Palmeiras ratificó su condición de líder latinoamericano al ganar por segunda vez consecutiva la Copa Libertadores tras derrotar 2-1 a Flamengo. De esta manera, Palmeiras ya forma integra a la lista de equipo brasileños que se consagraron tres veces campeones: San Pablo, Gremio y Santos.

El estadio Centenario de Montevideo se vistió de fiesta para un partido único. De un lado, Palmeiras, ganador del torneo regional en 2020. De otro, Flamengo, campeón en 2019. Un equipo paulista contra otro carioca. Lo que es decir un choque entre el futbol de San Pablo y Río de Janeiro. Un duelo de estilos. Flamengo no había perdido con Palmeiras en los últimos cinco partidos. Pero en una final de la Libertadores se juega diferente. El que se equivoca, lo paga. Y así sucedió al principio con Flamengo. Seis minutos: la Verdao aprovechó un desconcierto de la defensa. Ni David Luiz ni Felipe Luiz, dos estrellas internacionales, se mostraron fiables en esa circunstancias. Mayque vio la grieta y habilitó a Raphael Veiga. El portero Diego Alves no tuvo nada que hacer.

A partir de la ventaja, sucedió lo previsible. Palmeiras se agrupó en su campo para esperar al contrincante y sorprenderlo en velocidad con un contragolpe. Su entrenador, el portugués Abel Ferreira, lo había anticipado: en un choque de esta naturaleza el "30% es táctica" y, el resto, fruto de la inteligencia colectiva para aplicarla. Los paulistas fueron fieles a ese libreto más especulativo. A los nueve y 28 minutos estuvo cerca de aumentar diferencias. Flamengo no encontraba el camino para inquietar a Weverton, salvo una ocasión muy clara a los 42 minutos que Giorgian de Arrascaeta no pudo definir delante del portero.

Los cariocas salieron a matar o morir apenas comenzado el complemento por orden de Renato Gaucho. Gabigol se escapó solo por la derecha. Lo cerró Gustavo Gómez cuando se aprestaba a rematar. A los 52 minutos, Palmeiras inquietó a Flamengo. El uruguayo Joaquín Piquerez se conectó con Rony, quien disparó desde 30 metros. Alves se tuvo que esforzar para que el balón no entrara en la portería. El partido ganó en dramatismo. Fla acentuó la presión. El Weverton le sacó el empate a David Luiz. Siete minutos más tarde, lo tuvo Bruno Henrique. Everton Ribeiro no logró consolidar su papel de conductor y fue sustituido por el habilidoso Michael. El premio tan buscado por los cariocas llegó antes de llegar la media hora. De Arrascaeta dejó solo a Gabigol y, esta vez, no perdonó: 1-1. A partir del minuto 75 se jugó otro partido.

Los 30 minutos suplementarios

Palmeiras sintió el impacto anímico y el cansancio. Michael se perdió el segundo y la posibilidad de evitar los 30 minutos de alargue. Fue un precio muy alto el que pagó. Pero nada se compararía con el tremendo error de Andreas Pereira que le regaló el balón a Deyverson, que había sustituido a Veiga, para poner las cosas 2-1 en favor de los paulistas apenas iniciados los 30 minutos suplementarios. Milagro en Montevideo. Flamengo intentó sobreponerse a la inesperada adversidad. Corrieron los minutos sin poder dar vuelta el resultado. Palmeiras solo dejó que corrieran las agujas del reloj, a la espera del festejo más soñado y sufrido.

El flamante campeón de la Libertadores ha obtenido 15 millones de dólares y su boleto para el próximo Mundial de Clubes que se disputará en enero en Emiratos Árabes Unidos. Ya estaban clasificados Chelsea, Monterrey, Al-Hilal, Al-Ahly, Auckland City y Al-Jazira.