Los Cavaliers apabullaron a los Timberwolves en Minneapolis y les derrotaron por 106-123 en un partido en el que el equipo de Ricky Rubio dominó de principio a fin y llegó a estar 33 puntos por delante cuando faltaban de 6 minutos para el pitido final. Los Cavaliers, que son ya el tercer mejor equipo defensivo de la NBA solo por detrás de los Golden State Warriors y los Phoenix Suns, nunca dieron opción al ataque de los locales, que en ningún momento estuvieron por delante en el marcador. Y en ataque, la compenetración entre Darius Garland y Jarret Allen, y Rubio y Kevin Love, junto con el juego de interior de los Cavaliers, rompió la débil defensa de los Wolves.

Siete jugadores de los Cavs terminaron el partido con más de 10 puntos en su haber, y tres de ellos con dobles-dobles. El máximo anotador de los de Cleveland fue Allen, que hizo un doble-doble de 21 puntos, 10 rebotes, 2 asistencias, 1 robo y 2 tapones. Garland también se fue con un doble-doble de 12 puntos, 12 asistencias, 2 rebotes, y 1 robo, mientras que Love, desde el banquillo, anotó 18 puntos, 13 rebotes, 4 asistencias, 1 robo y 1 tapón. Ricky Rubio, que se enfrentó al equipo con el que jugó la temporada pasada, terminó la noche con 6 puntos, 4 rebotes y 8 asistencias.

En los Wolves, el máximo anotador fue el pívot Karl-Anthony Towns, que hizo 21 puntos, 7 rebotes, 2 asistencias, 1 robo y 3 tapones. Malik Beasly, desde el banquillo, sumó 15 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias. Anthony Edwards se tuvo que conformar con 13 puntos, con un paupérrimo 1 de 8 desde la línea de 3, 4 rebotes, 2 asistencias, 2 robos y 1 tapón. El argentino Leandro Bolmaro, que llegó este año a los Wolves procedente del Barcelona, jugó 15 minutos en los que anotó 2 puntos, 2 rebotes, 1 asistencia y 2 robos.

Los Cavaliers resuelven en 270 segundos

Los Timberwolves llegaban al partido con una racha perdedora de cuatro partidos contra los Utah Jazz, Washington Wizards, Brooklyn Nets y Atlanta Hawks que les había dejado en el noveno puesto de la Conferencia Oeste. Por su parte, los Cavs estaban los sextos de la Conferencia Este, en plena efervescencia, tras una convincente victoria por 115-92 contra los Chicago Bulls el jueves.

Los Cavs necesitaron 270 segundos para resolver el partido. Los de Cleveland empezaron el partido con su esquema habitual: aprovechar la envergadura de Allen, Mobley y Markkanen para castigar la pintura de los Wolves. Con esta estrategia, los Cavaliers empezaron a sumar puntos en rápida sucesión. Los Wolves aguantaron el ritmo durante 90 segundos pero tras anotar 4 puntos, los locales se desfondaron. A falta de 9.33 minutos para el final del primer cuarto, los Cavs ya estaban por delante 4-10, con 4 puntos consecutivos fruto de dos 'alley oops' de Allen a lo que el entrenador de los Timberwolves, Chris Finch, respondió con su primer tiempo muerto. Dos minutos después, tras 2 robos, 1 tapón y otro 'alley oop', esta vez de Mobley, el marcador ya señalaba una diferencia de 16 puntos a favor de los Cavs, 4-20. Finch solicitó otro tiempo muerto. Cuando se cumplieron los primeros 12 minutos de juego, los Wolves habían recortado la distancia a 6 puntos, 20-34, pero los de Minnesota sabían que el partido se había acabado con estadísticas inapelables. Los Cavs contaban con un porcentaje de tiros de 3 del 66,7% mientras el de tiros de campo era un 60,9%. Las cifras de los Wolves eran del 10% y 31,8%, respectivamente. De los 34 puntos de los Cavs, 20 habían sido desde la pintura por solo 10 de los Timberwolves.

Los Cavs no aflojaron en el segundo cuarto. En ataque, Markkanen, Allen e Isaac Okoro siguieron con su efectividad de los primeros 12 minutos. En defensa, los Cavs volvieron a demostrar su capacidad de sacrificio protegiendo el aro contra el atletismo explosivo de Edwards.

Malos porcentajes de los Timberwolves

Cuando el partido llegó al descanso con un 44-65 en el marcador, el finlandés Markkanen era el máximo anotador de los Cavs, con 15 puntos, mientras que Malik Beasley lideraba en los Timberwolves con 10 puntos. Los dos equipos mantuvieron los porcentajes de tiro del primer cuarto: los visitantes por encima del 60% y los locales con un 15,8% en triples y un 32,6% en tiros de campo. Tras el descanso, los Cavs se limitaron a mantener su ventaja. Aunque su efectividad de tiro cayó en porcentaje, los de Cleveland anotaron 27 puntos en el tercer cuarto, los mismos que los Timberwolves, lo que dejó el marcador en 71-92.

En los 12 últimos minutos, los de Cleveland volvieron a apretar en defensa, lo que terminó de ahogar a los Wolves. El equipo de Cleveland logró su mayor ventaja del partido, 33 puntos, a falta de 6 minutos para el final con un triple de Rubio. En ese punto, J.B. Bickerstaff, el entrenador de los Cavs, decidió que el castigo de los Wolves era suficiente y puso en pista a todos sus suplentes, incluido el senegalés de 2,29 metros Tacko Fall, mientras Finch mantenía sus titulares. En los minutos finales, los Wolves redujeron la distancia a 17 puntos, 106-123, pero la fiesta fue para los Cavaliers de principio a fin.