El Mundial de Clubes de la FIFA 2021 se retrasará hasta "principios de 2022" y se trasladará a los Emiratos Árabes Unidos, según dijo este miércoles el organismo rector del fútbol mundial, después de que Japón descartara planes previos para albergar el torneo en diciembre debido a la pandemia por coronavirus.

El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, anunció la decisión tras una reunión del Consejo de Gobierno. Ya se había decidido retrasar la introducción de un nuevo formato ampliando la competición a 24 equipos como se había previsto antes de la pandemia.

Además, el Consejo también dijo que el 72º Congreso de la FIFA se celebrará el 31 de marzo en Doha junto con el sorteo de la fase final de la Copa del Mundo de 2022 en Catar. Y la FIFA dijo que Infantino había comunicado al Consejo "su intención de estar más cerca del Mundial de la FIFA y, por lo tanto, de dividir su presencia entre Zúrich, Doha y el resto del mundo, para cumplir con sus deberes presidenciales".

El Mundial de Clubes de 2021 tiene cuatro clasificados por el momento. El Chelsea -campeón de Europa, el Auckland -Oceanía-, el Al-Ahly -África- y el Al-Jazira como país organizador del torneo. Faltan otras tres confederaciones por definir sus clasificados: Norte, Centroamérica y Caribe, América del Sur y Asia.

Decisión sobre el Mundial en diciembre

Por su parte, Infantino también dijo este miércoles que el futuro de un Mundial cada dos años podría decidirse el 20 de diciembre, cuando el organismo rector del fútbol mundial celebre una cumbre para discutir los controvertidos planes para celebrar el torneo más importante del mundo del fútbol.

Infantino insinuó que es posible que no se imponga un cambio. El presidente de FIFA aseguró que el propósito de la cumbre era "presentar una propuesta acordada" para un nuevo calendario internacional de hombres y mujeres. Pero se distanció personalmente de los planes y reconoció la fuerza del sentimiento de aquellos que se oponían al cambio.

"No es mi propuesta ni mi decisión", indicó Infantino en declaraciones que recoge la agencia de noticias PA. "Tengo que facilitar el diálogo, tengo que unir a la gente. Es un poco como (ser) un árbitro cuando hay un motín. Mi trabajo es ser una fuerza moderadora", apuntó.

"Tenemos diferentes bandos, algunos están absolutamente a favor de esta reforma, otros están absolutamente en contra de ella, pero lo importante es que todos tienen derecho a opinar y expresarlo", manifestó.

"Estoy convencido de que si todos estamos dispuestos a trabajar por el bien del fútbol, también estaremos dispuestos a comprometernos hasta cierto punto. Eso significa que todos tenemos que movernos en la dirección de la solidaridad con el fútbol mundial", finalizó.