Abrazo en la red, felicitación de Rafael Nadal, en reconocimiento a Carlos Alcaraz. El duelo generacional se lo llevaba el joven tenista murciano que derrotaba por primera vez a su ídolo en la Caja Mágica por 6-2, 1-6 y 6-3. Un partido con el corazón partido en la grada de la Caja Mágica. Dos generaciones cara a cara. A un lado Nadal con 91 títulos, 21 Grand Slams y 1050 victorias, al otro, Alcaraz, 19 años y todo un camino por recorrer aunque la estrella ya brilla fuerte esta temporada con tres títulos en su bolsa y el convencimiento de llegar lo más alto posible como lo demostró en la central Manolo Santana en un partido "muy complicado para mí", decía Carlitos, como le gusta que le llamen, tras ganar su "ídolo de niñez del que siempre aprendo".

En el primer set Alcaraz no ha dado opciones. Después de un inicio nervioso en el que los ambos se han roto el saque de salida, tras hacer un segundo 'break', el tenista murciano ha ido imponiendo un ritmo, cada vez más fuerte, más agresivo, que al otro lado de la red, Nadal no ha podido frenar.

Tenía un ciclón enfrente que acababa el set con 19 golpes ganadores por 2 de Nadal. Tampoco el balear estaba en condiciones de plantar una lucha cara a cara. Lo había anunciado. "Carlos es el favorito. Yo trataré de hacer lo que pueda", advirtió tras su maratoniano partido con David Goffin, del que salió cojeando, por su lesión crónica en el pie izquierdo que le tortura demasiado últimamente.

Nadal estaba mermado, en cualquier otro partido y torneo, se habría planteado si valía la pena jugar, pero en Madrid, en la Caja Mágica y ante un público ansioso de ver el duelo generacional, asumió su responsabilidad. Intentó mantener la cara ante el meteoro que tenía enfrente. "Emocionalmente ha sido el partido más complicado de mi carrera", ha reconocido el tenista murciano, quien acabado el partido escribió una frase en la cámara de televisión cargada de simbolismo: '¿Qué ha pasado?'.

Pues ha pasado que hace un año y un día, Nadal le había dado una lección al joven aspirante a campeón (6-1, 6-2). Y ahora ha pasado que Alcaraz ha batido a su ídolo. Y no porque la situación era muy diferente y no solo por los 16 años y un mes que separaban los 37 años de uno y los 19 del otro.

Rafa Nadal. EFE

En 47 minutos Alcaraz se apuntaba el primer set sacando todo su gran repertorio de golpes, de derecha, de revés, voleas , servicios a más de 210 km/h y esas dejadas marca de la casa, moviendo con potencia a Nadal de una esquina a otra de la pista. Un festival que el exnúmero 1 mundial encajaba sin ninguna queja, consciente de su inferioridad, física especialmente, que le impedía mantener el pulso que le habría gustado.

Caída y parón

Una espectacular caída de Alcaraz al inicio del segundo set, en la que el tenista murciano se torció el tobillo y se golpeó la mano, ayudaron a Nadal igualar el juego y tomar ventaja en el marcador (3-1). Fue un momento de descontrol para el tenista murciano, al que se añadió que se parara el partido para atender a una espectadora en las gradas.

Nadal quería seguir y animaba a hacerlo a Alcaraz, pero el juez árbitro no lo permitió. Nadal se quedó sentado en la silla esperando mientras Alcaraz hacía movimientos para comprobar el estado de su tobillo. En la reanudación el tenista balear encadenó los tres juegos seguidos y cedió solo dos puntos para forzar el tercer set. El Alcaraz del inicio estaba desaparecido (13 errores no forzados y apenas 5 ganadores).

Reacción para ganar

El tenista murciano se fue a los vestuarios para cambiarse y salió renovado. Dispuesto a volver a la batalla. Sus golpes volvieron a hacer daño. La bola volvía a salir disparada de su raqueta como un obús. Jugando directo y agresivo, valiente. Así llegó el 'break' (3-1), con un juego en blanco, en el que Nadal se desesperaba por sus cuatro errores. Alcaraz tomaba ventaja de 4-1 y 5-2, disparado hacia la victoria, después del susto. Una dejada mágica y un passing shot de derecha le daban la victoria a la nueva estrella del tenis español.

Djokovic, hoy

Alcaraz ansiaba jugar estos partidos, enfrentarse a los mejores, ganarles. El partido ante Nadal era especial y lo disfrutó a lo grande. Este viernes sumó la 26 victoria de la temporada y alcanzó por tercera vez unas semifinales en un Masters 1.000. La primera en Indian Wells donde cayó por última vez ante Nadal, la segunda en Miami, donde ganó el título y la tercera en Madrid, donde le espera este sábado un tal Novak Djokovic (16.00 horas, La1, Movistar). Otro reto en su fulgurante progresión en la que del 120 mundial, el año pasado, ha vuelto a la Caja Mágica como 'top ten' (9 mundial).