Del Camp Nou a las oficinas. Nada más terminar el encuentro con el Dinamo de KievAnsu Fati se trasladó al despacho de Joan Laporta para rubricar su renovación hasta el 2027, con cláusula de 1.000 millones de euros. Tenía prisa el Barça por oficializar ese acuerdo, alcanzado el pasado lunes en Oporto en la cita entre Mateu Alemany, director de fútbol azulgrana, y Jorge Mendes, el agente del delantero.

Tenía tanta prisa la directiva que el joven, de 18 años, se vistió con rapidez tras jugar la segunda mitad contra el Dinamo. Y justo en el momento en que Koeman, su entrenador, estaba pidiendo en la sala de prensa del Camp Nou, "calma" con las expectativas que se han generado en torno a su figura. 

Decía Koeman que "Ansu Fati no puede hacer milagros". Decía el técnico que tampoco puede ocupar el vacío dejado por Messi. Pero el club, necesitado de buenas noticias, tras un verano traumático en el que se cerró la marcha de Leo Messi al Paris SG y de Griezmann al Atlético, activó todo el operativo para que se hiciera la firma del nuevo contrato.

Y ya entrada la noche, tras concretar el acuerdo en las últimas 72 horas, se hizo oficial la noticia de que Ansu firmó hasta el 2027, coincidiendo con la semana del clásico (el domingo llega el Real Madrid al Camp Nou) y la reanudación de la asamblea (el sábado 23) después de que Laporta decidiera aplazarla apenas 20 minutos antes del Barça-Valencia.

Primero, Laporta logró sellar la renovación de Pedri hasta el 2027, con cláusula de 1.000 millones de euros. Ahora, también ha cerrado la continuidad de Ansu. Y de nuevo con un contrato de larga duración (cinco años y medio) que le dan estabilidad al inestable proyecto deportivo. Al menos, la junta ha conseguido asegurarse a los dos talentos que deben enarbolar la reconstrucción del club.