Hay cosas que no se pueden explicar. Ni tan siquiera se debe buscar explicaciones. Lo que ha ocurrido este año en el Santiago Bernabéu en la Champions trasciende a la lógica, e incluso al fútbol. Cuando el reloj marcaba el minuto 89 nada hacía sospechar que el Real Madrid pudiera dar la vuelta al gol de Mahrez. Ni siquiera se respiraba el fervor de un Bernabéu resignado esta vez que venía de vivir noches mágicas ante el todopoderoso PSG y el vigente campeón Chelsea. Pero el duelo ante este Manchester City maduro y cínico pintaba realmente mal. Había advertido Guardiola en la previa "puede que juguemos peor que en la ida y ganemos". Y precisamente eso estaba ocurriendo cuando el reloj señalaba el minuto 89. Faltaban 60 segundos para el final. Pero todo volvió a saltar por los aires... El Madrid estará en la final de París. Las razones no las busquen en esta crónica.

Antes del milagro, y aleccionados por lo ocurrido en la ida, el duelo del Bernabéu amaneció con más cautela que frenesí. El Real Madrid, blindado por la presencia de Casemiro Valverde en la medular, ofrecía un perfil más metálico, mientras el Manchester City apostaba por una posesión más preventiva que malintencionada. Guardiola alineó a sus laterales titulares, con Walker infiltrado, y Ancelotti agazapó a los suyos en bloque bajo para atacar donde mejor se mueve su equipo, en los espacios. Dos remates de Benzema y otro de Vinicius encendían a la parroquia local de inicio, pero el City respondía con dos zarpazos de Bernardo Silva y Gabriel Jesús que aceleraron las pulsaciones de la grada. Los entretenidos minutos de tanteo dejaban la misma sensación del duelo de Manchester: había más talento ofensivo que defensivo en el campo. 

Carletto no había ocultado, con su particular sorna, que el partido sería largo al advertir que serían más importantes los que acabasen el partido que los que lo empezasen. Una forma muy sutil de decir que el plan era no perder la eliminatoria en la primera hora, para ganarla en la segunda. Quizás eso explique Modric pasase más tiempo pendiente de Rodri que el español del croata en el primer asalto. Los blancos apostaban por jugar directo en ataque, con ataques protagonizados por Karim, Vinicius, que encontró en Walker un hueso duro de roer, y un tercero circunstancial. Pep se desgañitaba invitando a Mahrez a desafiar a pierna cambiada a Mendy y alternaba la posición de Gabriel Jesús y Foden. En el City, Bernardo llevaba el timón, pero era De Bruyne quien aceleraba los ataques. Era la calma que precede a la tormenta. Cuando Orsato mandó a la ducha al personal, los jugadores habían exprimido las pizarras. Faltaba la épica...

La segunda parte comenzó con una ocasión clamorosa de Vinicius a pase de Carvajal. En la siguiente jugada fue Mendy el que llegó. La audacia de sus laterales era síntoma de que Ancelotti había subido un par de marchas, y la agresividad en la recuperación de balón tras pérdida del Madrid, seña de identidad de los equipos de Guardiola, comenzaban a conectar al césped con el Bernabéu. Hasta Vinicius, al que penalizaban sus malos controles en el área, ya desequilibraba a Walker con descaro. Enfrente el City no generaba nada de peligro, ni una triste amenaza para amedrentar a los blancos, que iban cada vez más convencidos a los balones divididos. 

Restaban treinta minutos cuando Ancelotti sacó a Rodrygo. El plan seguía su curso. Una hora controlando el partido y media hora para empatar la eliminatoria. Carletto dejaba en el campo a Valverde, el todocampista, y afilaba sus llegadas con los brasileños. Guardiola se veía obligado a relevar a Walker y metía a Gundogan por un gris De Bruyne. Y en la primera jugada un error en la medular permitió llegar al borde del área a Bernardo, el mejor del partido, que sirvió a su derecha, donde apareció Mahrez para clavar un zurdazo en la red. La montaña era el Everest. 19 minutos por delante y dos goles por marcar. Ancelotti revolucionó el partido con Camavinga Asensio, por Casemiro Modric, pero el gol había sido un mazazo para un Bernabéu que no fue el de otras noches. Quizás narcotizado por el fútbol calculado de ambos en la primera hora de partido, el público blanco no era capaz de reactiva a los suyos, que no eran capaces de descifrar el sudoku que había propuesto Guardiola

Dos goles en 90 segundos

Y entonces volvió a ocurrir. Rodrygo marcó en el minuto 89, con un descuento de seis minutos por delante. Una jugada con más fe que estética que encendió el Bernabéu. La grada estalló y en la siguiente jugada Carvajal centraba al área donde de nuevo Rodrygo cabeceaba a la red con el fútbol a flor de piel y el pueblo pidiendo más. La magia del Bernabéu lo había vuelto a hacer. Donde no había fútbol apareció el carácter. Lo advertía Ancelotti, necesitaremos calidad, compromiso y corazón. Surge la duda de saber si el Madrid hubiese tocado zafarrancho antes, ¿de qué estaríamos hablando? A la prórroga. El plan de Ancelotti...

Y llegó la prórroga, donde el Madrid seguía y seguía creciendo empujando por el Bernabéu. Y en un pase al área sin peligro Benzema se anticipó a un torpe Ruben Días que se lanzó y atropelló al delantero. Karim está vez tiró de sangre fría y espero a que se venciese Ederson para engañarle y anotar el tercero. El Madrid estaba en París, aunque quedaba toda la prórroga por delante. Pero el City ya no jugaba contra un equipo, jugaba contra un sueño, una quimera. El plan de Ancelotti era perfecto: el milagro como táctica.

FICHA: REAL MADRID 3- MANCHESTER CITY 1

REAL MADRID: Courtois (6); Carvajal (6), Militao (5), Nacho (6), Mendy (5); Kroos (6), Casemiro (6), Modric (7); Valverde (6), Benzema (7), Vinicius Jr. (6) Técnico: Ancelotti (7). Cambios: Rodrygo (7) por Kroos (m.65), Camavinga (8) por Modric (m.74), Asensio (7) por Casemiro (m.74), Ceballos (6) por Benzema (min.102), Lucas Vázquez(sc) por Vinicius (min.113), Vallejo (sc) por Militao (min.113)

MANCHESTER CITY: Ederson (6); Walker (6), Dias (4), Laporte (5), Cancelo (5); Bernardo (8), Rodrigo (6), De Bruyne (5); Mahrez (7), Gabriel Jesús (5), Foden (5). Técnico: Guardiola (7). Cambios: Zinchenko (5) por Walker (m.71), Gundogan (5) por De Bruyne (m.71), Grealish (5) por Gabriel Jesús (m.78), Fernandinho (5) por Mahrez (m.83), Sterling por Rodri (min.97)

GOLES: 0-1, Mahrez (m.72); 1-1, Rodrygo (min.89), 2-1, Rodrygo (m.91+), 3-1, Benzema, de penalti (min.94)

ÁRBITRO: Orsato. Amarilla a Laporte (min.6), Modric (min.6), Carvajal (min.62), Militao (min.83), Sterling (min.97), Zinchenko (min.111)