El Tenerife perdió ante el recién ascendido Mallorca en un partido en el que ofreció dos versiones muy diferentes. La del primer tiempo fue deficiente y se saldó con el gol encajado al borde del intermedio. La de la segunda mitad, mucho más parecida a lo que ha sido su tónica como local en esta segunda vuelta, le acercó al empate en varias oportunidades, pero careció de eficacia para evitar que el tanto de Mollejo fuese decisivo. En líneas generales, el resultado puede considerarse justo, porque los baleares mostraron más hechuras como equipo, a pesar de poner en escena a todos sus suplentes en la primera mitad. El Tenerife también intercaló en su alineación a fubolistas menos habituales, en especial al portero Serantes, que debutó bajo los palos y dejó destellos de categoría en varias oportunidades, aunque pudo hacer más en el gol que decicidó la contienda.

La primera parte fue muy poco pródiga en ocasiones. El Mallorca tuvo la más clara en el 28', en una combinación del frente de ataque con pase de la muerte de Mboula a Mollejo, cuyo remate fue interceptado por Serantes en una acción plena de reflejos, de reacción. La respuesta fue inmediata, en una acción individual de Shashoua, cuyo remate rozó la madera porque no cogió la rosca necesaria para entrar. Ese intercambio de ocasiones no es reflejo del desequilibrio que hubo en el campo. La primacía del juego colectivo visitante fue evidente. El Mallorca manejó el ritmo y generó cerca del área más que un Tenerife replegado y tímido. El fruto que obtuvo fue el 0-1, en uno de sus seis córners, la pelota fue al segundo palo y Kakabadze trató de despejarla peinando hacia detrás, Mollejo, más bajo, le ganó la partida y cabeceó a la red en el área pequeña. Un gol evitable que representó la débil respuesta local en todas la manos en esta primera mitad. Tras el descanso, Ramis recompuso su equipo con las entradas sucesivas de Aitor Sanz, Shaq Moore y Fran Sol. El Tenerife dio un claro paso adelante, apretó más arriba y atacó de forma más continua. Su serie de remates no dio el resultado del empate, a pesar de que estuvieron cerca Álex Muñoz (63') y Fran Sol (90'). El Mallorca recurrió a más jugadores habituales titulares, pero fue bajando el ritmo, aceptando el marcador, y ya solo llegó en acciones esporádicas, como el disparo de Mboula, al que respondió otra vez Serantes con una buena estirada.