El Balonmano Salud Tenerife se apuntó ayer un triunfo tan agónico como vital en su propósito de alcanzar la segunda fase con serias opciones de permanencia. Las isleñas doblegaron en el último suspiro al BM Morvedre, rival directo, y lo hicieron tras un partido en el que fueron mandando casi siempre en el marcador, pero que no fueron capaces de cerrar hasta la bocina final. Y es que pese al 17-11 (37’) las de Lolo Galván se fueron complicando poco a poco. Así, a 25 segundos del final, y tras tiempo muerto, desperdiciaron un ataque para el 24-22, viendo como inmediatamente su rival igualaba la contienda. Con solo nueve segundos por delante Irene Sánchez recogió el balón de la red, se lo pasó a María Zaldúa que, sacando de centro, pasó a Rebeca López. La almeriense lanzó desde 12 metros y logró anotar el tanto de la victoria chicharrera.

Antes, en los minutos iniciales, el equipo tinerfeño sufrió de más en defensa, sin encontrar acierto de cara a portería (0-2). Las de Lolo Galván reaccionaron y con Rebeca López al frente, consiguieron adelantarse (6-3). Las visitantes intentaron cambiar la dinámica con Esther Lacueva liderando las ofensivas del Morvedre, pero la brillante actuación de Irene Sánchez en la portería evitó que se acercaran a las blanquiazules, que hicieron valer su potencial ofensivo (14-9).

Tras el receso, el equipo tinerfeño mantuvo el pie en el acelerador y aprovechó su velocidad en los contraataques para seguir aumentando la diferencia (17-11). Sin embargo, varios errores de las blanquiazules en ataque, les dieron esperanzas a las valencianas, que pusieron remedio a su desacierto en defensa con Sara Fushu y Helena Martín (19-17). Las pupilas de Lolo Galván sufrieron en defensa y pese al 22-18, un parcial de 0-3 en los últimos minutos llevó el encuentro a un final agónico resuelto de manera satisfactoria para las blanquiazules.