Dos jugadoras de la UD Granadilla Egatesa dieron positivo el pasado miércoles en los test de antígenos a las que fue sometida tanto la plantilla como los técnicos y asistentes, algo que disparó las alarmas en el club y propició la suspensión inmediata de los entrenamientos. En el día de ayer, todos se sometieron a test PCR quedando confirmados los dos positivos en COVID-19, quedando aisladas las jugadoras en sus domicilios.

El club sureño está a la espera de instrucciones, tanto por parte de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias como de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para saber cómo proceder y emitir, a continuación, un comunicado oficial explicando las circunstancias. El encuentro de este fin de semana debía disputarse mañana a las 11:00 horas, en la Ciudad Deportiva Joan Gamper, contra el FC Barcelona. De hecho, la expedición tomaba a primera hora de la tarde de hoy un vuelo con destino a la Ciudad Condal.

Antes, por la mañana, se esperan noticias. La RFEF podría aplazar el encuentro. Sanidad, por su parte, debe informar al Granadilla sobre las medidas a adoptar con el resto de jugadoras. Muchas de ellas, aunque han dado negativo, han sido contacto estrecho de las afectadas. Existe, por tanto, el riesgo de que acaben siendo positivos en los próximos días. Si se decreta la cuarentena de diez días para toda la plantilla, estarían en riesgo también los partidos de la próxima semana (miércoles contra el Eibar y el domingo en el campo del Valencia).

Por ahora, Francis Díaz ha suspendido los entrenamientos hasta que hoy se conozca la hoja de ruta. La identidad de las jugadoras afectadas no ha sido facilitada por el conjunto tinerfeño por ahora.