Cabeza alta, el sueño permanece intacto. Bajo temperaturas muy bajas y la máxima concentración, la UDG Tenerife se midió a uno de los aspirantes a todo este sábado, con motivo de la decimoquinta jornada de la Primera Iberdrola. El Levante UD se adjudicó los tres puntos este sábado en Buñol ante unas guerreras que dieron la cara los noventa minutos y bajo temperaturas muy bajas. Un solitario tanto de Esther, decisivo (1-0).

El encuentro comenzó con equilibrio en todas las facetas, con alternativas en ambas áreas, pero sin definición en las mismas. Kayla estuvo cerca de conectar ante la salida de María cuando apenas transcurrían cuatro minutos de juego. Por su parte, Aline Reis evitaba con dos soberbias estiradas el primer tanto del encuentro, en primera instancia a disparo de media distancia y seguidamente, a bocajarro en una jugada de estrategia.

Las guerreras neutralizaban cualquier opción ofensiva local, hasta que Esther aprovechó un rechace del palo tras un cabezazo para hacer el único gol del encuentro, cumplida la primera media hora de juego.

El tanto local no amilanó al equipo tinerfeño, que dio un paso adelante en busca del empate, pero sin poder crear ocasiones claras de gol.

Tras la reanudación, Aline volvía a intervenir para mantener a las guerreras en el partido, evitando el 2-0 a disparo de Andonova; y con la entrada de María José, Allegra y Pleuler en el verde, el representativo buscó frescura en los metros finales en busca de la igualada.

El Levante trataba de sentenciar el choque con disparos de media distancia, mientras las guerreras se topaban una y otra vez con una sólida defensa granota y también con el infortunio en los últimos metros.

Natalia lo intentó desde lejos a falta de un cuarto de hora para el final y a los 80 minutos un centro-chut de Pisco desde dentro del área no encontró rematadora, con hasta tres guerreras acudiendo bajo palos a la llamada del gol. Poco después fue Martín-Prieto quien tuvo en su cabeza el empate tras un gran centro de Pisco, pero el balón se marchó fuera. El marcador no se movió y la UDG Tenerife se vuelve de vacío a la Isla, pero con la cabeza alta. El sueño no se desvanece, el sueño continúa.