playoff

Un equipo que quiere presentar su candidatura al título de Liga no puede ser tan irregular como el Sanaya Libby’s. La historia del partido de ayer es la de la temporada resumida en cinco sets. Momentos muy buenos y otros desastrosos. Sin capacidad de resolver en los momentos importantes, en los finales apretados. La victoria del Kiele Socuéllamos, merecida y luchada, pone contra las cuerdas al equipo tinerfeño. Deberá ahora ganar en 24 horas dos veces a un rival con el que ha perdido sus tres enfrentamientos si quiere meterse en las semifinales del playoff.

Empezó mejor el cuadro local (6-3, 9-6, 14-10), con la lección aprendida de enfrentamientos anteriores. A machete en el saque para restar opciones de ataque al rival. La de Juan Diego García conectaron en bloqueo y apareció Lisbeth Arredondo para llevar las tablas al marcador, ayudadas por un error de rotación del Kiele. Jordan, con un certero remate, llevó a Chema Rodríguez al botón del tiempo muerto (15-17). Pero el Haris había tomado la delantera para no soltarla en el resto del set (18-25).

El segundo no tuvo historia. Con la maquinaria engrasada, la escuadra tinerfeña se fue pronto en el electrónico (3-5, 4-11) gracias a la mejoría en la recepción, Patricia Llabrés mediante, y a la entrada de sus centrales en ataque. Wagner subió el 7-16 y los errores en el saque del Kiele hicieron el resto (9-20, 16-25).

Pero no es el de Socuéllamos un equipo que baje los brazos. Por eso, salió en el tercero a vender cara a su derrota, a luchar cada punto como si fuera el último. La igualdad fue total (2-2, 8-8) hasta que llegó al servicio Marina Saucedo. La colocadora, brillante desde su entrada en todas las facetas que tocó, dio ventaja a las locales (11-8). Respondieron las de Juan Diego con un parcial de 0-4, pero el Kiele hizo lo propio con un 5-0 que desnudó la irregularidad tinerfeña. Fue como un interruptor que salta (18-13, 21-14). La defensa visitante desapareció (25-21), pese a la tímida reacción final.

El cuarto fue el set más bonito (4-4, 12-12, 19-19). Jugado de poder a poder, con errores forzados, Aranda sacando a flote a las suyas en el peor momento y oportunidades desaprovechadas hasta el 29-27 final. El espíritu de las locales hizo el resto, dándole continuidad en un tie break a su extraordinario saque (todo lo contrario que el de las insulares) y ridiculizando al bloqueo del Haris, que se quedó en un cero definitivo (15-11).

Juan Diego García, entrenador del Sanaya Libby’s, considera que hubo “dos partidos en uno” en el Gran Gaby. “En el primer y segundo set hemos sacado bastante bien, lo que nos permitió estar bien en la fase bloqueo-defensa”, explicó para agregar que “ellas arriesgaron más a partir del tercero” logrando desequilibrar la estructura defensiva de las tinerfeñas. “Solo nos queda analizar bien lo que ha pasado y centrarnos en el próximo partido para seguir vivas en el

García: “Hubo dos partidos en uno”

”, expuso el técnico.