El Salud Tenerife volvía a sentir el calor de su afición en el Pabellón Municipal La Salud, pero no pudo celebrarlo con una victoria. El equipo tinerfeño cedió ante el KH-7 BM Granollers por 22-28 en un duelo donde las pupilas de Lolo Galván lo intentaron hasta el final con una muy buena segunda parte en la que minimizaron una mala puesta en escena que las llevó a estar hasta diez y once goles abajo (5-15 y 11-22). Con esta derrota las opciones del cuadro capitalino de acabar entre las cuatro primeras sin casi nulas.

El partido prometía ser intenso y no defraudó. Conocedoras del peligro que implicaba medirse con el líder, las insulares salieron aplicándose en defensa, evitando que el rival se marchara con facilidad en el marcador. Sin embargo, el implacable juego del conjunto catalán, valiéndose de sus extremos, empezó a hacer mella en el equipo (0-3 y 2-7). Las tinerfeñas intentaban frenar las acometidas del rival, pero con Ona Vegué como principal amenaza, las visitantes imponían un ritmo vertiginoso al partido (5-15 tras un parcial de 0-7). Tras la expulsión de Eva Márquez y con el debut de la lituana Kniubaite Audinga, las locales aprovechaban los desajustes en defensa de las catalanas y su buen juego interior, con Leticia Cobo al frente, para recortar distancias (8-17).

Se reanudaba el partido tras el descanso con las tinerfeñas intentando cambiar la dinámica del encuentro, con Rebeca López liderando a las suyas en ataque y con Irene Sánchez en la portería evitando que el equipo se desangrara (10-20). Sin embargo, el juego ofensivo del líder con Janna Sobrepera protagonizando las ofensivas catalanas, evitaba que el conjunto de Lolo Galván se les acercara (11-22). Las tinerfeñas no querían rendirse y conseguían un parcial que llegó a ser de 8-1 valiéndose de su velocidad en el contraataque con Dayanne Da Rocha como protagonista (19-23). La afición blanquiazul hizo volar a las pupilas de Lolo Galván, motivándolas a mantener el pie en el acelerador. Pero sin intención de ceder más terreno, el rival reaccionó y evitó que el equipo insular soñara con una remontada ante su afición (22-28).