Los Tenerife Helldogs llegan para sembrar la semilla del fútbol americano en la Isla. Con poco más de dos años de existencia, el 14 de febrero se convertirán en el primer equipo canario participante en una competición nacional de este deporte, la Serie C de la LNFA. Debutarán en el campo de los Berserkers de Torrelavega. Los Perros del Infierno –traducción del nombre del club– han subido al paraíso para quedarse. “¿Cómo imagino a los Helldogs dentro de 10 años? Tenemos planes, como ascender a la Serie B en una temporada y tener cantera. Supongo que en ese tiempo seguiremos luchando por este deporte. Queremos que más gente nos conozca y juegue, y que haya más equipos cerca”, expone el presidente Juampe Casañas, el fundador junto a siete compañeros que habían formado parte de los Tenerife Seaknights, cuya categoría sénior no tuvo recorrido. “Muchos nos quedamos colgados y decidimos montar otro equipo. Yo tuve la idea, alguien me siguió y entre ocho la hicimos posible”.

Con la base establecida, faltaba lo más difícil: conseguir uniformes, material y, sobre todo, jugadores. “Somos mucho de coger a la gente por la calle y contárselo”, indica Juampe sobre la artesana política de fichajes que siguieron. “Luego, con el paso del tiempo, nos fuimos modernizando y nos dimos a conocer en las redes sociales, pero también recorrimos varios institutos para ofrecer clases de fútbol americano en la asignatura de Educación Física”. Esta última estrategia funcionó mejor de lo esperado. “Descubrimos que había muchos chicos interesados en practicar un deporte distinto. De hecho, llegamos a tener 36 jugadores y creamos un equipo júnior”. La cantera es, precisamente, un requisito indispensable para poder dar el salto de categoría en la Liga que organiza la Federación Española de Fútbol Americano (FEFA). Por este lado, los planes también van saliendo. “Estamos intentando montar un equipo en el Sur como filial”, apunta Casañas, que cuenta con el asesoramiento imprescindible de los entrenadores principales, Jack y Rubén, técnico y preparador físico, respectivamente. Ahora a sus órdenes, 25 jugadores que preparan en Añaza el debut en la Serie C.

En cuanto a los uniformes, los Helldogs no dudaron en acudir a la vía del mercado de segunda mano procedente de equipos peninsulares, pero no tardaron en ampliar sus opciones gracias a la firma de un convenio con una empresa on line que se dedica a la venta de complementos exclusivos: Rsport Football. Poco a poco fueron completando la indumentaria con los cascos, las corazas, medias, guantes... Todo, con los colores elegidos por los fundadores. “El rojo por el fuego y el negro porque nos gustaba a todos”.

Los Helldogs empezaron practicando fútbol americano sin contacto (Flag) en el campo municipal de Candelaria, y aprovecharon la existencia de otro equipo en Gran Canaria, sus “hermanos” de los Canes de Telde, para adquirir rodaje. “Creamos una Copa Insular, pero Jack nos introdujo en el circuito nacional y pudimos jugar un primer amistoso con los Rivas Osos de Madrid”, repasa Juampe sobre unos prometedores inicios, con algún cambio incluido, como el paso de Candelaria a Añaza, barrio con el que han establecido una estrecha conexión. “En todo momento han sido súper amables. Incluso su equipo infantil lleva nuestro logo en la espalda, porque les hicimos los uniformes por medio de un patrocinador”.

De esta manera, el municipal María José Pérez se transforma varias veces por semana en un campo de fútbol americano. “Hemos ido comprando todo el material, el marcaje de las yardas, las cadenas para medir cada 10 yardas, unos palos de PVC que unimos a las porterías para formar la típica H...”.

El tiempo ha pasado volando, pero ha sido próspero. El soñado estreno en la Serie C se acerca. Será un paso más de los muchos que tienen planeados. “Queremos subir de categoría, y uno de los requisitos que nos pide la FEFA es haber jugado en la Liga, y lo vamos a hacer, y tener cantera. Para eso volveremos a los institutos cuando lo permita la pandemia. Seguramente, así se nos abrirán las puertas de la Serie B”, señala Casañas, consciente de que su deporte está “lejos” de despertar en Tenerife el interés que le gustaría, pero detecta “un poco más de movimiento”. Suena el ladrido de los Perros del Infierno. El fútbol americano se abre camino en la Isla.