estar en FIFA.

La FVF podía recurrir ambas decisiones ante el TAS, pero ha decidido no hacerlo al asumir que los "precedentes" impiden que esos recursos tengan posibilidades de éxito. Insiste en su voluntad de perseguir la oficialidad, pero las trabas siguen siendo las mismas que al comienzo del proceso: ni las normas internas de UEFA y FIFA lo permiten, ni lo hace tampoco la Constitución española.