Marc Gasol seguirá su carrera como jugador en las filas del Bàsquet Girona. El pívot barcelonés de 36 años, uno de los grandes nombres del deporte español, desveló este miércoles uno de los interrogantes con menos carga de intriga en la historia reciente del deporte. Desde el momento en que los Lakers confirmaron el pasado septiembre el final de la relación contractual, la vuelta de Marc Gasol al club que fundó en el 2014 parecía la posibilidad más real por encima de hipotéticas ofertas para continuar en la NBA y del interés del Barça, hecho pública por Juan Carlos Navarro, para que volviera a vestir de azulgrana.

 “Me hace muchísima ilusión estar aquí. Estoy con muchas ganas de hacer lo que más me gusta y de hacerlo aquí, en Girona, una ciudad con la que tengo una relación muy especial“, ha asegurado Marc, en un acto multitudinario con aficionados (en torno a los 2.000 en Fontajau), en el que aparecíó con el número 33, el dorsal que lucirá en el equipo, mientras un grafitero escribía en un mural en el escenario 'Bentornat".

Presidente y jugador

"He recibido mucho apoyo estos días, paseando por la ciudad y estoy con muchas ganas de devolver todo este cariño en actos como el de hoy y también en los partidos. Somos un club muy joven, con ganas de crecer, aportar en el territorio que es lo más importante,", añadió Marc Gasol en presencia de un centenar de jugadores de la base del club, que cuenta con una veintena de equipo. El pívot barcelonés deberá asumir el doble rol de presidente y jugador, y a quien no le supondrá ningún problema el tránsito que representa pasar de jugar en los Lakers y en la mejor liga del mundo a hacerlo en Girona en la Segunda División.

Marc Gasol explicó que desde el momento en el que decidió seguir jugando, su única opción firme fue Girona y ya no entró a valorar la posibilidad de regresar al Barça, como le había ofrecido su amigo Navarro. “Si no hubiera sido el Girona, habría sido el Barça. En las conversaciones que he tenido con Juan Carlos, hablaba con un amigo no con el director deportivo y siempre le transmitía mi situación, porque hablaba con un amigo, no con el director deportivo. No le di pie a pensar que podía ir, porque no me parecía justo”, aclaró el jugador, para asegurar que su entorno ha asumido como normal la decisión. “A los que me conocen, no les sorprende, la decisiónq ue he tomado porque saben lo que siento. Tener esta oportunidad de jugar aquí y no aprovecharla era algo que no concebía”, afirma Marc, que deberá asumir el doble rol de presidente y jugador, y a quien no le supondrá ningún problema el tránsito que representa pasar de jugar en los Lakers y en la mejor liga del mundo a hacerlo en Girona en la Segunda División. “También me hace ilusión vivir esta experiencia, aunque no tenga tanto glamour como la NBA, pero de todo eso se disfruta”. 

El reto de la ACB

Con una carrera espléndida en la que ha colmado casi todos sus sueños (campeón de la NBA con los Raptors, doble campeón del mundo, doble medallista olímpico y doble campeón de Europa con la selección entre otros logros), Gasol cree que no tiene nada más que demostrar y desea dedicar más tiempo a la familia que ha formado con Cristina Blesa, con la que tiene dos hijos (Julia, de 7 años, Luca, de cuatro) y a cerrar su etapa en el baloncesto en un proyecto personal como el Bàsquet Girona, que no le exigirá tanta dedicación (un viaje fuera cada 15 días). El objetivo que se plantea a medio plazo es el ascenso a la ACB, para devolver, según sus palabras, una parte de lo que recibió en su primera y trascendental etapa en Girona. Su debut será el 3 de diciembre en casa frente al Peñas Huesca.

A pesar de su alejamiento temporal de las canchas desde los Juegos de Tokio, donde se despidió de la selección al tiempo que su hermano, Marc no se ha descuidado y ha mantenido su rutina de entrenamiento con la idea de ponerse a punto hasta el momento de su vuelta. En estos tres meses, ha participado de los entrenamientos del equipo y ha recuperado el punto de forma para dar el paso adelante. "Aún me queda un poco para estar a punto", admite.

Su vuelta a las canchas se produce en un momento delicado para el Bàsquet Girona, que está en la cola de la LEB Oro, la segunda división del baloncesto español. El equipo gerundense es el 15º de 18 equipos y suma solo dos victorias por siete derrotas, que ha sumado de forma consecutiva, lo que le ha llevado a destituir al técnico Carles Marco para el que le está buscando sustituto.