Cuando Carlos Alcaraz causó baja en el equipo español de Copa Davis antes de la fase final de 2021 tras dar positivo en COVID-19, Sergi Brugera, el capitán de España, fue claro y contundente: "El equipo se ha quedado tocado, ha sido duro", dijo el catalán, que anteriormente señaló que el tenista de El Palmar aportaba "frescura". En la competición, pese a que es solo un chico de 18 años, el combinado nacional acusó su ausencia. Comenzó ganando a Ecuador y después cayó ante la Rusia de Daniil Medvedev. La derrota evitó el pase a cuartos de final y, por consiguiente, tener que jugar una eliminatoria de clasificación en 2022 para poder estar de nuevo en la lucha por el título.

España se la jugará en el Club Tenis Puente Romano, de Marbella, los días 4 y 5 de marzo ante Rumanía, donde se homenajeará a una leyenda como Manolo Santaa. Y lo hará con Carlos Alcaraz y Pablo Carreño, amigos y compañeros de entrenamientos como líderes, a los que acompañarán Roberto Bautista y otro debutante, Alejandro Davidovich.

España tendrá enfrente a la selección rumana, que no cuenta con ningún tenista dentro del top 100 en la actualidad y cuyo mejor tenista individual es Marius Copil, número 275 del ránking, ya que hace dos meses se retiró el tenista Horia Tecau, que ocupaba el puesto 17 del mundo en dobles.

La llamada de Sergi Bruguera, que entraba dentro de los planes de Juan Carlos Ferrero, entrenador del murciano, obligará a su pupilo de realizar un viaje de Estados Unidos a España para después regresar, al margen de tener que jugar en superficies diferentes durante el próximo mes.

Alcaraz volverá a competir en el ATP 500 de Río de Janeiro, que dará comienzo el próximo 14 de febrero y se disputará en tierra batida. De la arcilla de Río pasará a la pista rápida de Acapulco el 21 de febrero. Después, volverá a España para jugar de nuevo en tierra, y nada más acabar esta eliminatoria, regresará a Estados Unidos para afrontar otros dos retos en pista rápida, que serán dos Masters 1.000: Indian Wells, del 10 a 20 de marzo, y Miami, del 23 de marzo al 3 de abril. Cambiar de pista en tan poco espacio de tiempo es algo que no preocupa al entorno de un jugador que desde niño está adaptado a entrenar y jugar indistintamente en rápida y en tierra batida.

Después llegará el período de la temporada previo a Roland Garros, donde ya no tendrá que cambiar de pista, puesto que todo será en tierra batida. La cuenta atrás la abrirá en el El Masters de Montecarlo, entre el 10 y el 17 de abril, para después jugar el ATP 500 Barcelona Open Banc Sabadell, del 18 al 24 de abril, y afrontar a continuación el Mutua Madrid Open (1 al 8 de mayo). En función de los resultados obtenidos, podría acudir a Estoril (25 de abril). En mayo también estará en el Masters 1.000 de Roma (8 al 15), que todo apunta a que será el último torneo que disputará antes del inicio de Roland Garros, que este año se jugará entre el 22 de mayo y el 5 de junio.