Mohamed Katir, plusmarquista español de 1.500 y 5.000 metros, consiguió este martes su tercer récord nacional en un mes al ganar los 3.000 de Gateshead con 7:27.64, la mejor marca jamás lograda en la reunión británica, que le sitúa decimoquinto en el ránking mundial de todos los tiempos.

El murciano, que adelanta al ilustre keniano Eliud Kipchoge en la lista mundial, acabó con un récord de España que ha permanecido 23 años en poder del palentino Isaac Viciosa con un registro de 7:29.34 conseguido el 9 de julio de 1998 en Oslo.

La trayectoria de Katir esta temporada no deja de producir asombro. El 10 de junio corrió los 5.000 de Florencia en 12:50.79, batiendo el récord nacional de Alemayehu Bezabeh, y el pasado viernes los 1.500 de Mónaco en 3:28.76, arrebatando la plusmarca a Fermín Cacho. Las liebres del 3.000, última carrera de Gateshead, tenían la misión de cubrir cada vuelta en un minuto. Katir se pegó al australiano Stewart McSweyn un hombre de 7:28.02 y los dos quedaron solos arriba en el último mil.

El español aguantó el ritmo del australiano, que mató a todos los demás, atacó en la contrarrecta y apretó en el último tramo para alcanzar una victoria y una marca de prestigio que alimentan sus esperanzas de ganar medalla en los Juegos de Tokio, donde correrá los 5.000 metros.

Fernando Carro, plusmarquista español de 3.000 m obstáculos, terminó undécimo con 7:41.20 (marca personal) y Sergio Jiménez decimotercero con 7:47.95, igualmente récord personal.

A diez días de la ceremonia inaugural de Tokio, la Diamond League se despedía este martes hasta después de los Juegos con un mitin, el séptimo de la serie, que ofrecía a los atletas la última oportunidad de comprobar su puesta a punto para la cita olímpica en el mismo estadio de Gateshead que ya acogió, en mayo, el comienzo de la Liga tras la renuncia de Rabat por la pandemia.

Cuatro días después de su decepcionante cuarto lugar en los 100 m de Mónaco, el campeón estadounidense, Trayvon Bromell, líder mundial del año con 9.77, regresó a la senda de la victoria. Pese a su deficiente salida, una vez que Bromell adoptó la posición erguida dominó la carrera hasta vencer con 9.98. Dos británicos le escoltaron: Chijindu Ujah (10.10) y Zharnel Hugues (10.13). Con el mismo tiempo que el tercero, acabó cuarto el canadiense Andre de Grasse, actual subcampeón olímpico. Más de la mitad del equipo olímpico británico competía en Gateshead, aunque faltaba, por molestias físicas, Dina Asher-Smith, campeona mundial de 200. Su ausencia frustró el anunciado duelo con la campeona olímpica de 100 y 200, la jamaicana Elaine Thompson, que se impuso aquí fácilmente con 22.43, seguida de la británica Jodie Williams (22.60).

El estadounidense Isaiah Harris se impuso en los 800 metros con 1:44.76 en una carrera con dos españoles: el plusmarquista nacional, Saúl Ordóñez, que clavó en la recta y acabó octavo con 1:46.02, y Álvaro de Arriba, que vino de atrás hasta cruzar la meta en cuarto lugar con 1.45.36, su mejor marca del año.

Estados Unidos también ganó la milla femenina. Kate Grace ganó con 4:27.20 una carrera en la que el grupo no siguió el ritmo de las liebres. La española Marta Pérez intervino en el esprint final y acabó cuarta con 4:28.24, récord personal, y Marta García, que debutaba en la distancia, novena con 4:31.41.

Jamaica hizo doblete en 110 metros vallas. Ronald Levy fue muy superior al campeón olímpico, Omar McLeod, desde el penúltimo obstáculo y le batió por 20 centésimas con una marca de 13.22.

La holandesa de 21 años Femke Bol, segunda en el ránking mundial del año y cuarta de todos los tiempos en 400 m vallas (52.37), volvió a derrotar a la estadounidense Shamier Little, por tercera vez esta temporada. Venció con 53,24 y un amplio margen sobre la norteamericana (54.53). Está invicta este año en seis carreras.

El portugués Pedro Pablo Pichardo, con una marca de 17,50 metros, dominó el triple salto y el plusmarquista español, Pablo Torrijos, fue cuarto con 16,66. Pichardo, dos veces medallista de plata como cubano en campeonatos del mundo (Moscú 2013 y Pekín 2015) y campeón de la Diamond League en esta disciplina hace tres años (cuando se nacionalizó portugués), dominó el concurso desde su primer salto, de 17,29 metros. Renunció a los cuatro siguientes y, una hora después, sentenció en el último turno.

La ucraniana Maryna Bekh-Romanchuk, subcampeona mundial de longitud, se impuso con un salto de 6,77, batiendo a la campeona, la alemana Malaika Mihambo (6,65) y a la española Fátima Diame, que dominó el concurso hasta la cuarta ronda sus 6,67 de la segunda pero en el decisivo último turno se quedó en 6,46.

El alemán Joahnnes Vetter, que llegaba al mitin como gran dominador de la jabalina con siete marcas por encima de los 90 metros este año, obtuvo la victoria, pero sólo gracias a su último lanzamiento, de 85,25 metros. El alemán Julian Weber fue segundo con 81,07 y el trinitense Keshorn Walcott tercero, aunque con mejor marca que el germano (82,81).