En cuatro meses, Joan Laporta ha entrado con tres entrenadores distintos en el vestuario de la ciudad deportiva de Sant Joan Despí. Primero con Ronald Koeman; después, con Sergi Barjuan. Y, ahora, con Xavi Hernández, dispuesto a recuperar la cultura del esfuerzo en una plantilla debilitada por las numerosas lesiones que ha padecido en las últimas semanas. 

Laporta escuchó el discurso que dirigió el nuevo entrenador azulgrana a sus jugadores, aunque 10 de ellos se encuentran de éxodo con las selecciones. Las normas de convivencia de Xavi son muy rígidas, evocando las que marcó en su día Pep Guardiola en el verano del 2008.

Una de las primeras medidas adoptadas por el club ha sido la marcha de Albert Roca, el preparador físico que vino con Koeman en agosto del 2020, y de Juanjo Brau, el responsable de los fisioterapeutas del club azulgrana.

A partir de ahí, Xavi toma el mando de todas las áreas que tienen incidencia directa en el primer equipo del Barça. "Cuando hay orden y disciplina las cosas iban bien y cuando no hay orden las cosas van mal", recordó el técnico en su puesta en escena en el Camp Nou".

Xavi saluda a Dembélé en el vestuario de la ciudad deportiva de Sant Joan Despí. FC Barcelona

El control será absoluto y obsesivo. Hasta el más mínimo detalle obligando, según reveló el diario AS, a estar, por ejemplo una hora y media antes en el vestuario de la ciudad deportiva en vez de los 60 minutos anteriores que fijaban Koeman o Setién, los dos últimos entrenadores. Habrá, además, un control exhaustivo de las llegadas de cada jugador bajo la supervisión de Carlos Naval, el delegado del equipo.

Recuperar las multas

Esta mañana, en su primera visita al despacho que ocupará en la ciudad deportiva, Xavi llegaba a las ocho y media, dos horas y media antes del inicio del entrenamiento. Una costumbre que ya tenía otros antecesores, como Guardiola y Koeman.

Además se exige almorzar, algo que ya era obligatorio, y comer en la misma ciudad deportiva, además de recuperar las multas económicas cuando se incumplen determinadas órdenes emitidas por Xavi. Ese tipo de multas irán en sentido ascendente. La más leve, 100 euros, luego vendrá la de 200. Y si se repite una tercera se elevaría a 400. Y así sin fin.

Una medida, el castigo económico, que se había abandonado en las últimas temporadas, incluyendo la obligación de que 48 horas antes de un partido no se puede llegar a casa.

Ha empezado Xavi trabajando bajo minímos. En una condición precaria. Castigado por las lesiones. Ha trabajado con los jugadores disponibles junto a siete jóvenes del Barça B: Comas, Mika Mármol, Álvaro Sanz, Ez Abde, Jutglà, Aranda e Ilias Akhomach. En su primer día en el cargo, el nuevo entrenador ha estado acompañado por Laporta, Rafael Yuste, el vicepresidente deportivo, Mateu Alemany, el director de fútbol, Ramon Planes, responsable de la secretaría técnica, y Jordi Cruyff, el director del área internacional del club.