¿Qué valoración hace de la temporada recién terminada?

En el plano deportivo valoramos muy bien la campaña, el objetivo de mantener la categoría y sin necesidad de jugar la promoción, lo hemos cumplido con creces. Hicimos el mayor número de puntos de todas estas temporadas y las sensaciones a la hora de competir también son buenas. En los últimos tres años no lo hacíamos, todos los rivales nos ganaban de diez y ahora se ha visto un cambio, aunque en algunos partidos ajustados no hayamos puntuado. El objetivo a medio plazo, con la incorporación de Albert (Español), es competir cada vez mejor y subir puestos en la tabla, año tras año.

¿Económicamente ha sido también un buen año?

No nos quejamos. Todos estos años nos hemos aplicado en la tarea de no gastar más de lo que podíamos disponer y en principio seguimos siendo un equipo muy humilde. Por lo menos en este deporte, la situación en la tabla clasificatoria depende del presupuesto que tengas. Competimos con clubes que tienen una masa social y un presupuesto que son diez veces el nuestro.

¿Comparte la sensación de que la Liga termina cuando mejor está el Echeyde?

Sí, pero eso está motivado porque nos hacen falta partidos, bagaje, competición. En Barcelona hay nueve equipos y antes de iniciar la Liga ya han jugado entre ellos un montón de partidos. Entre semana pueden competir y tienen unas ligas de otras categorías de 40 equipos... Nosotros empezamos a entrar en la Liga en la segunda vuelta. Es muy difícil. Pero eso le pasa a todos los equipos canarios que están solos en su deporte a nivel nacional porque la falta de partidos aquí hace mella en lo deportivo. Físicamente competimos bien y el equipo acabó genial. Ahora la plantilla sigue entrenando hasta el 30 de junio, para que el físico sea el mejor posible cuando empiece la nueva temporada el 15 de agosto.

Este buen final tiene un mérito añadido por la dificultad que hubo al principio de la temporada, en particular con la piscina. Además, en un nuevo formato.

La piscina fue un quebradero de cabeza. Hicimos malabarismo entre Las Teresitas, la piscina del pabellón y el AltaFit de Ofra. En diciembre abrieron la cubierta y pudimos entrenar de manera normal. El Ayuntamiento se portó muy bien con nosotros porque entendía que un equipo de alta competición tiene que entrenar todos los días. Y en cuanto al formato de La Liga me gusta más así, con dos grupos. Hay cuatro grandes con los que es imposible competir y así está mejor.

¿Tendrá continuidad este formato de dos grupos?

Creo que sí, nadie se ha quejado. Hace años ya se intentó jugar una liga de 6 equipos, pero eran pocos. Yo ampliaría la Liga a 16 y haría dos grupos de 8, en lugar de 6, pero ahí los clubes tenemos poco que decir, será la Federación la que decida.

Hablemos de la plantilla, ¿va a tener continuidad?

Bueno, hemos creado un grupo estable, a diferencia de los años anteriores en los que venían y se iban jugadores con mucha frecuencia. Cuantos menos cambios hagamos mejor. Depende de lo que podamos traer, si es posible incorporar algún extranjero al que le guste nuestro proyecto y nos pueda ayudar... pero vamos a contar con todos, aunque es pronto para saberlo.

Español asegura que Tenerife puede ser una plaza potente en el waterpolo. ¿Significa que piensa hacer carrera aquí, a pesar de que parece más cerca del final de su etapa en la élite?

Pues para estar cerca del final ha sido máximo goleador de la Liga, empatado con Nico Pau del Sant Andreu. Pau tiene 23 años y Albert tiene 36, pero yo me lo quedo unos cuantos años más (sonríe). ¿Potencial? Sí, Tenerife lo tiene, en Canarias hay potencial para todo, nos falta un empujón, sobre todo en asuntos de infraestructuras.

¿En qué puede crecer el Echeyde en División de Honor?

Pues sí que podemos, hemos pasado de quedar penúltimos las últimas tres temporadas a ser décimos de doce. No es una cosa del otro mundo, pero hay posibilidades de mejora. Albert a veces bromea conmigo y me dice que en tres años estamos en Europa.

¿Es viable llegar a esa cota?

Claro, o conseguir jugar Copa del Rey. Pero se tienen que alinear tres factores. Uno: dinero, a través de un sponsor grande que quisiera tener la imagen en Europa vinculada con Tenerife; dos: que el club tuviera la infraestructura para crear un volumen de cantera adecuado, que es algo que no tenemos ahora, y es casi más importante que el dinero, me refiero a la piscina; y tres: tener una buena temporada. El Martiánez en su época lo hizo. Los cinco primeros juegan en Europa.

¿Se sienten bien tratados por las instituciones?

Sí, el Ayuntamiento ahora tiene otra manera de gestionar y de entender lo que es el deporte de alta competición en un municipio que es capital de provincia. En cualquier municipio de Tenerife, un equipo que esté en categoría nacional recibe más dinero que aquí, aunque sean de tercera categoría. Cuando entró Elena Mateo nos consiguió una subvención nominada. Los trámites administrativos con el servicio de deportes, que antes eran un infierno, ahora han mejorado bastante y la llegada Alicia Cebrián y del director técnico Sabino Maestro le han dado un cambio brutal al Servicio de Deportes. Un giro de 180 grados.

¿Está satisfecho con cómo quedó la Acidalio Lorenzo?

Bueno, es una piscina del año 50. Ha habido remodelaciones, la última la del vaso, todavía seguimos teniendo problemas de temperatura, lo que pasa es que no ha hecho mucho frío, pero hay cosas por hacer. Podría ser perfectamente la mejor piscina de España a poco que se arreglen cuatro cosas. Eso permitiría hacer proyectos grandes, ya trajimos a la selección española en diciembre, tenemos un proyecto de un torneo internacional de clubes, que lo hemos suspendido dos veces por el Covid. La instalación cumple con los requisitos, tiene una playa de piscina grandísima, al aire libre, y es espectacular para entrenar en invierno.

Rivas acepta la responsabilidad que tiene su club de hacer un buen proyecto de cantera, como entidad referente de su deporte. Es el único en la élite del waterpolo en Canarias, pero lucha contra la falta de infraestructura. «Siempre hemos querido sembrar, pero no nos han dejado, sin tierra para la semilla no se puede sembrar. Compartimos la piscina con cinco clubes de natación, dos de ellos de nadadores máster que van a hacer ejercicio, tenemos que compartir el espacio de deporte de alta competición con deporte-salud. Compaginarlo todo en una instalación saturada, es altamente complicado» dice el presidente, que reivindica que con más espacio para entrenar «sacaríamos cantera y el proyecto saldría adelante. Las simientes están puestas, tenemos 5 entrenadores, hemos apostado por el waterpolo femenino y lo hacemos sin recibir apoyo de ningún estamento ni federativo, queremos que las chicas que quieran practicar waterpolo lo hagan de manera gratuita. Estamos sembrando, a ver lo que recogemos. De hecho, tenemos más de cien licencias y equipo benjamines, alevines, infantiles, cadetes, juvenil absoluto regional y femenino», señala.