En uno de los mejores arranques de partido, el Echeyde consiguió ponerse con 3-1 en cinco minutos. Con goles del boya Diego Armando Mercado y de Susak, tras una bonita jugada coral, los chicos de la Acidalio volaban sobre el agua.

Pero todo no iba a ser de color de rosa, ya que tocó en la puerta un viejo enemigo: los hombres de menos. El Canoe comenzó a sacar partido de sus superioridades (70% de efectividad y 58% de sus goles) y penalizó, también a base de contras, con tiros desde el lateral firmados por Rafael Fernández. Con dos goles de este último se llegó al final de un primer periodo en el que los visitantes sofocaron el incendio a tiempo.

Una vez apagado el “fuego”, el Canoe empezó a hacer “pupa” en un segundo periodo para olvidar para el Echeyde. Iván Alcón, Marcos Lorrio y Víctor Camarena pusieron tierra de por medio antes del descanso (4-7). Solo un buen gol del boya Santiago San Martín pudo contener la sangría atrás.

Después de que Albert Español y Fermín Bennasar leyeran la cartilla a los suyos y les pidieran más concentración en defensa, el enfrentamiento se reanudó con un golpe sobre la mesa de los canarios. De nuevo Santiago San Martín peleó y sacó a la remanguillé un tiro que se coló en la portería rival. Primer paso para la remontada completado. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, y en una expulsión de Nacho Gutiérrez, el Canoe volvió a oler sangre. Un efectivo Iván Alcón y los cañonazos de Marcos Lorrio, a los que un frustrado Daniel Darias no pudo responder como tiene acostumbrados a los suyos, mataron las ilusiones de los chicharreros. 10 minutos por delante y un duro 5-10. A pesar de que el reto era casi imposible, el Echeyde recuperó el espíritu que le llevó a empatar ante el Catalunya y no bajó los brazos. Primero con un gol de penalti de Albert Español y luego con el reencuentro con el gol del croata Zvonimir Andelic, los locales mantuvieron la renta para llegar al último periodo con todo decidido (7-12). En los minutos finales el coraje empezó a aparecer en el bando local, que maquilló el tanteo.