Rebeca López (Roquetas de Mar, 1992) dio, con un gol sobre la bocina, la victoria al Salud Tenerife ante el Morvedre. Un triunfo que vale media permanencia. 

A solo cinco segundos del final María Zaldúa sacó de centro para Rebeca López. La almeriense recibió en carrera, se adelantó el balón en bote y se lo cambió a la izquierda para evitar a la defensora que salió a obstruirla; acto seguido marcó los tres pasos y armó con la derecha desde 12 metros, ante el intento de bloquaje de otras tres jugadoras del Morvedre, para anotar el gol de la victoria del Salud Tenerife. Descarga de adrenalina colectiva en el conjunto chicharrero, pero en especial en la lateral andaluza que brazos estirados, puños cerrados y piernas abiertas -cual Cristiano Ronaldo- celebró con rabia un tanto vital para su equipo. Todo, mientras era engullida en un corro por el resto de sus compañeras. Era el premio a la constancia y a una asunsión de galones para mantener a flote a las suyas.

Qué golazo el del sábado...!

No sé ni cómo... en tan poco tiempo... pero sí. Lo importante es que logramos los dos puntos.

Con el partido encarrilado como lo tenían (17-12), lo normal ahí hubiera sido venirse abajo tras encajar el 23-23...

Con Lolo entrenamos mucho jugadas así. Nuestros entrenamientos son todo correr y saque rápido. La portera sabe que no tiene tiempo de lamentarse. Lo habíamos hecho todo el partido y en esa última jugada no íbamos a fallar.

Pero el lanzamiento no era nada sencillo...

No lo pensé. Solo vi el tiempo y que la portera regresaba cruzada a la puerta y que debía lanzar al [palo] largo. También tuve suerte.

Últimamente es raro el partido que sea tranquilo para el Salud Tenerife...

Bueno... El problema es que no tenemos muchas rotaciones, los rivales hacen más cambios y nosotras jugamos todo el partido a correr, por lo que llega un momento en el que, sí o sí, la intensidad baja.

¿Están yendo muy al límite?

Sí, sí, sí. Hemos pasado un par de partidos duros, pero ahora toca pensar en lograr la victoria en Córdoba para llegar a la segunda fase con todos los puntos posibles.

¿Pero con la victoria del otro día el equipo no tiene pie y medio ya en la salvación?

No, todavía no estamos salvadas, aunque esos dos puntos del sábado eran obligatorios. Y los de Córdoba cuentan igual por lo que debemos ganar para quedarnos algo más tranquilas.

¿No hay opción de que, en caso de atar la permanencia, la segunda fase acabe convirtiéndose en un par de meses insulsos?

Todo el equipo es consciente de lo que se juega, pero es que queremos quedar primeras y demostrar que no merecemos estar en esa fase de la permanencia. Es por orgullo, por ganas, por todo...

¿Segura que tras un año tan duro la mente no empujará a la desconexión?

No, creo que no. Tenemos un equipo de niñatas, con muchas ganas y vamos a ir a ganarlo todo. Es un grupo muy joven y competitivo, con varias de las jugadoras viviendo su primer año en División de Honor. Nadie va a relajarse.

Usted no es ni niñata, ni es su primer curso en la élite y además está tocada físicamente. ¿Tampoco va a bajar el pistón?

En su día tomamos la decisión de arriesgar para intentar meternos en el grupo por el título, y aunque no haya podido ser, ahora quedan dos partidos y luego viene un parón antes de la segunda fase. Esas semanas me van a venir bien a mí.

¿Qué le faltó al equipo para acabar más arriba?

Rotaciones. El equipo está trabajando y jugando bien, pero tenemos altibajos porque el cansancio físico es muy grande. También algo de experiencia. Todo influye...

Que se hayan ido jugadoras también habrá influido...

Ummm... Creo que el grupo de trabajo ya estaba hecho. Es verdad que echamos mucho en falta a Joanna [da Costa], pero el resto tampoco es que estuviera teniendo muchos minutos. En el pivote Leticia aporta experiencia, y María ganas y garra; luego en primera línea tenemos a Elena, Andrea, ahora con la llegada de Kniubaite... Deberían ser ellas [las que no han continuado] las que den rotaciones a las niñas.

¿Cómo se vive, desde dentro, que al Salud se le pueda considerar como un club con mala fama, sobre todo en los asuntos económicos? ¿Es justo?

Estamos aquí para entrenar y para jugar, y todo eso no te puede influir. Creo que todas las que están aquí están a gusto. Hablar de mafia o algo similar... A la gente le encanta la polémica y le encanta hablar. Al Salud siempre se le ha atacado, siempre, pero en cambio hay muchas jugadoras que llevan mucho tiempo aquí... De todo lo que dicen, la mitad es mentira. Las que estamos aquí estamos a gusto.

¿Se ha quedado entonces un buen grupo para esta parte final?

Creo que el grupo es muy bueno. Vamos todos a una. Lolo [el técnico] lleva, no solo al equipo, sino al grupo, muy bien. Somos una piña.

¿Ha sido fundamental el cambio de idea de juego que ha implantado Lolo Galván en relación a la de Octavio Pérez?

No lo sé, porque con Octavio jugamos muy pocos partidos. Lolo es pura implicación y te ayuda en todo. Está muy entregado al equipo.

¿Se siente cómoda habiendo tomado la responsabilidad goleadora del equipo ante la marcha de Magda Cazanga?

Eso es algo que se da solo. No he tomado ninguna responsabilidad, ni creo que lo sea el tener que marcar goles. Muchas veces en las que me la juego y nada. Es verdad que ni en España ni en Francia, que conozco bien su liga, nadie tiene el brazo de Magda, pero estaba muy tocada de la rodilla.

¿Hasta qué punto han influido su fortaleza física y también la mental para aguantar sin parar pese a las pequeñas lesiones que ha sufrido esta temporada?

No soy de parar porque sí; no va en mí. Conozco mi cuerpo y sé lo que aguanto, y además Lolo me ha estado dosificando. Ahora han llegado partidos claves en los que no solo hay que atacar, sino también defender, correr... Pero no yo sola, María [Zaldúa], por ejemplo, está jugando con un dedo roto. Aquí todas sabemos lo que queremos. El jugar al lado de niñas con unas ganas y una entrega enormes hace que te olvides de cualquier dolor. Soy feliz jugando viéndolas a ellas.

¿Se siente como su hermana mayor?

¡Y madre de alguna! ¡Y madre de alguna!

¿Y sería vital para el Salud Tenerife mantener esa base actual con Rebeca López ejerciendo de nuevo como madre?

Sí, sí. Creo que sobre ella se puede construir un muy buen equipo. Es algo que Lolo, y también la preparadora física [Cathy Dorta], lo han estado trabajando muy bien. Para mí el gran problema de siempre en el Salud es que no ha logrado formar un buen grupo, sino que vienen y van muchas jugadoras sin terminar de implicarse, y sin importarles demasiado si se gana o se pierde. Este año todas remamos en la misma dirección y tenemos claro lo que queremos. Eso no lo encuentras en cualquier sitio.

Pero usted no tiene contrato para la 21/22...

Tengo una conversación pendiente con Octavio [Pérez, el presidente], y si él está de acuerdo claro que hay posibilidades... Estoy muy bien aquí y no soy de las que se marchan al año de llegar a un sitio. En este caso el grupo hace mucho, llevo muchos años en esto y un vestuario femenino, siempre es un vestuario femenino... y cuando encuentras un sitio así...