El 21 de noviembre de 2020, Francisco Rivero Vega empezó su mandato al frente de la Federación Canaria de Lucha. Todo en el peor escenario del deporte vernáculo desde hace décadas: sin agarradas desde que comenzó la pandemia, el futuro es incierto. Él y su junta pelean por dejar todo listo para arrancar cuando todo haya pasado. 

¿Qué le ha dado tiempo a hacer en estos meses tan raros en los que lleva en el cargo?

Reunirnos con las instituciones para ver la disposición que tienen de ayudar a la lucha. En eso estamos. Trabajamos en ver las posibilidades de reorganización de nuestro deporte. Es imperioso la digitalización total de la Federación. Es un tema donde estamos a años luz de la realidad actual y debe ser inminente. Hay una disposición total por parte de la vicepresidencia del Gobierno para subvencionar esa digitalización.

¿En qué sentido va?

Es una necesidad. Estamos fuera de la actualidad, de las nuevas tecnologías. Precisamente, en estos tiempos que corren, se han acelerado los canales de comunicación y tecnologías. Nuestra lucha canaria no tiene nada en ese sentido. Por ejemplo, hemos empezado a cubrir las necesidades de comunicación en redes sociales de nuestra lucha canaria con la contratación de José Manuel Pitti como director de comunicación. Es una labor que compete a la comunicación como tal, pero también en dirección de redes sociales. Ahora estamos grabando contenidos para mostrar nuestro deporte y darle protagonismo en este inicio de nuestra gestión a los que más están sufriendo esta situación que vivimos: nuestros luchadores. Hemos empezado por los puntales y seguiremos con el resto de luchadoras y luchadores.

Lleva años pateando los terreros de Canarias. ¿Ha visto un resurgir de la lucha? ¿Cree que había vuelto a suscitar el interés de la gente?

En los últimos tres años de competición se estaba produciendo ese efecto. Estábamos en un resurgir. Se estaban adoptando medidas objetivas como el trabajo de base y las instituciones estaban dotando de recursos a las federaciones. Los aficionados estaban acudiendo más a los terreros de nuestra lucha canaria. Desde el 12 de marzo salimos de los terreros y nuestra lucha es el deporte más perjudicado en las Islas. En la situación actual no hemos podido hacer nada. Se está trabajando en un protocolo de desescalada para la vuelta de los terreros para que cuando la situación lo permita iniciemos las competiciones.

Poner plazos sería ir a un engaño, entiendo.

Nos remitimos a lo que pensábamos hace seis meses, tres meses, el mes pasado u hoy mismo. Si miramos cómo está azotándonos la pandemia es imposible establecer plazos.

“Trabajamos en un protocolo de desescalada para regresar a luchar, pero sin plazos seguros”

¿Teme que ese resurgir se esfume tras casi un año sin lucha canaria?

Estoy convencido de que nuestra lucha canaria, cuando se nos permita volver a los terreros, volveremos a sacudir la arena como hace más de 2.000 años. Sé que contaremos con el apoyo de los aficionados y de las instituciones. Esta directiva que presido está trabajando para que cuando esto suceda nos permita acaparar la atención de afición y recursos.

¿Cuál es el sentir de clubs, aficionados y luchadores?

Preocupación e impaciencia justificada por la inactividad impuesta por la pandemia.

¿Cuáles son los mayores miedos que encuentra?

Miedos ninguno. Nuestra sociedad está sufriendo esta situación en todos sus ámbitos. Cuando las autoridades sanitarias validen nuestro protocolo, volveremos. Y lo haremos con todas las posibilidades para ese resurgir. En eso trabajamos.

¿Le preocupa que con la que está cayendo se esfumen los patrocinios privados a clubs e instituciones?

Eso es una situación que sufre la economía global y, por supuesto, Canarias. El primer objetivo de nuestras autoridades con el tema de Canarias es ser un referente en el control de la pandemia y, desde que se permita, empezar a recuperar la economía con el turismo como eje. Hay una destrucción de empleo y de empresas y, como no, nos afectará.

¿Las líneas maestras del proyecto que preside cuáles son?

Palpar el sentir de las instituciones y ver su disposición para apoyar la lucha. Nos hemos encontrado con una disposición total de recursos. Ese era el objetivo prioritario. Esta Federación está trabajando en varios objetivos como la digitalización. También en las escuelas de lucha canaria. En la reunión que tuvimos con el presidente Ángel Víctor Torres le expusimos la necesidad de acordar un proyecto común para ello. En Gran Canaria, el proyecto que inició su federación, se ha convertido en un ejemplo en los últimos dos años. Se han pasado de 300 a casi 1.300 licencias. Queremos unificar los criterios de las escuelas de lucha a nivel regional con los Cabildos de cada isla.

¿Cómo se acerca a los más jóvenes esa lucha sin poder siquiera agarrar ni ver referentes en la arena cada fin de semana?

Gran Canaria innovó y sigue yendo a los colegios con un plan didáctico. Es algo que se puede exportar a todas las Islas.

“La preocupación e impaciencia que muestran luchadores y clubes está justificada”

¿En qué momento se le ocurrió presentarse para ser presidente de la Federación Canaria de Lucha?

Más que presidir, asumir una responsabilidad. Estoy convencido de que se puede gestionar, con el equipo que me acompaña, y conducir a la Federación a una actualización acorde a nuestros tiempos en favor de nuestra lucha canaria.

Habla de actualizar. ¿Cree que la lucha quedó enclaustrada en su propio mundo?

Debe actualizarse. Lo pusimos en marcha desde el minuto uno en el que comenzamos con nuestra federación. El ejemplo está en la movilización de nuestras redes sociales. La comunicación ahí es muy importante para un deporte como el nuestro, con contenido propio y con nuestros actores: luchadoras y luchadores.

¿Qué respuesta encontró cuando empezó a mover su plancha electoral?

En todas esas gestiones objetivas que hice, como ejemplo valga José Antonio Caballero que dirigió ocho años consecutivos la Federación de Gran Canaria, desde el minuto uno me dijo que sí. Mi segundo vicepresidente, Ismael Pérez García, también me dio su sí. Con esas dos afirmaciones fue fácil componer el resto.

Es el primer grancanario que preside la Federación residiendo en esa isla. ¿El insularismo es una barrera que queda por cruzar o un muro derribado ya?

No he visto ni he oído ninguna observación al respecto. Es verdad que la Federación de lucha a lo largo de su historia no ha estado en Gran Canaria, pero eso no es un tema importante. La Federación está en todas las islas. Lo que sí es importante y salió en la reunión con Ángel Víctor Torres es que hará todo lo posible porque la Federación de Lucha tenga una sede propia. Estuvo muy generoso en todas sus posibilidades y dispuesto a dar recursos que se justifiquen en su gestión.

¿Cómo es la herencia que recibe en la Federación?

No es la mejor porque hay unas deudas pendientes de un recurso que ha llegado denegado. Y algunas facturas pendientes de pago. La situación financiera no es buena y habrá que buscar soluciones. Ya lo hemos transmitido al director general de Deportes y están analizando la viabilidad y soluciones que se le pueden dar. Las cuentas donde nuestros dos máximos patrocinadores aportaban sus recursos están embargadas.